¿POR QUE LA ANGUSTIA?

30 abril 2010

Angustia

La angustia

(etimologia: del indoeuropeo anghu-, moderación, relacionado con la palabra alemana angst)

es un estado afectivo de carácter penoso que se caracteriza por aparecer como reacción ante un peligro desconocido o impresión. Suele estar acompañado por intenso malestar psicológico y por pequeñas alteraciones en el organismo, tales como elevación del ritmo cardíaco, temblores, sudoración excesiva, sensación de opresión en el pecho o de falta de aire (de hecho, “angustia” se refiere a “angostamiento”). En el sentido y uso vulgares, se lo hace equivalente a ansiedad extrema o miedo. Sin embargo, por ser un estado afectivo de índole tan particular, ha sido tema de estudio de una disciplina científica: la Psicología, y especialmente del Psicoanálisis, que ha realizado los principales aportes para su conocimiento y lo ha erigido como uno de sus conceptos fundamentales. Como todos los conceptos freudianos, el de Angustia fue construido por Freud poco a poco, articulándose a la vez con los demás que integraban la teoría psicoanalítica en pleno desarrollo, y creciendo a la luz de los nuevos descubrimientos que el maestro vienés realizaba en su practica clínica.

La angustia.

La angustia y la preocupación son gemelas inseparables. Hay cosas peores, pero la angustia y la preocupación son unos problemas que acechan a gran numero de personas. Entre la angustia y el miedo existe una estrecha relación.

La angustia es el sentimiento que experimentamos cuando sin motivo nos preocupamos en exceso por la posibilidad de que en el futuro nos ocurra algo temido sobre lo que no tenemos control y que, en caso de que sucediera consideraríamos «terrible» o haría que nos consideráramos personas totalmente inútiles. También se puede definir la angustia como un sentimiento de amenaza cuya causa es por el momento desconocida pero que puede aparecer en el momento en que menos lo esperamos y revelar a todos sin excepción que somos unos incompetentes o personas totalmente ridículas.

La angustia que experimentamos no siempre es producto de los pensamientos de autodesprecio ante la posibilidad de algún fallo o debilidad personal que pudiera hacerse público. Una segunda forma de angustia proviene de una manera de pensar común a muchas personas, de hecho, a la mayoría, y que recibe el nombre de «baja tolerancia a la frustración», o BTF. La idea básica que sustenta dicha BTF es: «La vida debería ser fácil y transcurrir por donde quiero sin demasiados problemas y molestias; y si no es así, es horrible y no puedo soportarlo.» Si acepta esta idea, se encontrará cogido en la «trampa de la comodidad». Algunas variaciones típicas son: «debo sentirme bien», «No debo sentirme angustiado», «Debo ser frío, mantener la calma y el sosiego». Con estas ideas, y dado que lo más probable es que nos empecemos a sentir mal en el mismo momento en que nos entreguemos a este tipo de pensamientos, lo normal será que suframos un ataque de angustia. Se puede llegar a sentir angustia por miedo a sentir angustia.

La angustia es un círculo vicioso. Una vez que se ha experimentado la angustia «sin razón alguna», aparece una actitud angustiada ante la perspectiva de sentir angustia. Aparecen pensamientos del tipo de «sería horrible si empezara a sentirme angustiado». Pensar de ese modo nos provoca la angustia. Inmediatamente, notamos la angustia y pensamos algo así como «es terrible, me estoy angustiando». Esto lleva a incrementar la angustia, que a su vez nos hace pensar cosas tales como «Estoy perdiendo el control. ¿Y si me desmayo (o me coge un ataque de pánico, o cometo una locura, o me da un ataque al corazón)? Sería terrible.» La angustia crece por momentos y nos conduce a pensamientos cada vez más angustiantes. El proceso se desarrolla con gran rapidez y de lo único que somos conscientes es de un progresivo sentimiento de pánico.

Además, a muchas personas les ocurre que «respiran excesivamente» cuando sienten angustia, lo que las conduce a inspirar un exceso de oxígeno y, paradójicamente, sentir que necesitan inspirar más aire cuando en realidad necesitan menos. La respiración excesiva provoca sensaciones de mareo y de vértigo, así como palpitaciones. No sabiendo esto, es fácil pensar que esas sensaciones son una prueba de que algo en nosotros no funciona correctamente, y ese pensamiento produce aún más ansiedad, lo que refuerza el círculo vicioso.

Hay muchas personas que combaten las situaciones que les provocan angustia con una serie de conocidas técnicas pensadas para distraerse de la angustia (relajación, contar hasta diez, beber, etc.). Pueden ser útiles a corto plazo pero en general no resuelven el problema.

Veamos qué se puede hacer. En primer lugar, distinguir entre lo «incómodo» y lo «terrible». S probable que para nosotros «terrible» signifique el fin del mundo. La ansiedad no es el fin del mundo. Es incómoda, incluso muy incómoda, pero no es terrible a no ser que así la definamos. Si definimos la ansiedad como una sensación terrible estaremos dando otra vuelta al círculo vicioso. Así pues, para empezar, cuando se sienta angustiado, demuéstrese a sí mismo que la angustia es incómoda, mala, inconveniente, pero no es peligrosa ni es el fin del mundo.

En segundo lugar, demuéstreselo en la situación que habría querido evitar. Parece simple, y lo es; pero no es fácil. Recuerde esta distinción, es importante. Se ha acostumbrado a pensar que la ansiedad es terrible y su cuerpo reacciona conforme a esa definición. Cuesta cierto tiempo acostumbrarse a pensar que la ansiedad, aunque muy incómoda, no es terrible. Y todavía pasa más tiempo antes de que el cuerpo reaccione conforme a esta nueva definición.

En tercer lugar, hace años se desarrollo un principio que resultó ser muy útil.

Lo denominamos «arduo pero no aplastante».

Con ello queremos decir que si creemos que una situación nos sobrepasa, quizás es mejor no enfrentarnos a ella todavía. Pero sería un error avanzar demasiado gradualmente y sólo hacer lo que podamos realizar cómodamente. Superar la ansiedad comporta tolerar cierto grado de incomodidad, por lo que es importante enfrentarse al sentimiento de incomodidad y no evitarlo. Para empezar, escogeremos una experiencia que consideremos ardua. Y si no tenemos éxito, pensaremos que es desagradable pero no terrible. Continuaremos aplicando el principio de arduo pero no aplastante. Escoja una situación que le resulte difícil de afrontar, hágalo y practique la actitud que resumimos en la frase «la angustia es una sensación muy desagradable, pero no es terrible». Si teme que le dé un ataque de pánico, recuerde que el pánico tiene una duración muy breve, aunque mientras dura parece interminable. Enfréntese a él con la misma actitud: «Si me coge un ataque de pánico, me ha cogido y ya está; será desagradable, pero no terrible.»

El control de la respiración como hemos dicho anteriormente es importante. Tenemos que aprender a controlar la respiración. Esto requiere muchísima práctica. La inspiración controlada implica que las inspiraciones son suaves, lentas, regulares y bastante superficiales (no profundas). Inhale por la nariz y exhale por la boca en ciclos regulares. Una frecuencia de doce ciclos por minuto suele ser la apropiada, pero cada uno debe encontrar su propio ritmo respiratorio. Estos ciclos regulan la cantidad de oxígeno que ingerimos, de forma que no aparezcan las sensaciones de vértigo, desmayo o mareo, ni las palpitaciones que conlleva el exceso de oxígeno.

