EL PODER DEL VERBO

18 octubre 2008

“Los Mantrams”

((“…En El Principio Era El “Verbo”, Y El Verbo Era Con Dios, Y El Verbo Era Dios, y sin él nada de lo que existe pudiera haberse hecho…”))
Evang. S.Juan

En principio debemos recordar que todo movimiento es coesen-cial al SONIDO. Donde quiera que exista el movimiento, existe el SO-NIDO. Si bien el oído humano sólo logra percibir un limitado número de vibraciones sonoras, por encima y por debajo de estas vibraciones existen otras ondas que no se alcanzan a percibir. Todos los átomos, al girar alre-dedor de sus centros nucleares producen ciertos sonidos, imperceptibles para el hombre, e incluso el FUEGO, el AIRE, el AGUA, y la TIERRA tienen sus notas sonoras particulares. Llegamos pues a la conclusión de que todo lo existente, ya sea una flor, una montaña o un río, tienen una nota peculiar que los caracteriza, y el conjunto de todos los sonidos que se producen en el Globo planetario viene a dar UNA NOTA DE SÍNTE-SIS en el coro del espacio infinito. Cada mundo tiene su NOTA CLAVE y el conjunto de todas las Notas Claves del Infinito forman la llamada por PITAGORAS «MÚSICA DE LAS ESFERAS».
El silencio es la fuente del sonido. El sonido surge del silencio. El silencio es eterno y permanente. El sonido es intermitente y temporal. El sonido surge del éter, que es un aspecto del Akasha. El sonido es la ca-racterística del Akasha. El Akasha es otro nombre que se da para referir-nos al memorándum o marco naciente del sonido, del que surge el sonido. El sonido creado mediante el Akasha conduce a la revitalización de los cuatro elementos en el marco del quinto, que es el Akasha. La Creación es el resultado de los fenómenos del sonido. Los sonidos, al ser pronun-ciados rítmicamente, generan energía por medio de la reestructura¬ción del entorno existente. El ser humano se da cuenta de que la música es un ser-vicio que produce alegría. La música no es sino una composición Rítmica de sonidos. El sonido puede crear. El sonido puede construir y puede también destruir. Los Atlantes sabían cómo utilizar el sonido para mover bloques de piedra e incluso montículos. El sonido generado por el éter produce vibraciones en la luz, creando así los colores. El sonido y el color juntos crean las formas. De este modo el sonido es el responsable del co-lor y de la forma. De ahí la importancia que tiene y la necesidad que te-nemos de practicarlo de la manera adecuada.
El uso adecuado del sonido exige un uso correcto de la palabra. A menos que la palabra sea bien entendida y bien empleada, la práctica del sonido no puede tan siquiera ser apreciada. La palabra representa el deta-lle del sonido. El lenguaje contiene grupos de frases. La frase contiene grupos de palabras. La palabra está formada por grupos de sílabas. Las sí-labas están formadas por letras que representan el sonido. Las sílabas a su vez están compuestas de consonantes y vocales. Las vocales son la vida del sonido y las consonantes son los vehículos de estos sonidos de vida. Así es como ha de conocerse primero la relación entre la palabra y el so-nido. Cada vez que hablamos usamos muchos sonidos. ¿Es necesario uti-lizar tantos sonidos?, ¿Es absolutamente necesario hablar, a menos que no sea algo esencial?. Los sonidos en forma de sonidossemilla son muy poderosos cuando se comprende bien su trascendencia. Nosotros, cuando hablamos utilizamos los sonidos indistintamente, porque no conocemos su sistema de valor. Es como un salvaje que utiliza el papel moneda como papel higiénico. Para quienes conocen el papel moneda, éste es un símbo-lo de poder adquisitivo, pero para quienes no lo saben es como cualquier otro trozo de papel. Esa es la diferencia entre el que conoce el sonido y la palabra y el ignorante.

Como pequeña introducción diremos que un MANTRAM es una energía mística dentro de una estructura de sonido. Todo mantram encie-rra en sus vibraciones un determinado poder. Por medio de la concentra-ción y repetición se libera su ener¬gía y ésta toma forma. Cada Mantram está construido a partir de una combinación de sonidos derivados de las letras del alfabeto sánscrito o «Lengua de los Dioses».

La Importancia Esotérica De La Pureza De Palabra

Toda idea que tenemos en la mente tiene su contraparte en una palabra; “la palabra y el pensamiento son inseparables”. La parte ex-ter¬na de una y misma cosa es lo que llamamos palabra, y la parte interna es lo que llamamos pensamiento. Ningún hombre por medio del análisis puede separar el pensamiento de la palabra.
Desde que el hombre existe han existido palabras y lenguaje. ¿Cuál es la conexión entre la idea y la palabra?. Aunque vemos que siempre debe haber una palabra con un pensamiento, no es necesario que el mismo pensamiento requiera la misma palabra. El pensamiento puede ser el mismo en veinte diferentes países, sin embargo, el lenguaje de ellos es diferente. El habla es la facilidad para expresar las opiniones y los pen-samientos propios. Es un medio valioso que se le ha dado sólo a los seres humanos. Por eso uno tiene que aprender a usarlo apropiadamente.
El propósito del lenguaje es revestir el pensamiento y ponerlo a disposición de los demás. Cuando hablamos, evocamos un pensami¬ento y le damos vida, haciendo audible lo que está oculto dentro de nosotros. El lenguaje revela, y el correcto lenguaje puede crear una forma que encierra un propósito benéfico, así como el lenguaje inco¬rrecto puede crear una forma que tenga un objetivo maligno. Sin darnos cuenta, hablamos ince-santemente día tras día; empleamos palabras; multiplicamos sonidos, y nos rodeamos de mundos, de formas creadas por nosotros mismos. Por lo tanto es esencial pensar antes de hablar, y recordar el precepto “Antes de hablar, se debe adquirir conoci¬miento”.

