LA MANSEDUMBRE La Tranquilidad y sus sinónimos; dulzura, suavidad, bondad, docilidad, apacibilida…

12 julio 2009

LA MANSEDUMBRE

La Tranquilidad y sus sinónimos; dulzura, suavidad,
bondad, docilidad, apacibilidad.

Para alcanzar la perfección piensa en qué consiste
la mansedumbre.

Serás manso de corazón si no te dejas arrastrar
por la ira que se levanta en tu interior cuando
ocurren hechos adversos o al recibir una injuria.

Dosificarás la palabra si a todos hablas con claridad,
y evitas las contiendas y querellas o las palabras
ásperas u ofensivas.

Serás manso de obra si en lugar de vengarte del
que te haya injuriado o de devolver mal por mal,
haces favores, excusas al que te ofende, y ruegas
a Dios para que le perdone.

«Tienes que ir por el mundo haciendo que las
«distancias largas» sean cercanas y convertirás
muchos problemas en ventajas».

Ignora el daño, el dolor, la molestia, pues no te
dejarán conocer la condición de la mansedumbre
y la paz de espíritu.

Por eso, cuando sientas la mansedumbre en tu alma
será como la brisa que vague por el bosque; será
vehemente como el fuego, y quieta como las
cumbres.

Unifica tus ojos y oídos para mirar y escuchar al
unísono en paz y calma, para que no caigan en
la confusión y el desorden, pues, cuando pongas
primero la mansedumbre en tu espíritu, podrás
ver y escuchar la verdad.

Mantente firme en tu propio corazón; sólo entonces
puedes lograr la mansedumbre.

El ser manso no significa no luchar.
«Cualquier persona en el mundo se dispone a
combatir en un minuto si se siente animado, pero
cuando se trata realmente de luchar, es poseído
por la energía»

Verás que llevando siempre la mansedumbre, tu
espíritu tendrá mucho más energía para luchar
cuando se presente la ocasión.

Utiliza el orden para enfrentarte al desorden, utiliza
la calma para enfrentarte con los que se agitan,
y así habrás dominado tu corazón y las fuerzas oscuras.

Si tu corazón está totalmente abierto y tu mente en
orden, serás capaz de adaptarte a responder sin
límites, a manejar los acontecimientos de manera
infalible, a enfrentarte a dificultades graves e
inesperadas sin turbarte, dirigiendo cada cosa sin
confusión.

Evita la confrontación inútil. No intentes ir contra la
corriente o cuesta arriba ni tampoco cuesta abajo
con mucha carga, como pensar que hay enemigos
donde no los hay….

Ludy Mellt Sekher
Extracto de «El Despertar»


CREO EN MÌ Creo en mis caminos, en esos que duelen pero que rinden frutos. Creo en el sendero de…

11 julio 2009

CREO EN MÌ

Creo en mis caminos,
en esos que duelen pero que rinden frutos.

Creo en el sendero de la verdad,
en el sendero difícil.

Creo en mi alma,
en esa porción agazapada de mí.

Creo en mis palabras,
en mis frases,
en mis abrazos y en mis miradas.

Creo en quien soy y por lo tanto,
en quien a pesar de las derrotas,
no tengo intenciones de dejar de ser.

Creo en mi sueño,
en el magnífico sueño que seguiré construyendo,
hasta que no me queden más fuerzas para creer.

Creo en el destino,
en mi historia,
en mis pasos y en mi experiencia.

Creo en mis ganas de dar,
y creo en un mundo maravilloso
que espera recibir mi gota de cariño.

Creo en la amistad,
en los besos,
la lluvia,
las sonrisas y los secretos.

Creo en mi esfuerzo por creer,
en mis ganas de creer.

Creo en Dios,
en la vida
y en la magia con la que toca todas las cosas.

Creo en el destino y en un futuro de recompensa
para quienes afrontan el desafío de ser fieles
a sí mismos.

Creo en mí,
sobre todo creo en mí,
cuando caigo,
cuando no tengo fuerzas,
cuando el viento sopla y mis velas ceden,
sigo creyendo en aguantar y en volver
con todas mis fuerzas para seguir
y seguir creyendo,
y seguir andando
y seguir viviendo.

Creo en los sentimientos que puedan hacer
de cada día un sol distinto y por supuesto…:

Creo en el Amor y en ese modo indescriptible
de estar parado ante la vida, en esa manera
intrépida de hacer transcurrir el tiempo,
en esa forma tan peligrosa y a la vez tan
excitante de tener el corazón abierto.

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