La aplicación de estas actitudes antiangustia y de técnicas como la de la respiración controlada desgraciadamente requieren muchísima práctica, pero puede estar seguro de la progresiva mejora que usted sentirá. Creemos que si se siguen estas directrices es posible escapar del círculo vicioso de la angustia.

Independientemente del tipo de angustia que experimentemos, ya sea una «angustia social» íntimamente relacionada con un miedo escondido o evidente a cometer errores en público, a perder el amor de alguien, a no estar de acuerdo con los demás, o sea una «angustia de tipo inquietud» provocada por una necesidad de que la vida sea predecible y sin demasiadas dificultades, hemos de aceptar que somos nosotros mismos los que creamos la angustia con nuestros imperativos absolutos. Sigamos la pista de las principales generalizaciones imperativas que crean esa angustia innecesaria. Si a continuación analizamos lógicamente estas generalizaciones descubriremos de dónde surgen y a qué conclusiones nos llevan, invariablemente, veremos que no se basan en ninguna lógica, que impiden vivir felizmente o que no son prácticas a la hora de intentarlo y que conducen a conclusiones indeseables. Hacer este análisis con rigor nos ayudará a abandonarlas.

Creemos que la verdadera vida consiste en aprender y ello conlleva asumir riesgos, lo que no nos impide advertir que no es necesario hacer locuras. Se trata de proponerse objetivos que no estemos seguros de conseguir, buscar novedades que no estemos seguros de disfrutar, determinar mediante la experiencia lo que nos gusta y lo que nos disgusta y decidir qué queremos hacer con nuestra vida. No hay otros objetivos vitales que los que cada uno se marca.

Lo peor de casi cualquier «desastre» no es tanto lo terrible que sea en sí mismo sino la creencia exagerada en el horror que conlleva.

MEDITAR ES UNO DE LOS PASOS PARA LOGRAR SACAR NUESTRAS ANGUSTIAS Y MALOS PENSAMIENTOS…

Meditar es un estado de no-mente, es decir, un estado de consciencia pura sin contenido específico, en el que te conviertes en simple testigo del fluir de tus sensaciones corporales, de tus pensamientos, de tus emociones, sin identificarte con ninguno, sin perseguir ningún objetivo, ningún deseo.

Los procesos mentales generan dualidad, diferenciación, evaluación, concentración, todos ellos contrarios a lo que es meditación. Para meditar deja tu mente a un segundo plano, haciéndote liviano, indiferente y no identificado con tus pensamientos, siendo un simple testigo de los mismos. Y así como con los pensamientos, al meditar serás testigo de tus sensaciones corporales y de tus emociones.

Hay quienes creen que la meditación es concentración: nada más lejos de la realidad. En la concentración hay un sujeto que se concentra, ejerciendo un acto de voluntad, y un objeto sobre el cual se fija la atención, creando así una dualidad de consciencia, una separación, una demarcación de límites en la que ejerces un proceso mental que por referencia al pasado busca comparar y encontrar una conclusión. Todo esto se opone al estado meditativo.

Por ello la concentración crea cansancio, mientras que la meditación puede hacerse por tiempo indefinido sin agotamiento alguno, ya que la meditación no es un acto de voluntad, ni una actividad mental, sino una relajación consciente en la que no existe división o separación entre lo interno y lo externo, no estás buscando comparar nada ni persigues arribar a conclusiones de ningún tipo.

¿Qué es Meditación?

«Observar es meditación. Lo que observas es irrelevante… puedes observar los árboles, puedes observar el río, puedes observar las nubes, puedes observar a los niños jugando. El objeto no es el propósito, sino la calidad de tu observación, la cualidad de estar alerta y consciente. Eso es meditación. Cualquier cosa que hagas con presencia es meditación. La acción no es el asunto sino la calidad que le imprimes a tu acción. Caminar puede ser meditación si caminas alerta. Estar sentado puede ser meditación lo haces con presencia. Escuchar estas palabras puede ser meditación si las escuchas con consciencia. Simplemente escuchar el ruido interior de tu propia mente puede ser meditación, si permaneces alerta y observador. El meollo está en no proceder dormido y entonces todo lo que hagas será meditación.» -Osho.

La Clave de la Meditación

La clave y el espíritu esencial de la meditación están en aprender cómo presenciar, es decir, de convertirte en espectador de lo que ocurre en torno a ti, sin crear dualidad, sin crear separación, haciéndote uno con el todo. Y para presenciar es necesario primero permanecer centrado.

Al meditar aceptas tu lugar, tu momento, tu entorno presente, sin apegos, sin deseos, sin buscar, sin forzar, sin pensar en el pasado o en el futuro, sin repetir mantras mecánicamente, sin fijarte límites algunos. Al meditar no haces nada en particular sino que simplemente te dejas llevar y fluir con plena consciencia en tu experiencia del momento, sin interferir, sin discriminar, sin juzgar. Entiende que al meditar estás abriendo la puerta que abre tu expansión al amor, la libertad y la creatividad.

La meditación no está reñida con la acción, ni tienes que escapar de la vida para meditar. Todo lo contrario: tu vida continúa pero con mayor intensidad, con mayor alegría, con más creatividad, con mayor claridad y visión. La meditación te enseña una nueva forma de vida: estás armoniosamente centrado, distanciando del torbellino de acontecimientos externos a ti. Estás en el centro del ciclón, en un estado de éxtasis y realización.

«El éxtasis es nuestra propia naturaleza. No estar en éxtasis es simplemente innecesario. El estar en éxtasis es natural, espontáneo, no requiere de esfuerzo. Toma un gran esfuerzo el ser miserable… por eso es que luces tan cansado, porque la miseria es realmente un trabajo muy duro… para mantenerla es muy difícil porque estas haciendo algo contra la naturaleza. Estas yendo contra la corriente… eso es la miseria. ¿Y qué es la dicha? : es fluir con el río. Tanto es así, que la distinción entre el río y tú simplemente se pierde: Tú eres el río. ¿Cómo puede ser difícil el ir con el río? No necesitas nadar, simplemente flotas y el río te lleva al océano, porque el río va para el océano. La vida es un río: no la empujes y así no serás miserable.» -Osho.

Acerca de los Miedos propios

El miedo más grande del hombre está en conocerse a asi mismo. El cúmulo de condenaciones que a lo largo de tu vida has recibido de tus padres, de la escuela, de tus relaciones pasadas, de la sociedad, de tu religión, hace que desees esconderte de ti mismo, por tanta basura acumulada en tu interior.

Por eso evitas estar solo y tratas de llenarte de cosas externas, de innumerables pasatiempos y distracciones, o estás en el otro extremo ocupado con trabajos y carreras alocadas, de gente dispar, viviendo en angustia, impaciencia y apuros, haciéndote dependiente de tus seres y objetos queridos, viviendo dormido como drogado por todo lo externo a ti.

Esa manera de vida te lleva a no estar a solas contigo mismo en silencio. Y mientras más te alejas de tu propio centro, mientras más evades tu propia esencia, más te creas tensión, sufrimiento y miseria, cayendo en un círculo vicioso en el que crees que necesitas de más estímulos externos, que a su vez te irán alejando más de tu propia naturaleza interior.