La Responsabilidad En La “PALABRA”

Durante estos Temas hemos estudiado la pureza en el plano físi-co, en el plano astral y en el plano mental. Ahora quisiéramos hablaros de la pureza en la palabra, pero primero contaremos una historia sobre el profeta Mahoma:

“…….Mahoma era muy sabio. Pero no estaba como Jesús dispues-to a poner la mejilla derecha si le golpeaban en la mejilla izquierda; más bien se parecía a Moisés, sacaba la espada con facilidad. Cuentan que un día se acercó un hombre a Mahoma y le dijo: «Soy muy desgraciado, no sé cómo reparar la falta que he cometido contra uno de mis amigos. Le he acusado injustamente, le he calumniado, y ahora no sé cómo reparar el mal que he hecho». Mahoma le escuchó atentamente y le respondió: «Es-to es lo que debes hacer: ve, coloca una plu¬ma delante de todas las casas de la ciudad y vuelve a verme mañana». El hombre hizo lo que Mahoma le había dicho; colocó una pluma delante de cada una de las casas de la ciu¬dad y al día siguiente volvió a verle de nuevo. «Está bien, dijo Maho-ma, ve ahora a buscar las plumas y tráelas aquí». Unas horas después volvió el hombre «¡Ni una pluma¡» No he encontrado ni una sola pluma. Entonces Mahoma dijo: «Lo mismo sucede con las palabras: una vez di-chas, ya no pueden ser recuperadas; se fueron volando». Y el hombre se fue muy triste”…

Nos gustaría ahora prolongar esta conversación. Suponga¬mos que viene alguien a vernos para preguntarnos cómo puede reparar unas acusa-ciones, unas murmuraciones o unos insul¬tos. Le podríamos contar la misma historia, pero le añadiríamos algo muy importante. Le diríamos: «Tienes que hablar de nuevo de esta persona, pero para decir todo lo con-trario, es decir, hablarás de sus cualidades, de sus virtudes, de sus buenas intenciones. Como siempre hay algo bueno en cada criatura, lo buscarás y lo encontrarás. Y de esta forma, ¿repararé mi falta? No, esto no es posible porque las palabras pronuncia¬das ya han provocado destrozos en las re-giones invisibles, y hasta en las visibles, pero así crearás algo diferente que contrarrestará un poco tus anteriores palabras. Y cuando lle¬gue el momento en que el karma te obligue a pagar muy poco tiempo después, llegarán también las consecuencias de las buenas palabras que pronun-ciaste, y recibirás consuelo».

¿Que es una palabra? Es un cohete que recorre los mun¬dos, que desencadena fuerzas, que excita a ciertas entidades, y que provoca efectos irreparables. Sí, en realidad, los efectos son irreparables. Evidentemente si pudiésemos ponerles remedio de inmediato antes de que produjesen consecuencias, no se producirían daños, pero cuanto más tiempo pasa, más destrozos producen estas palabras. «Si, pero ya reparé puesto que di-je todo lo contrario. Por estas buenas palabras serás recompensado, pero por las malas palabras deberás pagar, es decir, serás castigado.» Y esto, muchos de nosotros no lo sabemos. Creemos que todo se puede reparar. No, mis queridos hermanos y hermanas, por¬que el bien y el mal que hacemos se dirige a dos regiones diferentes, a dos estratos diferentes. Las capas se superponen y no pueden recuperar las palabras que han sido lan-zadas porque se encuentran ya en otras capas terrestres o suprate¬rrestres. El tiempo es, pues, un factor formidable. Suponed que hayáis dado la or-den de cortar la cabeza de alguien y que los que deben ejecutar vuestras órdenes ya se han puesto en camino… ¿Qué podemos hacer para reparar cuando ya ha caído la cabeza? ¿Acaso la pegaremos de nuevo? Una vez dada una orden, ¿qué puede hacerse? Dar una contraorden, es decir, enviar a otros mensajeros, a otros servidores para que impi¬dan la ejecu-ción. Pero si ha transcurrido demasiado tiempo ya no podéis reparar. Por eso dijo Jesús: «Antes de que el sol se ponga, ve a reconciliarte con tus hermanos». Esto significa que se debe reparar inmediatamente el mal que se ha hecho a los demás. Pero el sol que se pone simboliza también el fi-nal de la vida, la muerte. No hay que esperar, pues, a estar en el otro mundo para pensar en reparar los crímenes o las trans¬gresiones que se han cometido porque la justicia, es decir, el karma, entra en acción y se tiene que pagar hasta el último céntimo. La mayoría de los humanos no saben cómo actúa la ley del karma: dejan hervir sus sentimientos, dicen cualquier cosa, pero un buen día el karma llama a su puerta y dice: «¡Venga! ¡Ahora, a pagar!» Hay que reparar, pues, de inmediato, sin es-perar el día siguiente, porque la palabra se va volando; se trata de una fuerza, de un poder, de un poder que recorre el espacio y actúa.
Debemos saber, no obstante que existe un poder más activo aún que la palabra: el pensamiento; y si nos ponemos a trabajar inmediata-mente con el pensamiento, podemos paliar nuestras palabras. Es difícil, desde luego, porque el pensamiento y la palabra pertenecen a dos regio-nes diferentes. La palabra per¬tenece al plano físico, es una vibración, un desplazamiento, de aire; mientras que el pensamiento pertenece ya al pla-no etéri¬co. Pero si queremos poner remedio a las consecuencias de nues¬tras palabras, podemos concentrarnos y pedir a los servidores del mundo invisible que impidan que el mal se produzca. De esta manera no repara-remos totalmente pero evitaremos lo peor. Debemos ser muy rápidos y nuestro pensamiento debe ser muy intenso, de lo contrario la orden de ejecución será decapitada (simbólicamente hablando).
Algunos se imaginan que basta con excusarse por el mal que han hecho. No, hay que reparar los daños; sólo así nos liberamos. Decir: «Lo siento mucho, perdóneme…», no es suficiente. Cuando nos hacen un re-galo, damos las gracias; pero la palabra gracias no equivale a lo que habéis recibido. De igual forma la palabra perdón no puede reparar el mal que hayamos hecho. Si hemos incendiado la casa de alguien, no basta con que vayamos a excusarnos; debemos construirle una nueva casa; sólo en-tonces seremos perdonados. Diremos: «Pero, ¿y si la persona que he per-judicado me perdona? No, el asunto no se arregla tan fácilmente, porque la ley y la persona no son la misma cosa; la ley no nos perdona sino que nos persigue hasta que hayamos reparado, (la ley del Karma es una medi-cina que nos despierta en nuestros errores para perfeccionarnos). Eviden-temente el que perdona da pruebas de nobleza, de generosidad, y se des-prende, se libera de los tormentos que le mantenían en las regiones infe-riores. Mientras que el que no perdona sufre, permanece fijo en la imagen de la persona que le ha hecho daño, piensa continuamente en ella, está mania¬tado, no avanza. Si Jesús dijo que hay que perdonar a los ene¬migos, fue para que el hombre se liberase de los pensamientos negativos y de los rencores que le consumen. Sí, se trata de una ley extraordinaria. Pero cuando perdonamos a alguien, no por eso queda el asunto totalmente zan-jado. El perdón libera al que fue maltratado, perjudicado o calumniado, pero no libera al que cometió la falta. Para liberarse el culpable debe re-parar.
Diremos: «Pero, ¿qué relación existe entre la palabra y la pure-za?» Las palabras que vienen del alma y del espíritu están inspiradas por todo lo más desinteresado y bello que hay. Son de una gran pureza, pues-to que despiertan algo divino en el hombre y no lo des¬truyen jamás. Con la palabra podemos limpiar, lavar y purificar a los seres. Como un torren-te, como un río que fluye, la pala¬bra puede lavarlo y purificarlo todo. Pe-ro si cambiamos la natu¬raleza de la palabra, podemos ensuciarlo todo. Hay, por tanto, que meditar a menudo sobre este tema y buscar aquellas pala¬bras con las que se pueda limpiar y purificar el corazón de los huma-nos. Sí, ¿cómo se puede purificar a los que tienen apeti¬tos y deseos grose-ros? La palabra es capaz de hacerlo, pero tiene que venir de muy arriba. Pero los hombres nunca han pensado que la palabra puede ensuciar o pu-rificar a los seres, y aunque alguien se lo diga, no lo creerán.
La pureza de la mirada, de la palabra, del gesto, de los sentimien-tos, del pensamiento, de la intención, hacen que el hombre sea casi una divinidad. Sólo que para este trabajo gigantesco no hay muchos candida-tos, porque la gente no se da cuenta de su importancia. Únicamente los Iniciados buscan verdadera¬mente la pureza, porque saben que si no la buscan, si no la viven intensamente, no llegarán a nada. No es la opinión pública la que cuenta para ellos. Un Iniciado quiere ser puro ante el Cie-lo; para eso trabaja día y noche y no le importa la opinión que los demás tengan de él. ¿Qué puede hacer la opi¬nión pública? Si un hombre es im-puro, aunque ésta lo crea puro, no puede purificarlo; y si es puro, aunque le calumnie, no puede ensuciarle.