No Pierdas Energía

«Da vida a las cosas que son hermosas… no des vida a cosas feas. No tienes tanto tiempo, tanta energía, para malgastar. Con tal corta vida y con tal pequeña energía de que dispones es sencillamente un estupidez el perderla en tristezas, en rabias, en odios, en celos… utilízala en amor, utilízala en algún acto creativo, utilízala en amistad, utilízala en meditación. Haz algo con ella que te lleve más alto, y mientras más alto alcances más fuentes estarán disponibles para ti. Y en el más alto punto de consciencia tú eres casi como un Dios. Esta en tus manos.» -Osho.

La meditación es la gran transformación, es el camino que te lleva desde el lugar donde ahora estás, al lugar a donde deberías estar, ese lugar que añoras desde en el fondo de tu ser, ese lugar donde mora la plena armonía y celebración contigo mismo y con la vida. La meditación te lleva a percatarte de tu propia perfección tal cual eres; a recordar y recuperar tu estado original de pureza cuando naciste, y que fuiste perdiendo a medida que fuiste entrenado y programado para ser un engranaje, un simple apéndice de la sociedad en la que creciste.


Doctor, ¿encontrará a Jesús en mi corazón?

29 abril 2010


Una buena amiga acaba de mandarme esta maravillosa historia, me he emocionado al leerla porque he sabido de muchos casos similares en los que un enfermo se presta a despertar a las personas de su entorno…
Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño.
Y el niño interrumpió: -¿Usted encontrará a Jesús allí?
El cirujano se quedó mirándole, y continuó: -Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo.

Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño.
El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente…

Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto.

Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí….

¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!

El cirujano pensó que era suficiente y le explicó:

Te diré que encontraré en tu corazón..

Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podemos ayudar o no.

¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.
El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue. Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable.
Terapia: analgésicos y reposo absoluto.

Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año. Entonces detuvo la grabadora. Pero, tengo algo más que decir: ¿Por qué? Pregunto en voz alta ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué?

De pronto, Dios, nuestro Señor le contestó:

El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se unirán con él, conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo.

El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Y replicó:

Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses?

El Señor le respondió: Porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió.

Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador.

Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo.

El cirujano lloró y lloró inconsolablemente.

Días después, luego de la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico.

El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó:
-¿Abrió mi corazón?
Si – dijo el cirujano-
-¿Qué encontró? preguntó el niño

Tenías razón, encontré allí a Jesús.

Dios tiene muchas maneras y formas diferentes para que tu regreses a su lado.


¿POR QUE LA ALEGRIA?

28 abril 2010

Alegría ¿Dónde estás?
El anhelo por alcanzar la alegría sigue escrito en el corazón del hombre con signos indelebles, pero se nos invita a buscarla donde el corazón no la puede encontrar: en el ambiente exterior, como si el cúmulo de luces o de adornos, pudieran cambiar el estado interior del alma. “Hay quienes dan con alegría, y esa alegría es su premio” ¿Por qué no ganarlo todos los días?
Nieves García

La mar de sencillo Si se observa cualquier reunión humana, es muy típico detectar que siempre hay una personalidad más relevante que las demás, alrededor de la cuál se centra la atención. En los grupos juveniles o infantiles la atención la suele acaparar no el más sabio, ni el más inteligente, sino la personalidad que más alegría irradia. El rostro sinceramente alegre parece que produce un efecto imán en los jóvenes y en los niños. ¿Por qué?

El niño se expresa como es, y manifiesta su tendencia natural a buscar la alegría, la bondad y el amor. El ser humano es un ser para el amor y el amor refleja en diferentes tonos como los colores de un prisma cuando la luz blanca lo atraviesa. La alegría es uno de los reflejos del amor genuino.

Algo más del amor Si la alegría produce tal efecto de liderazgo ¿Por qué no se promueve más en los cursos de capacitación profesional? Está comprobado que vende más el dependiente que con mayor amabilidad y alegría trata a sus clientes, además esta persona suele tener más éxito en sus relaciones humanas y posiblemente menos problemas en su vida familiar. Si con una receta tan sencilla se puede simplificar de tal manera la vida ¿Por qué es tan difícil conquistar la alegría?

“No es oro todo lo que reluce” La alegría genuina se caracteriza por tres rasgos: proviene del interior, ilumina, y es sencilla.

En el interior del ser humano es donde se enfrenta la vida y se eligen las actitudes. Una vida llena de sentido es la que contesta cada mañana a la pregunta ¿Vale la pena el día de hoy?, con “SI” entusiasta, porque responde pensando en un… alguien. El sentido de la vida se descubre cuando se ve el rostro feliz de aquel a quien se ama. Por ello la alegría proviene del interior, de la decisión personal de donarse a alguien. Y todos los que alguna vez han hecho la prueba, tiene que aceptar que el resultado es positivo. “Hay más alegría en dar que en recibir”

… y vida interior La alegría genuina ilumina el espacio humano que toca. La persona que la vive, irradia a su alrededor una forma nueva de ver los acontecimientos. La realidad no cambia, pero si los ojos con que se la ven.

Hace seis años tuve la ocasión de conocer a una adolescente de 14 años a quien detectaron leucemia. En una carta que me escribía desde Estados Unidos donde fue internada, decía “El hospital es un lugar muy bonito, todas las paredes son blancas. Todo está muy limpio y es moderno. La habitación es preciosa, llena de luz y desde la cama veo las nubes. Las enfermeras son todas buenas y amables conmigo. He tenido mucha suerte con los médicos porque me lo paso muy bien con ellos. En la planta donde estoy hay muchos niños, y a veces podemos hablar, y es muy entretenido…” El resto del tono de la carta era semejante, pero ¿Desde cuando un hospital es un lugar muy bonito? ¿Cómo es posible que le hiciera ilusión solamente ver pasar las nubes? ¿Por qué todo el mundo era maravilloso para ella? Volví a leer, unos años más tarde, aquellas líneas, cuando Alejandra, que así se llamaba, ya había fallecido, y aprendí entonces que quien era maravillosa era ella, porque aunque murió pronto, aprendió la lección fundamental de la vida: vivió hacia fuera, olvidada de sí, e irradió por donde pasó la alegría que la envolvía.

Alegría y apariencias La tristeza, el negativismo y el egoísmo crean ambientes oscuros. La alegría agranda el espacio e invita a aventurarse en la esperanza. La alegría como la luz, no hace ruido, pero en su silencio transforma la realidad.

Por último, la alegría viene siempre de la mano de la sencillez. Nada de montajes artificiales, de simular posturas para aparecer más de lo que uno es, ni de complicar las situaciones con novedades excéntricas. El espíritu alegre lo es porque se conoce tal cual es, se acepta y no se compara con los demás. Su felicidad no proviene del tener más o menos, sino de una decisión de querer “ser”, y valorarse a sí mismo por las decisiones que puede tomar, como la de amar más y amar mejor. Quien vive desde la perspectiva del amor descubre que la vida es muy sencilla.

Las fiestas de Navidad tradicionalmente se han venido identificando con días de alegría, de paz y de amor. Pero últimamente se encuentra mucha alegría sucedánea, y pocas sonrisas sinceras. Alegría ¿Dónde estás?

Por extraño que parezca El anhelo por alcanzar la alegría sigue escrito en el corazón del hombre con signos indelebles, pero se nos invita a buscarla donde el corazón no la puede encontrar: en el ambiente exterior, como si el cúmulo de luces o de adornos, pudieran cambiar el estado interior del alma; en la acumulación de objetos materiales, en licores, en placeres de un momento… Quien cae en esas redes, cuando cree haberla conquistado, abre las manos y sólo encuentra en ellas lágrimas de su vacío interior, y una tristeza amarga, que se ocultará a los ojos ajenos, con una escandalosa carcajada para fingir satisfacción.