Un relato curioso:

“ Un día Ramakrisna estaba en casa de un amigo, haciendo lo que más le gustaba hacer: hablar de Dios. Entre el grupo que le es-cuchaba había un hombre muy educado que se consideraba un inte-lectu¬al; Mientras escuchaba a aquel flaco hombrecito que no poseía ningu¬na educación académica y que ni siquiera sabía leer, su ego (refiriéndome al orgullo de la naturaleza inferior), empezó a hin-charse. Creía que su educación moderna le había ¡liberado! De las antiguas tradiciones religiosas de la India que mantenían encadena-do al pue¬blo con dogmas y rituales. Para demostrar su refinamiento, empezó a conversar con Ramakrisna de un modo que pensaba de-mostraría sus propios conocimientos y la ignorancia del santo.
Cuando Ramakrisna empezó a hablar a propósito de la me-ditaci¬ón sobre el nombre de Dios o sobre uno de los muchos man-trams, o no¬mbres existentes para la divinidad en la cultura India, el hombre empezó a discutir con él. Sacó a relucir toda clase de trucos verba¬les e base de lógica y razonamiento. ¡Él pondría en evidencia a este loco ignorante y mostraría la ridiculez del uso de los man-trams!. Ramakrisna contuvo sus palabras durante un rato y, luego cu¬ando el hombre hizo una pausa en su discurso, le gritó ¡»Cállate, idiota»!.
Esta imprevisible respuesta dejó completamente estupefac-to el pseudointelectual, ya que nunca hubiera esperado tal reacción de aquel santo tranquilo y gentil. El hombre quedó sin habla. Em-pezó a respirar con dificultad y se sentó, reprimiendo a duras penas su ira. Le habían humillado ante toda aquella gente a quien había querido impresionar.
Ramakrisna continuó dirigiéndose a los demás, mientras el hom¬bre estaba a punto de estallar. Luego, al cabo de un rato, se volvió hacia él y le dijo: » Le ruego que me perdone, señor. No vea esto como un ataque personal, sino más bien como una lección para todos los presentes. Considere el estado en que se encuentra ahora: su corazón late con rapidez, la sangre corre a toda velocidad por sus ve¬nas. Está irritado, jadeante, y todo a causa de una PALABRA. Reflexione sobre esto, y luego considere le que puede suceder si se repi¬te a sí mismo el nombre de Dios «.

Las palabras y los sonidos tienen poder de afectarnos profunda-mente. Hemos experimentado muchas veces que los diferentes sonidos, o músicas, alteran nuestro estado de animo, emoción y pensamientos; a ve-ces, dependiendo de la canción, pasamos de la alegría a la nostalgia, del movimiento incontrolado de un Rok al romanticismo de una balada. Y todo esto sin control alguno. Ciertamente la música, la letra, los sonidos y el ritmo, pueden hacer en nuestro interior lo que quieran….. Sabemos, también, que una palabra de insulto que aten¬te contra nuestra persona, como: idiota, estúpido, feo, cabezón etc, etc. (por no nombrar otras de índole más agresivas), producen en nuestro Microcosmos un desequili-brio, una alteración nada deseable para nuestro objetivo espiritual. Tam-bién debemos diferenciar y conocer, que las mismas palabras entonadas de diferente manera producen efectos, también diferentes. El TONO es fundamental, junto a la intención con que se pronuncia.

No en vano una de las premisas esenciales en el Sendero Espiri-tual, sin la cual nada verdaderamente importante se puede realizar nos di-ce que:

“Antes Que La Voz Pueda Hablar En Presencia De
Los Maestros, Tiene Que Haber Perdido El Aguijón Para Herir”

La palabra mágica:

«Aprended a hablar con amor y dulzura, no sólo a los seres humanos sino también a los animales, a las flores, a los pájaros, a los ár-boles, a toda la naturaleza, pues es una costumbre divina. El que sabe pronunciar palabras que inspiran, que vivifi¬can, posee una varita mágica en su boca, y nunca pronuncia estas palabras en vano porque siempre, en la naturaleza, uno de los cuatro elementos, la tierra, el agua, el aire o el fuego, están ahí, atentos, esperando el momento de realizar todo lo que hemos expresado. Puede ocurrir que la realización se produzca muy lejos de aquél que ha proporcio¬nado los gérmenes, pero sabed que siempre se pro¬duce. Así como el viento transporta las semillas y las siembra muy le-jos, también nuestras buenas palabras vuelan y producen lejos de nuestros ojos resultados magníficos. Si aprendemos a dominar nues¬tros pensa-mientos y vuestros sentimientos, a pone¬rnos en un estado de armonía, de pureza, de luz, nuestra palabra producirá ondas que actuarán bené¬ficamente sobre toda la naturaleza».

Existen dos categorías de Magos: los que practican la magia con la ayuda de un instrumento, y los que la practican únicamente por el Poder del VERBO. Estos últimos están evolucionados porque su instrumento mágico es la boca, el Verbo. No está separada de ellos, no los abandona, mientras que los otros se ven obligados a tener una “va-rita” en las manos, y la “varita” siempre es algo externo a ellos. El Caduceo es el atributo de Mercurio, dios de la Magia, y Mercurio rige a un tiempo la boca, la palabra y las manos. Pero este poder del Verbo el hombre puede reencontrarlo, a condición de comenzar un trabajo de TRANSFORMACIÓN INTERIOR. Este trabajo que ha sido enseñado siempre en la Iniciación, empieza con el dominio de los pensamientos y los sentimientos. Porque si las personas hablan sin darse demasiada cuenta de lo que dicen y del por qué lo dicen, es a causa de que no controlan ni sus pensamientos ni sus emociones. Y además lo saben, pero creen que no tiene importancia. Pues SÍ, SÍ TIENEN IMPOR-TANCIA, Y MUCHA…

LOS MANTRAMS

INTRODUCCIÓN

Un MANTRAM es una energía mística dentro de una estructura de sonido. Todo mantram encierra en sus vibraciones un determinado poder. Por medio de la concentración y repetición se libera su ener¬gía y ésta toma forma. Cada Mantram está construido a partir de una combina-ción de número de “sílabasemilla”, que combinados sabiamente, produ-cen resultados extraordinarios en todos los campos Macro y Microcósmi-cos. Se ha dicho que «el principal agente por el cual gira feno¬ménicamente la rueda de la naturaleza, es el SONIDO», porque el sonido o palabra original pone en vibración la materia de la cual están hechas todas las formas, e inicia esa actividad que caracte¬riza hasta los átomos de la sustancia.

El significado literal de la palabra mantram consta de dos partes o sílabas:
MAN = Mente «pensar».
TRA = Control «proteger o liberar».
Permítaseme agregar que el sonido es verdaderamente potente, más de lo que el hombre pudiera imaginar, sólo cuando el Discípulo ha aprendido a subordinar los sonidos menores de los cuerpos de la persona-lidad inferior, y a medida que se reduzca el caudal de palabras habladas, cultivándose el SILENCIO, se sentirá el poder de la Palabra en el mundo físico. Únicamente cuando las innumerables voces de la na¬turaleza infe-rior sean silenciadas, se sentirá la Presencia de la “VOZ que habla en el Silencio”. Sólo cuando se desvanezca el ruido de muchas aguas en el re-ajuste de las emociones, se oirá la clara no¬ta del DIOS de las Aguas.