La alegría es posible, y está alcance de todos, pero recordemos, la alegría genuina viene del interior, ilumina serenamente y se acompaña de la sencillez.

Khalil Gibran escribió en un poema: “Hay quienes dan con alegría, y esa alegría es su premio” ¿Por qué no ganarlo todos los días?


EL HOMBRE PUEDE TRANSFORMAR SU PASADO

27 abril 2010

Excelente articulo, un poquito extenso pero vale la pena leerlo!

El hombre es milagroso en cuanto que puede transformar su pasado.

Algunos dicen “no se ocupen del pasado que el pasado ya no existe”, pero el pasado está vivo, presente, doloroso, en cada una de nuestras células,
frecuentemente, produciendo enfermedades. El problema del pasado es
simplemente que haya pasado, que lo dejemos atrás como una estatua congelada.

Pero al pasado hay que hacerlo presente vivo para transformar su historia, para leerlo en otro código, para interpretarlo en el código del amor, y, cuando
interpretamos el pasado en el código del amor, nuestras heridas de la infancia se sanan. Y ahí nosotros somos los psicólogos, los psiquiatras, podemos sanar nuestra vida; todos estamos llenos de dolores, y a veces de dolores absurdos, que cargamos en la vida sin ni siquiera reconocer que existen.

La técnica respiratoria es muy importante, sobre todo la fase de pausa respiratoria, ¿por qué razón? Porque cuando tú respiras lentamente y haces una pausa en la inspiración, la energía del inconsciente y el subconsciente sale a flote, es decir se pregunta ¿que pasa aquí que no están respirando?

En ese momento el inconsciente hace aflorar a la consciencia una parte a la que no habíamos tenido acceso, de la que éramos víctimas pero que no
habíamos reconocido nunca en la vida, y en ese momento podemos dialogar con el subconsciente y podemos sacar nuestras heridas más profundas. Cuando hacemos eso podemos ir más lejos, así es como actuamos para la autosanación.

Yo puedo decirme, por ejemplo, ¿de dónde viene esta alergia?, si tengo una alergia y quiero librarme de ella. La alergia es algo que rechazo, un virus, una bacteria, un hongo, el frío, el calor, pero eso no es del todo cierto, eso es quedarnos muy cortos. No hay personas que sean alérgicas sólo al frío, las personas alérgicas al frío también tienen miedo a la soledad, tienen miedo al frío del alma, al frío en los sentimientos, a la frialdad del papá o de la mamá, al desafecto, es decir, el frío es simplemente un símbolo. Cuando yo soy alérgico a algo, hay algo que rechazo o que temo.

Entonces si quiero cambiar mi alergia, reconozco mi alergia. Si sé que no reconozco mi alergia porque me hace sentir vergüenza, entonces trabajo con la vergüenza: ¿que cosas en la vida me evocan vergüenza? Luego experimento el sentimiento de la vergüenza y veo como experimento la vergüenza, a veces me pongo pálido y frío, otras veces me pongo rojo como un tomate,otra lo experimento como un vacío o como un hueco a nivel del plexo solar, la puedo experimentar de muchas maneras.

Dónde y cómo experimento la alergia, me da una idea de la parte de mi energía que está comprometida. Vamos a ver otro sentimiento, el miedo, yo diría que la mitad de nuestros lumbagos son por miedo.

El miedo provoca más lumbago que todas las hernias discales, todos los problemas articulares, todos los problemas de columna, porque el temor hace que metamos, literalmente, el rabo entre las patas, cerramos el esfínter anal interno, a ese nivel, hay un centro de energía muy importante y, nos cerramos a la vida, contraemos toda la musculatura lumbosacra, esa parte queda mal irrigada y nos dan unos lumbagos terribles, y ese lumbago es el nombre clínico del miedo.

Si logro reconocer el núcleo del miedo, si logro observar mi cuerpo y veo que
tengo los glúteos y toda esta parte contraída, si logro respirar hacia esa zona
y liberar el sentimiento del miedo, y llamar al miedo y decirle “tú eres la mejor parte de mi mismo, cuando asciendes y te revelas, eres mi prudencia, ya no eres miedo, sino que eres prudencia, eres parte de mi amor también”.

Cuando yo, a través de la respiración, logro ascender esa energía del miedo, y logro trasmutarla al altar del corazón, que es donde realmente nace el hombre que puede sanarse y puede sanar la vida, entonces desaparece el lumbago.

Mi resentimiento, mi odio, frecuentemente, está anclado en mis articulaciones. Yo estoy así totalmente rígido. A veces, con el puño apretado
en la noche, inconscientemente, dispuesto a pegar y a agredir. Pues bien, ese
dolor articular, es resentimiento congelado en esa parte del cuerpo.

Si logro experimentar ese dolor y asociarlo a mi sentimiento de ira y a mi
resentimiento, y logro comprender que mi resentimiento es algo que se construye en el plexo solar, que bloquea la energía aquí y no permite a la energía acceder a mi corazón, ni a mi sistema inmune, puedo hacer mucho más que el reumatólogo, o puedo ayudarle mucho, para curar y sanar mi artritis, y yo soy responsable, no tengo que esperar que el reumatólogo me resuelva el problema.

La enfermedad es mi problema, no es el problema del médico, es mi responsabilidad, yo también tengo que ver con eso. La medicina no puede ser el arte de pasarle la pelota al médico, porque le pagamos.

La nueva medicina de la consciencia, es el arte de responsabilizarnos de nuestra vida, y de descubrir que realmente podemos hacer mucho por nuestra vida.

Frecuentemente, vemos que una persona con un cáncer ha tenido un shock, o una pérdida afectiva muy grande. Si una pérdida afectiva le produce un vacío
existencial de tal dimensión que se vuelve un vacío de energía, y permite que
las células degeneradas puedan invadirle, es porque estaba apegado, ese es el problema del apego que yo debo reconocer.

Si alguien se va y yo lo vivo desde el amor, desde el desapego, sé que su
consciencia está conmigo, lo dejo partir no lo amarro. Muchas veces, vemos a
alguien al que se le muere el papá o la mamá pero no lo deja partir, eso es
literalmente cierto, se queda con parte de su energía anclada al plexo solar.
Esa anclada energética puede crear crisis de pánico, de hipertensión, cosas
violentas en la clínica. Si nosotros logramos que la persona se sane, es su
alma la que lo sana.
El sanador no lo puede hacer por el paciente, yo como sanador solo soy un imán que le doy la carga que su alma necesita. Realmente la sanación es rescatar la autonomía, la autogestión y la libertad del otro, para que se sane.
La verdadera sanación es darte las herramientas para que tú, desde tu
consciencia, te sanes, no desde tu consciencia racional, sino desde tu
sentimiento, desde tu amor, desde tu afecto.

Frecuentemente cuando uno está haciendo una sanación, ve que la persona, aunque no le haya dicho ni una palabra, empieza a llorar y a sacar su resentimiento, y luego siente una sensación de paz, que no es mi paz, es su paz, es la paz de Cristo que también habita en la persona que está siendo sanada.

La paz está ahí, ha estado siempre ahí, es parte de nuestra esencia, se trata
simplemente de quitar todos aquellos apegos, aversiones, sentimientos,
separatismos, toda aquella capa de ignorancia, para que la paz se revele tal
cual es, y cuando la paz se revela, germina el amor, y cuando germina el amor
la sanación es posible, aunque lo que tenga sea un cáncer, o un lupus.