MANTRAM YOGA

El significado esotérico de mantram Yoga podría traducirse con-cretamente como «el poder de la voluntad y del sonido actuan¬do sobre los agentes dévicos». Un Mantram, de la clase que sea, es siempre un Sonido, una orden directa lanzada a los éteres afectando un determinado tipo de devas, los cuales responden al mismo y lo traducen en acción concreta y definida. Hay que te¬ner en cuenta que el Mantram es, ante to-do, una Invocación, y que la respuesta a esta invocación será siempre en orden a la calidad de la misma. Extremando el significado del tema po-dríamos decir que «hablar» es «invocar», desde el ángulo esotérico, y que se le recomienda muy especialmente al aspirante espiritual que hable po-co y piense correctamente, pues hablar y pensar mucho implica cargar los éteres con una serie de sonidos que converti¬dos en colores, atraen multi-tud de elementos dévicos, los cuales se introducen en el aura etérica y precipitan determinados hechos.
Mantra Yoga. Esta es la ciencia del sonido, la ciencia de cómo usar el sonido para afectar a la materia, al cuerpo, a las emo¬ciones y a la mente, y para controlar las energías de la naturaleza. El principio funda-mental del Mantra Yoga es que toda la existencia tangible e intangible es-tá sólo constituida por diferentes géneros de vibraciones. Toda la existen-cia es una condensación de energías. El hombre puede controlar toda la existencia, si se le da la clave de la vibración correcta para manipular la materia, controlar las ener¬gías y crear las formas. El hombre puede ir más allá de esto y, a través del uso de los mantrams, expandir su consciencia y volverse sensible a las impre¬siones cósmicas y divinas, y dirigirlas a otras existencias a través de la ciencia del Mantra Yoga. Los grandes Guías o grandes iniciados, usando esta ciencia del sonido, formulaban palabras, frases y versos sagrados para fomen¬tar la expansión de la consciencia de la raza, y para darle un arma poderosa a usar para la evolución del hom-bre. Estas palabras, fra¬ses o versos sagrados son intraducibles, porque es-tán formados se¬gún la ciencia de la vibración, y un leve cambio de pro-nunciación los hace inútiles. Deben entonarse del modo apropiado, con el tono, el ritmo y el movimiento correctos del cuerpo.
Algunos ecos de estos mantrams se hallan en los Vedas cono¬cidos, en el budismo, después en los Salmos, en el Nuevo Testamento, en el Corán, y en los escritos de los padres de la primitiva iglesia cristia-na. En las iglesias cristianas, el Mantra Yoga presen¬tándose como salmos e invocación. Especialmente en las iglesias ca¬tólica romana, rusa y armé-nia hay modos poderosísimos de salmos, si no se hacen mecánicamente. El Rosario y el Tesbeeh se usan llevando la cuenta del salmo rítmico. El uso primordial de estos mantrams era acrecentar el poder del culto y de la adoración mediante la liberación de la belleza interior latente en el hom-bre, haciéndole más aspiracional, extendiéndole hacia lo supremo y, en-tretanto, sensibilizándole más hacia las ener¬gías liberadas. El mantram-Yoga es un ejercicio universal que empezó a actuar desde el momento mismo en que el ser humano, en el inicio de las primeras Razas, empezó a emitir sonidos, guturales al princi¬pio, organizados más adelante, hasta convertirse en un definido lenguaje. Hay que pensar pues que los prime-ros sonidos emiti¬dos, como expresión de una naturaleza primitiva, no po-dían in¬vocar ni atraer elementos dévicos (angélicos) de elevada jerarquía, sino gru¬pos de entidades elementarias (el aspecto más inferior de los de-vas) que utilizaban dichos sonidos para crear las condiciones normales, naturales y armónicas que precisaban aquellas primitivas sociedades humanas. Tengamos en cuenta también que nuestro Universo con todo su contenido es el resultado de un Sonido, del poder de un Mán¬tram, de una Palabra o Verbo emitido por la gloriosa Entidad que llamamos Logos o Dios. Esos Devas cósmicos se hacen eco de este Poder o de este Verbo y lo descomponen en una indescriptible gama de sonidos menores y a tra-vés de las infinitas jerarquías dévicas a sus órdenes van creando con la materia vital o «sus¬tancia de creación» coexistente en el éter del espacio, todas las formas que constituyen el Universo. Desde tal punto de vista puede ser afirmado que cada ser, cada cosa y cada átomo de substancia de no importa qué procedencia, desde lo más exaltado a lo más humilde, constituyen una escalera misteriosa de Sonidos que se extiende desde el Verbo solar AUM «Hágase la Luz» hasta la pequeña vocecita o sonido que emite el más insignifican¬te electrón dentro de un átomo. En todo caso, esta escala de sonidos viene regida por una inmensa Jerarquía dévi-ca que uti¬liza su poder para crear aspectos objetivos como un árbol, una roca o una nube, o subjetivos, como una característica psicológi¬ca huma-na o un ambiente social. Los Guías de la raza desarrollaron gradualmente esta ciencia, la Ciencia de los Mantrams, y a través de ésta labraron pie-dras, cons¬truyeron enormes templos, refinaron el oro y otros metales. De-rri¬tieron enormes montañas de nieve. Controlaron poblaciones. Invo¬caron el fuego y la lluvia, limpiaron las epidemias y trasladaron continentes.
El Mantra Yoga fue la madre de la música sacra, a través de la cual los Guías de la raza construyeron puentes entre la humanidad y otros reinos subjetivos. Edades después, algunos de estos mantrams fueron da-dos a quienes estaban purificados física y emocionalmente, a quienes es-taban llenos de aspiración y amor, y a quienes estaban bien adelan¬tados en el Sendero de la Iniciación. Ellos notaron que si un hombre no estaba purificado física y emocionalmente y no tenía buenos motivos en su cora-zón, podía ser peligrosísimo usando el Mantra Yoga, puesto que éste saca energías ardientes de la naturaleza, que pueden sobre estimular a los cen-tros inferiores y colocarle en un torbellino de energías sobre los cuales no tiene control alguno.

Se nos dice que hay muchos tipos de mantrams usados para diferentes fi-nes, por ejemplo:

a) Mantrams para desarrollar o abrir los centros etéricos.
b) Mantrams que liberan las energías superiores de los planos supe-riores del hombre y expanden su consciencia.
c) Mantrams que sacan energía de los centros planetario, solar y cósmico.
d) Mantrams que evocan al verdadero Yo Interno.
e) Mantrams para invocar la protección de los ángeles.
f) Mantrams para usar en la curación y la limpieza y para magneti-zar el suelo.
g) Mantrams para protección respecto de las fuerzas oscuras.

Cuando un mantram se pronuncia correctamente:

1º. PROTEGE. 2º. GUÍA. 3º. ILUMINA.