Pero no te culpes si no lo logras, porque tú participas también en los problemas genéticos de la herencia, de la humanidad como grupo. Esto no es para creerse superman, uno puede ser muy orgulloso y decirse “estoy triste porque no me curé el cáncer”, eso no es un fracaso, el cáncer es un maestro, a veces aprendemos la lección en una ocasión, otras veces necesitamos diez oportunidades, y otras necesitamos cien vidas tal vez, pero lo importante es aprender la lección.

Uno no aprende medicina de un día para otro, hay lecciones supremamente complicadas y difíciles.

También nos diplomamos o nos especializamos en el alma, cuanto más grande sea el desafío, más grande es la oportunidad de crecimiento. Yo solo les he puesto un ejemplo de cómo podemos retomar nuestras emociones, identificar nuestras emociones, aceptarlas, no seguir huyendo de ellas, y así poder transmutarlas.

Pero una vez que sentimos la emoción, hay una pregunta fundamental ¿cuál es la lección que hay debajo de esta emoción negativa? ¿Cuál era el mensaje, qué me quería decir esta actitud y esta enfermedad? Cuando yo no digo NO, en la vida, termino resentido y con ira, pero la ira no es el problema, la ira me está diciendo que hay que aprender a reafirmarme diciendo NO.

La ira es la mejor estrategia de autoafirmación. Cuando yo manifiesto la ira y la transmuto, esa ira se vuelve sanadora, es lo mejor de mi fuerza, mi ira barre y limpia la casa y hace las cosas más rápidamente, ustedes han visto a un ama de casa que en su ira revolotea y el almuerzo está hecho a las diez de la mañana.

Yo sabía cuando mi mamá estaba iracunda, porque a las diez de la mañana mi casa estaba como un espejo. Es así, la ira es una forma de energía que se puede transmutar físicamente, el hecho de que la transmutemos físicamente, no resuelve la fuente de la ira, la fuente de la ira es la necesidad de
autoafirmarse, y la necesidad de autoafirmarse es la necesidad de renunciar a la falsa complacencia.

Crecer espiritualmente no es decirle que sí a todo el mundo. El crecimiento espiritual no tiene nada que ver con la bobada, perdónenme la expresión, pero ser espiritual no es ser bobo, y ser tolerante no es ser bobo, la tolerancia no excluye la autoafirmación.

La autoafirmación es condición del crecimiento espiritual. Así que yo tengo que descubrir la lección, debajo del evento negativo, porque el evento negativo no es sino la apariencia, la sombra. Pero esa sombra cuando la quito abre una puerta luz, una lección que yo puedo aprender en mi vida.

Dr. Jorge Carvajal Posada


EL MILAGRO DE LA VIDA*****La “felicidad” es a veces una bendición, pero por lo general es una “conquista”.****

27 abril 2010

Sólo entendemos el “milagro de la vida” cuando dejamos que suceda lo inesperado.

Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hizo “infelices”.

Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.

Pero quién presta atención a su día, descubre el “instante mágico”, puede estar escondido en cualquier parte.

Ese momento existe :

Un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.

La “felicidad” es a veces una bendición, pero por lo general es una “conquista”.

El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños.

Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones . . . pero todo es pasajero, y no deja marcas.

Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.

Pobre del que tiene miedo a correr riesgos.

Porque ese quizás no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, no sufra como los que persiguen un sueño.

Pero al mirar hacia atrás – porque siempre miramos hacia atrás- oirá que el corazón le dice:

¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días?

Los enterraste en el fondo de una cueva porque tenías miedo a perderlos, entonces es tu herencia:

La certeza de que has desperdiciado tu vida.

Paulo Coelho

http://damelamano.wordpress.com/milagro/


Principio Emocional de las Relaciones

25 abril 2010

Principios de la Ecología Emocional para las relaciones

Dedicamos toda nuestra vida a entrenar nuestra mente: adquirimos conocimientos y nos enseñan a pensar,

pero en el territorio emocional, en cambio,

somos todos autodidactas, en mayor o menor medida.

Hay quien considera las emociones como obstáculos

que interfieren en nuestra dimensión racional.

La Ecología Emocional sostiene que no es así y que las emociones son un lenguaje distinto y complementario.

Una mente inteligente pero desconectada de las emociones construiría mapas de decisión equivocados y peligrosos.

Las emociones dan color al paisaje y sirven para orientarnos en el mundo: nos indican si la ruta que hemos elegido es adaptativa o destructiva.

1- Principio de la autonomía personal

“Ayúdate a ti mismo

y los demás te ayudarán”.

2- Principio de la prevención de dependencias.

“No hagas por los demás aquello

que ellos pueden hacer

por sí mismos”

3- Principio del boomerang.

“Todo lo que haces a los demás,

Te lo haces a ti mismo”

4- Principio del reconocimiento de la individualidad y la diferencia

“No hagas a los demás aquello que quieres para ti.

Pueden tener gustos diferentes”.

5- Principio de la moralidad natural.

“No hagas a los demás aquello

que no quieres que te hagan a ti”.

6- Principio de la auto-aplicación previa.

“No podrás hacer y dar a los demás

aquello que no eres capaz de hacer ni darte a ti mismo”

7- Principio de la limpieza relacional.

“Tener el deber de hacer limpieza de las relaciones

que son ficticias, insanas

y no nos dejan crecer como personas”.

No somos responsables de lo que sentimos

(las emociones no se eligen ni se planifican)

pero sí de aquello que hacemos con lo que sentimos.

Lo que importa es cómo se gestionan, lo que se hace con ellas.

Escogemos nuestra actitud y nuestra conducta.

“Pensar que algo nos será dado sin que hagamos algo por ello

y quejarnos por no recibirlo,

contribuye a la contaminación emocional”.

No busquemos la excusa de nuestras emociones que nos perjudican o perjudican a los demás en los hechos de los otros. Busquemos la causa, siempre, dentro de nosotros mismos, porque ninguna emoción de ningún ser puede tener acción en nosotros si nosotros estamos protegidos por el escudo del Amor y vibramos en esa sintonía.

Vos elegís qué deseas reflejar a tu entorno y eso mismo recibirás.

Namaste….


CODIGO DE HONOR

24 abril 2010

1.- Detrás de un nick hay una persona humana, que siente, que sufre, que ríe y que llora. Trátala como si la tuvieras delante de ti, pues si no puede verte, puede sentirte.

2.- No la engañes, tarde o temprano acabará dándose cuenta. No la subestimes porque no pueda mirarte a los ojos mientras le hablas.

3.- Si quedas con ella muéstrate tú mismo tal como eres en realidad. Detrás de tu nick también hay una persona que siente… no cambies de actitud, no tengas una doble personalidad que lleve a confusiones.

4.- Sé clara. Expresa claramente tus intenciones… lo que buscas… lo que esperas… tus temores… tus dudas…

5.- No juegues con sus sentimientos, le harás mucho daño y, acabarás arrepentido(a), quizás demasiado tarde..

6.- Si quedas con él/ella, deja las cosas claras desde el principio, es mucho mejor saber a qué atenerse.

7.- Cuídala/o

8.- Busca algo diferente en él/ella que le/la haga especial.

9.- Si en verdad le/la quieres… entrégate como si siempre hubiera estado a tu lado.

10.- Aprovecha la oportunidad de poder conocer a las personas por dentro antes que por fuera.

Que no te dé miedo decir lo que sientes, pero sé muy sincera/o.

Este medio es real, aunque distante… pero acerca a las personas mucho más de lo que te imaginas.

Jamás, repito, jamás juegues con las personas… acéptalas, habla claro y elige…

Desconozco su autor


EL CREDO OPTIMISTA

23 abril 2010

En 1912, en un libro de Christian D. Larson llamado “Your Forces and How To Use Them” (Tus fuerzas y cómo usarlas) apareció este “Credo del optimista”, algo que vale la
pena leer:

Prométete a ti mismo:

Ser tan fuerte que nada pueda perturbar tu paz mental.

Hablar solo de salud, felicidad y prosperidad con toda persona que encuentres.

Hacer que todos tus amigos sientan que hay algo de valor en ellos.

Mirar el lado luminoso de todas las cosas y hacer que este optimismo sea cierto.

Pensar solo lo mejor, trabajar solo para lo mejor y esperar solo lo mejor.

Sentirte tan entusiasta para con el éxito de los demás como con el tuyo propio.

Olvidar los errores y penas del pasado y enfocarte en los grandes logros del futuro.

Usar una expresión alegre y brindarle una sonrisa a cada criatura viviente que halles en tu camino.

Darle tanto tiempo a la mejora personal que no te quede tiempo para criticar a otros.

Sentirte demasiado grande para preocuparte,

demasiado noble para tener ira,

demasiado fuerte para temer y

demasiado feliz para pensar en problemas.

Pensar bien acerca de ti mismo y proclamar este hecho al mundo,

no en voz alta, pero sí con grandes obras.

Vivir con la fe de que todo el Universo está de tu lado, siempre que tú estés verdaderamente con lo mejor que hay dentro de ti.


La Mentira Personal.

23 abril 2010
Por Verónica Hernández

El término ley personal, mentira personal o ley primordial es muy utilizado y conocido por los practicantes y seguidores del Renacimiento (Rebirthing). En el libro «Conversaciones con Dios», Dios le da el nombre de «Pensamiento Promotor» e imagino que muchas otras corrientes y disciplinas, trabajan la ley personal utilizando otros términos para nombrarla. Sin importar el término que se utilice, he encontrado que descubrir y trabajar con las mentiras personales para transformarlas, trae un beneficio y un crecimiento importante y es el disparador de un profundo trabajo interior que te llevará muy dentro de ti mismo, ayudándote a conocerte y, que sobre todo, te apoyará en tu transformación hacia un ser más auténtico y coherente.

¿Qué es la mentira personal?

La mentira personal es el o los pensamientos más negativos que tienes sobre ti mismo. Es un pensamiento negativo primario, sencillo, sin rebuscamientos, del estilo «soy malo», «soy feo», «soy un fraude», «soy una decepción», etc. Es así de sencillo y quizás debido a su simpleza es que no le prestamos mucha atención ni nos dedicamos a identificarlo y transformarlo. Quizás pensamos que su sencillez lo hace más inofensivo y menos importante como para dedicarle tiempo y trabajo y nos sentimos más atraídos hacia análisis más elaborados y complejos.

Sin embargo, detrás de este sencillo pensamiento negativo, se esconde un poder inimaginable. La mentira personal es la base, los cimientos, sobre los cuales descansan todos nuestros sistemas de creencias y pensamientos negativos. La mentira personal es una afirmación negativa, una conclusión negativa sobre nosotros mismos, básica y fundamental que se esconde detrás de los sistemas de pensamientos negativos más elaborados y complejos y los sostiene en su lugar. Es la columna sobre la cual se apoya todo el mecanismo de pensamiento del ego negativo.

Las mentiras personales son pensamientos de una fuerza impresionante y se esconden a un nivel muy profundo y se programan a nivel celular. Por este motivo, resulta complejo renunciar voluntariamente a este pensamiento. Al estar grabado a nivel celular, hasta tu cuerpo se resistirá a dejarlo ir para adoptar ideas nuevas y positivas.

Encontrar cuál o cuáles son nuestras mentiras personales y comenzar a desmantelar estos cimientos del ego negativo, produce una aceleración importante en todo el proceso de trabajo personal de curación. Si tenemos una hiedra venenosa en nuestro jardín que se extiende poco a poco matando árboles y flores, podemos colocar protecciones a las otras plantas, podar la hiedra y tomar toda clase de medidas correctivas en la superficie. ¿No es mejor y más eficiente ir directamente a atacar las raíces de la hiedra venenosa?

Lo mismo sucede con nuestra mentira personal. Trabajar con ella es ir directamente a la raíz de nuestros pensamientos negativos y detonar toda la estructura desde sus mismos cimientos.

¿Cómo se establece la mentira personal?

La mentira personal comienza a grabarse desde el periodo prenatal de acuerdo a hechos, eventos y circunstancias que suceden en la vida de nuestros padres durante el embarazo e impactan al bebé, el cual comienza a sacar «conclusiones» sobre sí mismo y las personas y el ambiente que lo rodea y su relación con ellos. Luego, en los primeros años de vida, a través de la repetición de estas mismas conclusiones, la mentira personal queda completamente establecida. Si por ejemplo mamá duda entre proseguir con el embarazo o el aborto, y dependiendo de la intensidad de pensamientos y sentimientos de la madre y de cómo ella sus emociones y las circunstancias de su vida, el bebé puede llegar a la conclusión de que «hay algo malo en mí» o quizás «soy una molestia», por primera vez.

Posteriormente, este mismo pensamiento negativo primordial puede ser la conclusión ante un sinnúmero de hechos y circunstancias que vive el niño en sus primeros años. Alrededor de los 7-8 años de edad, las mentiras personales, esos pensamientos básicos negativos sobre nosotros mismos, han quedado fuertemente grabados en nosotros y son la base sólida que sostiene nuestro sistema de creencias.

Las mentiras personales también pueden venir como semillas de vidas pasadas en nuestra alma. A través de experiencias en vidas pasadas el alma trae almacenadas energías discordantes de estos pensamientos negativos y una vez encarnada en un cuerpo físico, es más vulnerable a repetir y volver a grabar estas mentiras personales en la vida actual.

¿Cómo encontrar las mentiras personales?

Para encontrar las mentiras personales que sustentan nuestros pensamientos negativos hay que volverse un poco detective de uno mismo y de los pensamientos que circulan por nuestra mente. Algo muy importante que siempre tenemos que tener en cuenta, y es lo que es una mentira personal: es el pensamiento más negativo que tenemos sobre nosotros mismos. Se refiere a nosotros, no a otros. Por ejemplo, podemos pensar que una mentira personal es «nadie me ama», sin embargo, esa no es una mentira personal, no se dirige a nosotros, sino que se refiere a que los otros no me aman. Por supuesto que podemos tener la creencia de que «nadie me ama» y es una creencia bastante negativa y destructora. Pero debajo de esa creencia, hay una mentira personal que la sustenta y que se dirige hacia nosotros mismos. La pregunta que nos podríamos hacer al encontrar la creencia de que «nadie me ama» es: «¿porqué creo o siento que nadie me ama?» y entonces las respuestas pueden ir aproximándose a frases como: soy malo, soy feo, soy culpable, soy una decepción. Estas si son mentiras personales.

Una forma de detectar nuestras mentiras personales es estar atentos a nuestras creencias y pensamientos negativos y entonces comenzar a profundizar en ellos bajando de nivel para encontrar respuestas más sencillas, que apunten a nosotros, sobre el porqué sostenemos esa creencia o pensamiento. Poco a poco este tipo de búsqueda a profundidad nos acerca más y más a nuestras mentiras personales.