Cada mantram tiene su propia potencia de sonido, su propósito, su símbolo, su procedimiento y su dimensión temporal. Hay varios man-trams que la tradición ha consagrado como muy útiles y eficaces, espe¬cialmente cuando uno no tiene posibilidad de seguir en su trabajo interior las directrices dadas por un auténtico Maestro. Cite¬mos algunos de ellos aunque sólo sea a título de curiosidad:

OM
OM NA MA SI VA YA
OM NA MO NA RA YA NA YA
SO´HAM
OM MANI PADME HUM

GAYATRI: OM BHUR BHUVA SUVAHA
OM TAT SAVITUR VARENYAM
BHARGO DEVASYA DHIMAHI
DHIYO YONAH PRACHODAYAT

(El Gayatri es uno de los mantrams más antiguos y sagrados que existen)

En Occidente el pronunciar unas frases en sánscrito nos parecerá por lo menos extraño y muy alejado de nuestros hábitos culturales, a pe-sar de la indudable resonancia, honda y agradable, que la musicalidad del sánscrito pueda despertar en nuestro interior.
Esta práctica, aunque también suene extra¬ña a nuestras costum-bres, es excelente por sus resultados. La constante repetición de un man-tram se convier¬te en un automatismo que absorbe poco a poco el vaga-bundeo habitual de la mente, de modo que al silenciar voluntariamente la frase o mantram se produce un verdadero silencio mental. Por otra parte, el repetir sin cesar una frase que encierra la afirmación de la cualidad fundamental que queremos desarrollar, condi¬ciona profundamente la mentalidad de modo que facilita la actualización de la cualidad o estado que la frase representa. Se afirma en la India, y lo demuestra la experien-cia de varios yoguis famosos, que esta sola práctica es su¬ficiente, si se ejecuta con la debida perseveran¬cia, para alcanzar los más altos estados de rea¬lización espiritual. En Oriente se considera que el mantram por ex-celencia lo constituye la sílaba AUM, que se pronuncia OM. Se la consi-dera la palabra sagrada, el Pranava.

INTRODUCCIÓN AL MANTRAM SAGRADO “ OM ”

“AUM” “OM”, ES LA PALABRA DE GLORIA; significa “EL VER-BO HECHO CARNE”, y la manifestación del segundo aspecto de la di-vinidad (el aspecto AMOR) en el plano de la materia. Este resplandecien-te surgimiento ante el mundo de los hijos de la rectitud, se alcanza me-diante una vida, dedicada al propósito Divino. Los estudiantes deben re-cordar que existen TRES PALABRAS o Sonidos Básicos, en manifesta-ción, en lo que concierne al reino humano, y son:

1º. LA PALABRA O NOTA DE LA NATURALEZA. Es la pala-bra o sonido de todas las formas que existen en la sustancia del plano físico, que comúnmente, como se sabe, lo emite la Nota “FA”. El Ocultista Blanco nada tiene que ver con esta nota, porque su trabajo no consiste en acrecentar lo tangible, sino en manifestar lo subjetivo o intangible. Es la palabra del Tercer Aspecto; el as-pecto Brahama o espíritu Santo (inteligenciaactiva).

2º. LA PALABRA SAGRADA. Es la palabra de Gloria, AUM “OM”. Es el Pranava, el Sonido de la Vida Consciente misma, cuando es ex-halada a todas las formas. Es la palabra del Segundo Aspecto o AMORSABIDURÍA, y así como la Palabra de la Naturaleza, al ser emitida correctamente, provee a las formas destinadas a revelar el ALMA o segundo aspecto, también Pranava, cuando se expresa co-rrectamente pone de manifiesto al PADRE o ESPÍRITU, por medio del Alma. Es la Palabra de los HIJOS DE DIOS ENCARNADOS, y un Gran Misterio de Misterios, que será revelado en la medida en que el discípulo agudice su grado de intuición.

3º. LA PALABRA PERDIDA. La Masonería ha preservado el concepto de esta palabra perdida. Es la Palabra del Primer Aspecto, el aspecto ESPÍRITU o VOLUNTAD; sólo el Iniciado de tercer grado puede realmente comenzar la búsqueda de esta Palabra poderosa, pues sólo puede encontrarla el alma libre. Esta Palabra está vinculada a las ini-ciaciones superiores, por lo cual no tiene objeto que la consideremos más.
OM es la Palabra Sagrada, es una de las palabras más antiguas. Hace cinco mil años, y probablemente mucho más, era utilizada por los an-tiguos místicos y sacerdotes sumerios como un sonido secreto. Cuando las tribus IndoArias se trasladaron hacia el este, estableciéndose en la india Septentrional, trajeron consigo la preciada y sagrada sílaba “OM”. En las más antiguas escrituras hindúes “OM” siempre ha ocupado un lugar pro-minente. Casi todos los Mantrams e himnos comienzan y terminan con OM. Esta sílaba se utiliza también como Mantram, siendo considerado el más poderoso de todos. Todavía existen en la India incontables leyendas que aseguran que si una persona pronuncia el OM con la nota vibratoria adecuada y con perfecta concentración, puede alcanzar todos los “SIDD-HIS” o poderes, que le permitirá realizar todo tipo de milagros. Así como en grado perfecto, permite el ALINEAMIENTO, CONTACTO y FUSIÓN con nuestra Alma Divina o Ángel Solar, lo cual es la verdadera meta para el aspirante en el sendero ocultista.

El OM es la Nota de la LIBERACIÓN; de la liberación de la pri-sión de las formas, del maya, de los hechizos e ilusión y de la influencia de la triple personalidad, que fue creada por el AUM, como creación ne-cesaria para la evolución del Alma a través de las formas o materia. Es sólo en el Reino Humano donde el OM se siente y eventualmente se oye. El OM permite que la PERSONALIDAD y el ALMA empiecen a fundir-se entre sí, y el hombre trabaja bajo la guía consciente del ALMA. El OM se usa para la liberación, para el desapego, para la elevación y para espiritualizarse. Le transporta al mundo amorfo, a la expansión de su conciencia y la enfoca progresivamente en los Planos Superiores. Es un mantram necesario, potentísimo y debe ser entonado por el aspirante en su marcha hacia la perfección.

Otros aspectos sobre el AUM y el OM:

A = Sonido sagrado comunicado a SHIVA, el que da forma al as-pecto VOLUNTAD o ESPIRITU. Es la palabra por la que ac-túa Dios Padre.

U = = Comunicado a VISHNU, Dios HIJO. Es el constructor de la forma y proporciona el cuerpo que ha de ocupar el espíritu, po¬sibilitando la encarnación Divina.

M = = Comunicado a BRAHAMA, que en su obra de proporcionar energía enlaza en Inteligencia Activa, el espíritu y la forma, al YO y el NOYO.
Al entonar el OM en realidad estamos liberando las notas verda-deras de cada ÁTOMO en les tres planos, y sincronizándolas con la nota del ALMA. Este es el Gran Proceso de adaptación a la nota interior, y el Gran Proceso de TRANSMUTACIÓN y TRANSFIGURACIÓN. El OM no sólo unifica y alinea con el YO SUPERIOR, sino que crea una sinfonía de colores que atrae la atención de los DEVAS o Ángeles en las esferas. Estos seres le transfieren más bendiciones y paz y causan la ex-pansión de la CONCIENCIA. Así mismo cuando su nota se estabiliza, y halla su clave verdadera, su MAESTRO vuelve su mirada sobre él y gra-dualmente se le permite que entre en sus clases Sagradas en los Planos Sutiles.

EFECTOS PROVOCADOS POR EL TRABAJO EN “OM”

Ahora nos dedicaremos a resumir, esquemáticamente, lo que su-cede en cada uno de los TRES CUERPOS, cuando entonamos el man-tram OM desde el centro de la conciencia, desde el ALMA, como debe hacerse. “… Entone la Palabra Sagrada tres veces exhalándola sua-vemente, la primera vez, afectará al vehículo mental; más fuerte la segunda vez, estabilizará el vehículo emocional; y aun más grave la tercera vez, actuará sobre el vehículo físico. El efecto sobre cada uno de los tres cuerpos es triple, y consistirán en:

En Los Niveles Mentales:

A. Establecer contacto con el centro de la cabeza, haciéndolo vi-brar. Aquietar la mente inferior.
B. Vincularse con el EGO (ALMA) en mayor o menor grado, pe¬ro siempre, en cierta medida, por medio del átomo permanente.

C. Expulsar las partículas de materia grosera y construir otras más refinadas.

En Los Niveles Emocionales:

A. Estabilizar definitivamente el cuerpo emocional, medi¬ante el átomo permanente, haciendo contacto con el cen¬tro del cora-zón, activándolo.

B. Expulsar la materia grosera, tornando más incoloro el cuerpo emocional o de deseos, para que sea un reflector más exac¬to de lo superior.

C. Producir un súbito efluvio de sentimientos, desde los niveles atómicos del plano emocional al INTUICIONAL mediante el canal atómico, que existe entre ambos, el cual ascenderá y cla-rificará el canal.

En Los Niveles Físicos:

A. Aquí el efecto es muy similar y se siente principalmen¬te en el cuerpo etérico, estimulando la afluencia divina.

B. Se extiende más allá de la periferia del cuerpo y crea una envol-tura protectora. Rechaza los factores inarmó¬nicos que extienden su influencia al medio ambiente.

(Hay, por supuesto, un sin fin más de efectos primarios y secun-darios que se producen al entonar el OM adecuadamente. Sin embargo, lo anteriormente expuesto será suficiente, por el momento, para encarar o justificar su uso en las prácticas de meditación ocultistas, que deberá rea-lizar el estudiante sincero).

FORMAS DE PRONUNCIACIÓN. Hay tres formas de pronunciación: En viva VOZ, SUSURRADA y MENTALMENTE. De las tres la más poderosa es la Mental o silenciosa. Aunque se entonará de acuerdo al propósito y lugar.

Usted tiene también la nota del Ángel Solar, con el que trata-rá de sincronizar sus notas. En realidad, la Palabra Perdida es el alma humana. El hombre debe tratar de encontrar su nota verdadera y entonar el OM sobre esa nota. Una vez que halle su nota verdadera, podrá ento-narla hacia sus mundos físico, emocional y mental, causan¬do en ellos una gran purificación, refinamiento y transfiguración. No es fácil encontrar la nota del Ángel Solar; se nos dice que éste es uno de los secretos de las iniciaciones. Cuando el tiempo esté maduro y cuando sus tres cuerpos es-tén alineados y hayan en¬trado en un nivel alto de purificación, entonces su Ángel Solar le da la clave. Esto puede ocurrir en una de sus meditacio-nes, o en uno de sus contactos superiores en los niveles sutiles. Se nos dice que nuestro Ángel Solar está en meditación pro¬funda desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte, e incluso des¬pués. La meditación, para el Ángel Solar, significa absorber el Plan divino, digerirlo e irradiarlo hacia los tres mundos de la experiencia humana, tan lejos como el alma humana pueda registrarlo y ejecu¬tarlo. El Ángel Solar es una parte de la Jerarquía Espiritual. Tiene su propio sendero de desarrollo y servicio en el Plan divino y en el Propósito divino. Aparte de sus deberes hacia el alma humana, tiene su propia evolución, en su propio plano de la existen-cia. La meditación es muy importante para un ser humano, porque a tra-vés de la meditación él se recoge y entra en el cargo de la radia¬ción del Solar. Esto le eleva más, le despierta más, y le ayuda a desidentificarse de los encantamientos de los tres mundos inferiores.