Por ejemplo, puedes encontrarte pensando algo como «mejor no voy a esa fiesta, las reuniones sociales son siempre aburridas y termino de mal humor». En lugar de quedarte con la conclusión de que las reuniones sociales son todas aburridas, puedes decidir buscar conscientemente qué hay detrás de esa creencia. Quizás al analizar esta creencia con más cuidado llegas a algo como: «no tengo temas de conversación con la gente y termino en una esquina solo y eso me deprime, no hay personas con buenos temas de conversación». Puedes seguir buscando, cual detective, y entonces llegar a «no le caigo bien a las personas, no entienden de lo que hablo y no les intereso». Puedes seguir bajando de nivel y encontrarte con: «la verdad que no me gusta hablar con otros, no soy muy sociable». Y si prosigues en esa dirección puedes llegar a una mentira personal del estilo: «soy fea», «soy mala», «hay algo malo en mí».

Estar dispuesto a bajar por niveles dentro de nosotros, requiere una buena dosis de valentía y el deseo de ir hacia la raíz de nuestros bloqueos más profundos con honestidad y entusiasmo. Para ir bajando de nivel hacia la mentira personal, puedes hacerte preguntas sencillas como: ¿porqué pienso esto?, ¿es esto lo que realmente siento?. Cuando yo encuentro una creencia negativa o una situación negativa en mi vida, me gusta aplicar la fórmula de decirme a mi misma: «Este no es el problema ¿cuál es realmente el problema?». Afirmar que esto que estoy pensando y/o sintiendo no es el problema real y obligarme a expresar cuál es el problema, me ayuda a bajar automáticamente de nivel.

Usando el mismo ejemplo anterior, si de pronto piensas:
– «mejor no voy a esa fiesta, las reuniones sociales son siempre aburridas y termino de mal humor»
– te dices: «ese no es el problema, ¿cuál es el problema?»
– «no tengo temas de conversación con la gente y termino en una esquina sola y eso me deprime, no hay personas con buenos temas de conversación»
– te dices: «ese no es el problema, ¿cuál es el problema?
– «no le caigo bien a las personas, no entienden de lo que hablo y no les intereso»
– te dices: «ese no es el problema, ¿cuál es el problema? Y así sigues.

De esta manera voy bajando de nivel, no importa la respuesta que me dé, vuelvo a preguntar cuál es el problema. Mi objetivo es ir a la raíz de lo que me está haciendo percibir el mundo de esa manera y esa raíz es una creencia negativa sobre mi misma.

Comenzar a buscar nuestras mentiras personales, es sin duda un excelente trabajo para mirar dentro de nosotros en lugar de seguir con la costumbre nada sana de creer y sentir que alguien o algo allá afuera es el responsable de mi infelicidad, mi tristeza y mi incapacidad para vivir una vida plena y feliz, desplegando la totalidad de mi potencial.

Algunas mentiras personales-leyes personales

Cada uno de nosotros puede tener una o varias mentiras personales y pueden ser muy variadas. No hay una lista limitada y definida de mentiras personales. A continuación expongo algunas mentiras personales tomada de una lista del libro «Terapia a Corazón Abierto» de Bob Mandel, que puede servirte de apoyo en el proceso de descubrir tus propias mentiras personales:

– «No puedo hacerlo». Lucha, estado incompleto, intenso deseo de triunfar, sentimiento de fracaso.
– «Hay algo malo en mí». Propensión a la enfermedad y accidentes; síndrome del perfeccionista.
– «Soy feísimo». Aspecto desaliñado o presumido, intentas esconderte tras una falsa belleza.
– «Soy una decepción». Hacen las cosas a medias o sientes una fuerte necesidad de hacer feliz a todo el mundo para compensar el temor a fallarles.
– «No quiero estar aquí». Poderoso esquema de abandono, cambias mucho, dejas trabajos y relaciones.
– «Soy culpable». No merezco lo bueno de la vida. Busca castigo. Necesidad de ser «bueno» para compensar.

Busca apoyo y sé gentil contigo

Encontrar las mentiras personales es un proceso que puede sacar a la superficie mucho dolor y resistencia. Por lo general las mentiras personales están bien escondidas, así que necesitas también paciencia. Es de gran ayuda contar con un amigo de confianza y con el que te sientas a gusto y contenido, y comenzar juntos un proceso en el que uno a otro se ayuden mutuamente. Un renacedor profesional puede apoyarte para encontrar las mentiras personales y comenzar a transformarlas.

Sé gentil contigo mismo y usa el humor, haz de este proceso algo fácil y placentero. Recuerdo que cuando comencé a buscar mis mentiras personales sentía que las tenía todas, ¡¡¡¡esta la tengo, esta también!!!! Me parecía que todo coincidía conmigo, entonces una amiga que me estaba apoyando se comenzó a reir y me dijo: «¡para ti nada es suficiente, las tienes todas y si se nos ocurre otra seguro que la tienes! ¡Y eso era! «no soy suficiente» era una de mis principales mentiras personales.

Evita caer en el juicio sobre ti mismo, sintiéndote desdichado y amargado por lo que vas encontrando en el camino, si eso te sucede puede ser que una de tus mentiras personales sean «soy culpable» o «soy malo». Está atento a como vas desarrollando el proceso de buscar tu mentira personal y lo que estás sintiendo. La manera en la que realizas este proceso ya te está mostrando tu mentira personal. No es de extrañarse ya que toda nuestra vida, nuestros sentimientos y las circunstancias que atraemos, están coloreados por nuestras mentiras personales.

La transformación hacia la Ley Eterna

Ir encontrando las mentiras personales que sustentan nuestro sistema de pensamiento negativo constituye un gran paso hacia la curación. El solo hecho de decidir navegar profundamente en ti y bajar de nivel hasta llegar a ese pensamiento negativo primordial, es un trabajo en el que con toda seguridad conocerás más sobre ti mismo de lo que jamás habías imaginado.

Pero encontrar estos pensamientos negativos básicos es solo el comienzo. Es necesario transformarlos hacia su opuesto positivo. Cuando la mentira personal se transforma, en renacimiento la llamamos «Ley Eterna». El término describe la verdad eterna e indestructible de lo que realmente eres: bueno, hermoso, suficiente, inocente, poderoso, amable, abundante… ¿desearías tener como base de tu sistema de pensamiento y grabado en tu memoria celular, la verdad eterna de que eres inocente, hermoso y bueno?

Al ir cambiando y transformando la mentira personal en la ley eterna, recuerda que tu cuerpo, tu mente y tus emociones se resistirán. ¡Estás desmantelando los cimientos de tus sistemas de creencia! ¡estás golpeando las bases mismas sobre las que se apoya tu ego negativo! y por muy negativas que sean tus creencias y por mucha infelicidad, dolor y carencia que hayan traído a tu vida, no las vas a dejar ir fácilmente ya que forman parte de lo conocido y de tu zona de comodidad.

Sé gentil en el proceso y cuenta con ese amigo o consejero al que puedas llamar y recurrir cuando te sientas muy vulnerable, sensible o enojado. Entra en contacto con tus emociones y siéntelas, no las niegues o reprimas, puedes sentir todas tus emociones. Si no estás acostumbrado a trabajar con las emociones y te sientes muy inseguro al respecto, pide ayuda a un terapeuta. Entra en contacto con tus pensamientos y sé consciente de cómo se mueven en tu mente resistiéndose. Entra en contacto con tu cuerpo y las pequeñas molestias como un resfriado, mucho sueño, tensión muscular, trastornos digestivos, erupciones, etc. Cuida tu cuerpo y hazlo sentir seguro mientras trabajas transformando tus mentiras personales.