ASPECTOS ESOTÉRICOS MÁS PROFUNDOS

Como es sabi¬do, la investigación esotérica estudia los fenómenos de la Vida en cualquier plano o nivel de la Naturaleza, desde sus causas iniciales o fuentes más elevadas de producción, es decir, a partir de la Vo-luntad del Creador; de ahí que todos los fenó¬menos biológicos, geológi-cos, psíquicos, etcétera, concurren¬tes en la vida expresiva del planeta, son estudiados a partir de sus aspectos universales hasta hacerlos converger en la vida particular o individual, cerrando así el ciclo misterioso de la Creación en lo que al ser humano se refiere. Recurriendo esotéricamente a los significativos textos de los antiquísimos libros sagrados de las gran-des religiones de la humanidad, cunas de la verdadera sabiduría, hallamos estas curiosas y al propio tiempo trascendentales afirmaciones con res-pecto a la Creación del Universo, que es una expresión total de la Magia suprema del Creador. En unos himnos védicos de la más lejana antigüe-dad se halla escrito: “El Supremo RISHI habló y llenó de mundos el Uni-verso”. Otros viejísimos poemas orientales expresan la idea mágica de la Creación de la siguiente manera: “El Triple Canto del Gran Señor el AUM y la Cuádruple respuesta del Espacio produjeron todas las Formas del Universo”. En ambas afirmaciones como ustedes podían observar se menciona aquello que en el más puro tecnicismo podríamos definir como el Poder de la Palabra o la Gracia Infinita del Verbo. Siguiendo con la analogía podríamos decir que el triple Canto AUM tiene su adecuada ré-plica en el Mandato bíblico «HÁGASE LA LUZ» con respecto a la Crea-ción del Universo. Partiendo de esta conocida frase bíblica podríamos imaginar que la Cuádruple Respuesta del Espacio a la cual hacen referen-cia los poemas orientales podrían tener su relación con la fórmula sacra-mental del Evangelio HÁGASE SEÑOR TU VOLUNTAD, que entonces adoptaría un sentido creador o mágico y no solamente místico tal como hasta aquí fue considerada con referencia a la Vida de Cristo.
Este aspecto mágico de la Naturaleza no ha sido quizás todavía interpretado en términos de «Creación de Formas», sino que fue explica-do siempre de acuerdo con las tradiciones y supersticiones del pasado que les asignaron a los «espíritus de la Naturaleza» técnicamente descritos en nuestros estudios esotéricos como «Ángeles o Devas» un carácter mis-terioso y oculto, solamente al alcance de los sabios alquimistas o al de aquellos raros conocedores de las leyes que rigen la Natu¬raleza a quienes con mayor o con menor acierto les fue adju¬dicado el nombre de MAGOS, es decir, de «intérpretes de la Ley y Hacedores de su Justicia», tal como rezan antiquísimos poemas místicos. Pero, esta afirmación de «Hacedores de su Justicia», es sólo un aspecto unilateral dentro del concepto de la MAGIA, habida cuenta de que existen dos interpretaciones totalmente distintas de la misma: la TEURGIA, o Magia Blanca, y la GOECIA, su expresión incorrecta o Magia Negra. La MA¬GIA, como sistema de Crea-ción tiene un solo sentido: la subs¬tanciación de las ideas y su conversión en formas, pero en su aspecto intencional tiene una doble motivación, la expresión correcta y adecuada de acuerdo con las sagradas leyes de la fra-ternidad, que expresan el verdadero sentido de la evolución, y la inade-cuada e incorrecta que depende de la desvirtua¬lización del principio de fraternidad y obedece a aquellos ex¬traños y desconocidos móviles subya-centes en la vida íntima de la Naturaleza, que degeneran en el principio de egoísmo que crea todo posible centro de conflictividad en el Universo, en el planeta y en el hombre… Ocultamente se nos habla de la existencia de un «Mal Cósmico», sabiamente organizado, que al parecer produce las semillas de todas las posibles perturba¬ciones en el orden universal y pla-netario y determina lo que podríamos calificar de «un mal karma en la vi-da de la Natura¬leza» o en la del ambiente social humano.
El conocido axioma esotérico «La Energía sigue al Pensamien-to» tiene que ver con el dinamismo de la acción dévica la cual representa en su totalidad la Activi¬dad Creadora de la Divinidad, místicamente el Espíritu Santo el aspecto MADRE de la Creación, Sustentadora de todas las Formas del Universo. La Magia Suprema del Universo tiene como fi-nalidad crear vehículos de Materia para la intencionalidad del Espíritu Creador. Esta Intencionalidad y la forma de representarla en Espacio y Tiempo toman esotéricamente los conocidos símbo¬los del VERBO y del CALIZ, expresando el Verbo la Palabra de la Divinidad, llena de Volun-tad de SER, y siendo el Cáliz el Universo físico que ha de contenerla. Esotéricamente a esta Voluntad o Intencionalidad Divina se la define co-mo «La PA¬LABRA ORIGINAL», descompuesta en dos sonidos bási-cos, representativos de la dualidad ESPIRITUMATERIA, que eso¬téricamente conocemos como el doble Sonido O.M, el cual convertido en Idea creadora da origen al axioma oculto ante¬riormente señalado, «La Energía sigue al Pensamiento», siendo el triple Sonido A.U.M. la base sobre la cual se apoya la estruc¬tura material de la evolución, aportando cada uno de tales soni¬dos, alguno de los principios fundamentales me-diante los cuales el Espíritu Divino podrá manifestarse.
La Magia suprema del ser humano, el destino de su vida y su sendero de proyección cósmica se extiende consciente¬mente a través de aquel sutilísimo «hilo de luz» destilado de la mente del discípulo en pro-ceso de integración espiritual llamado esotéricamente «Antakarana», y va del Centro Ajna al Centro Coronario, es decir, desde el intelecto a la intuición. En el centro intelectual, o mente concreta, se inicia el gran re-corrido y la gran transmutación creadora que ha de conver¬tir el A.U.M. en el O.M. De ahí la importancia que se le asigna ocultamente al centro del entrecejo en orden al desarrollo de la Magia organizada que opera a través de cada uno de los centros de conciencia, haciendo resonar su par-ticular nota invo¬cativa e irradiando el magnetismo especial que a cada uno de tales centros corresponde, para «dinamizar» el espacio con el tipo definido de éter que ha de substanciar, concretar u obje¬tivizar las requeri-das formas etéricas, psíquicas o mentales cuya elaboración o construcción constituyen el secreto mismo de la Magia. Sin embargo, sólo cuando el intelecto o la mente individual concreta ha profundizado mucho en el or-den oculto y es capaz de controlar conscientemente sus reacciones psico-lógicas más íntimas, lo cual es un signo evidente de que ha construido un gran tramo del luminoso «puente de luz» del Antakarana que va de la mente inferior a la superior, puede penetrar algunos de aquellos secretos o misterios que ocultamente definimos como «Magia organizada».