Deja a un lado el juicio y la crítica destructiva sobre ti mismo y la tendencia a esconderte detrás de mil justificaciones sobre porqué tienes esa mentira personal grabada. En este momento no es tan importante el porqué sino la transformación de esa mentira hacia la ley eterna. Evita también caer en la víctima que no deja de lamentarse y paraliza la acción. No transformarás la mentira personal lamentándote porque la tienes sino tomando acción hacia la ley eterna.

Por último, para aquellos que han trabajado con el niño interior, es de una inmensa ayuda recurrir a él para transformar las mentiras personales. Es justamente en nuestra infancia cuando estas mentiras se grabaron en nosotros. El niño llegó a esas conclusiones negativas como un mecanismo de supervivencia ante las circunstancias que le tocaron enfrentar. Un niño al que su madre o padre lo castigan físicamente, puede llegar a la conclusión de «soy malo». El niño siente que no puede sobrevivir sin sus padres y busca una conclusión sobre sí mismo que le ayude a sobrevivir el abuso. No concluirá que mamá, de la que depende su supervivencia, es mala, posiblemente concluirá «soy malo», «hay algo malo en mi», «solo no puedo», «soy un mounstruo». Trabajar con el niño interior en meditación, conectarse con él, escucharlo y curar su dolor y su miedo, es un paso gigantesco para transformar las mentiras personales en leyes eternas.

Recuerda que el amor saca a la luz todo lo que es amor para que se vaya. Sé amoroso contigo mismo, transforma tus mentiras personales y descubre que la esencia de tu ser es una ley eterna e inmutable de amor, felicidad y plenitud. Tú eres amor


EGO Y ORGULLO?, NO, YO “Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu”. Proverbios 16: 18

22 abril 2010

Quizá una de las situaciones más difíciles de sobrellevar en nuestra vida es el orgullo. A lo mejor en muchos casos nuestro orgullo era una de las razones que nos impedía acercarnos a Dios. Pero también está
el Ego que muchas veces nos hace creer que somos los mejores, descuidando de
esta manera nuestra relación con Dios y dándole lugar al enemigo de nuestras
almas para que comience a tejer una tela de araña en nuestra vida espiritual
para luego destruirnos. El mismo Satanás o llamado antes Ángel de Luz, se dejo
llevar por el ego al hacerse creer que era igual a Dios y por su ego fue echado
del cielo.

La verdad es que tanto el ego como el orgullo pueden llevarnos al fracaso espiritual, no podemos negar que todos en momento determinado podemos ser presa de uno de ellos o quizá lo estas siendo o lo
fuimos.

Es por esa razón que necesitamos entender que en una vida que desea agradar a Dios no deberían existir estos dos males ya que no encajan en los planes que Dios tiene para nuestra vida.

Antes que nada quiero definir cada una de estas palabras.

¿Qué es el Ego?
* Valoración excesiva de uno mismo.

UNA PERSONA CON EGO.
Definitivamente cada uno de nosotros tenemos un gran valor y este valor es la Sangre de Cristo, por ello tenemos que tener un buen concepto de nosotros
mismos, pero ese buen concepto debe ir acompañado de humildad. No es bueno que
nos despreciemos, pero tampoco es bueno tener una valoración excesiva de uno
mismo o en pocas palabras “ego”. Una persona con ego es una persona que en su
vocabulario solo existe el “yo” y que cree que no hay nadie mejor que él.

Es Evidente que las personas que se dejan llevar por el ego fracasan. En el caminar cristiano el ego no ayuda en nada y lejos de ayudar es un obstáculo más que saltar, el cristianismo se trata de
humildad, de reconocer sus buenas capacidades pero también sus defectos. Y el
hecho de conocer nuestras limitantes nos hace tratar de buscar más del Señor,
en cambio una persona que se cree lo máximo y que no hay nadie como él o ella
de excelente, es una persona que difícilmente buscara del Señor, ya que su
mismo concepto de él (ella) mismo (a) lo lleva a confiarse en su caminar.
Viéndolo desde el punto de vista espiritual, tenemos que estar preparados en
cada momento, mostrando humildad y sometimiento a Dios, reconociendo que cada
día necesitamos más de Él y que nuestra vida completa depende de Dios.

Tenemos que mantener nuestro ego siempre bien sujetado, porque por muy bueno que tú seas para desempeñar “x” tarea en la congregación, tienes que mantener la humildad, a lo mejor escucharas muchos
comentarios positivos y que te ponen en lo más alto, pero recuerda siempre que
la Gloria es para uno solo, esto es para Jesús, que nunca se te olvide que todo
lo que tú eres y has hecho es porque Dios ha estado contigo. La humildad
siempre tiene que hacerse presente en todos tus logros.

¿Qué es el Orgullo?
* Exceso de estimación propia o sentimiento que hace que una persona se considere superior a los demás.

UNA PERSONA CON ORGULLO.
Si hablamos de orgullo hablamos de un mal que no te permite prosperar en lo espiritual. El antónimo de Orgullo es Humildad. Una persona orgullosa
difícilmente reconocerá sus errores, además que es una persona que cuando falla
nunca pide perdón por sus errores. Si lo vemos desde ese punto de vista, creo
que en un cristiano no tendría que haber orgullo, porque el orgullo nunca te
dejara reconocer tus errores, y en la vida cristiana algo primordial para poder
avanzar y crecer espiritualmente es reconocer nuestros errores y enmendarlos.

Una persona con orgullo es una persona que no sabe perdonar, y el no saber perdonar ocasiona ataduras que no te permiten crecer, es necesario que cuando venimos a Jesús vengamos con un corazón limpio,
esto significa dejar a un lado el orgullo. El orgullo no es un fruto del
espíritu, y por ende es necesario que nos deshagamos de él, pues la voluntad de
Dios es que tengamos un corazón perdonador y humilde para reconocer cuando
fallamos. Si tu eres una persona que por orgullo no reconoces cuando fallas,
déjame decirte que es necesario que le pidas a Dios que quite de una vez por
todas todo orgullo que no te permite ser libre.

LA VOLUNTAD DE DIOS PARA NUESTRA VIDA.
La voluntad de Dios para nuestra vida es que cada día busquemos la humildad y
esto significa el reconocimiento, no hay nada más hermoso que un cristiano que
reconoce sus errores y pide perdón para poder ser renovado.

Dios quiere que cada uno de nosotros busquemos ser mejores cristianos cada día y que lejos de manejar orgullo o ego en nuestra vida, podamos tener un corazón sensible a la hora de fallar, te
aseguro que si comienzas a practicar la humildad en tu vida tendrás mejores
frutos que los que el orgullo o el ego te pueden dar. Recuerda que todos
dependemos de Dios y que sin El no somos nada, pero con El somos más que
vencedores, reconociendo siempre que la gloria de nuestras victorias se las
merece El.

No hay nada peor que un corazón orgulloso y egocéntrico, es por esa razón que nosotros tenemos que mantener saludable nuestro corazón, para que Dios pueda escuchar nuestro clamor, la Biblia dice:

“Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos”. (Salmos 138:6)

Autor: Enrique Monterroza
Tomado de: Reflexiones y Devocionales