LA CIENCIA DE LA MEDITACIÓN

18 octubre 2008

“La Construcción del Antakarana”

El amplio interés que el tema de la MEDITACIÓN ha despertado en la actualidad, evi¬dencia UNA NECESIDAD MUNDIAL que exige clara comprensión. Cuando descubrimos una tendencia popular hacia cualquier dirección UNILATERAL constante, podemos con certeza de-ducir que de ello surgirá algo que la raza necesita en su marcha hacia de-lante. Lamentablemente la MEDITACIÓN es considerada por quienes la definen superficialmente como un «modo de orar». Sin embargo, se puede demostrar que en la correcta comprensión del proceso de la MEDITA-CIÓN, y en su acertada adaptación a las necesi¬dades de nuestra civiliza-ción moderna, se encontrará la solución de nuestras difi¬cultades PEDA-GÓGICAS y el método por el cual será posible llegar a la comprobación de la existencia del ALMA.
En general la MEDITACIÓN es un hábito poco frecuente en el hombre. De vez en cuando, cuando se encuentra en dificultades y tiene problemas que resolver, o cuando sufre, entonces, por lo general, el hom-bre se CONCENTRA y REFLEXIONA porque necesita encontrar una solución. Pero a esto todavía no se le puede llamar MEDITACIÓN; se trata tan sólo de una reacción instintiva natural frente al peligro o a la desgracia. Sí, en estos momentos, instintiva¬mente, el hombre, que necesi-ta de un refugio, se recoge en sí mismo, e incluso pue¬de ser que empiece a REZAR, dirigiéndose a un Ser al que había descuidado, porque hasta entonces todo marchaba bien. Así pues, ahora se vuelve hacia este SER, le busca, porque recuerda que, cuando era niño, sus padres le habían di-cho que era TODOPODEROSO, OMNISCIENTE y AMOROSO; se di-rige a ÉL para pedirle ayuda y socorro con la mayor humildad, con un sentimiento poderosísimo. Sí, pero para eso tienen que darse circunstan-cias excepcionales: un peligro, una guerra, una enfermedad, la muerte… En la vida corriente, cuando están tranquilos y dichosos, los hombres no tienen ningunas ganas de REZAR o de MEDITAR, y no consideran en absoluto este ejercicio como necesario e indispensable; ni siquiera ven su utilidad. Cuando todo va bien piensan que no tienen por qué perder el tiempo en las regiones vagas y nebulosas de la MEDITACIÓN. Pero cuando sobrevienen las desgracias, cuando arrecian las grandes dificulta-des, cuando se dan cuanta de que nada de lo que es concreto y material pue¬de ayudarles, entonces buscan internamente un apoyo, un socorro, una protección en las REGIONES CELESTIALES: Eso está bien, pero hubie-ran encontrado más fácilmente este apoyo si no hubiesen esperado el ad-venimiento de circunstancias excepcionales para recurrir al CIELO, si hubiesen aprendido a hacer de la MEDITACIÓN una práctica cotidiana.
Naturalmente, no hay que hacerse muchas ilusiones, porque es muy difícil meditar. Mientras estemos comprometidos en ocupaciones prosaicas o sumergidos en las pasio¬nes, no podemos meditar. HAY QUE TRATAR DE LIBERARSE INTERIORMENTE PARA PODER PRO¬YECTAR EL PENSAMIENTO HASTA LO ETERNO. Hay algunos in-dividuos que meditan durante años, pero perdían el tiempo o incluso se desequilibraban, porque NO SABÍAN, o no querían saber, que para ME-DITAR hay que cumplir ciertos requisitos. Mientras no seamos libres in-teriormente, no podemos meditar. Pero, ¡cuántos especulan, roban, beben, o se acuestan con cualquiera, y después… ((MEDITAN)) !No!, así no es posible medi¬tar, porque estas personas retienen el pensamiento en las Re-giones Inferiores, y la naturaleza de estas actividades no lo permiten. Sa-bemos que la MEDITACIÓN se está poniendo de moda, pero esto es un dato que a ve¬ces puede ser preocupante, porque únicamente vemos a uno cuantos pobres desgracia¬dos que se están aventurando en un terreno que no conocen. ¿Cómo queremos MEDITAR si no tenemos un IDEAL ELEVADO que nos libere de nuestros caprichos, desenfrenos, veleida-des, deseos, y nos conduzca hasta el Cielo? No podemos MEDITAR si no he¬mos vencido ciertas debilidades, si no hemos comprendido determina-das VERDADES; y no sólo no podemos, sino que aún es peligroso inten-tarlo.
Algunos cierran los ojos o adoptan determinadas posturas, pero, ¿qué suceden interiormente? ¿Dónde están? Sólo Dios lo sabe. Si entra-mos en su cabeza para ver lo que pasa, veremos que los pobres ¡están durmiendo! En eso consiste la meditación profunda… Por lo demás, ac-tualmente, ¡se han llegado a realizar demostraciones públicas de medita-ción! Eso es ridículo. ¿Qué meditación puede realizarse ante un público? En realidad, sí es posible hacerlo; pero hay que estar muy avanzado, muy liberado para ser capaz de meditar en cualquier lugar y en cualquier mo-mento, puesto que el ESPͬRITU está continuamente conectado con el Mundo Divino. Pero tener ese AMOR para con el Mundo Divino presu-pone una evolución excepcional, y éste no es el caso de los que hacen es-tas demostraciones de meditación. La MEDITACIÓN no es un ejercicio tan sencillo como se imagina la gente, hay que es¬tar muy avanzado para meditar y, sobre todo, hay que tener un AMOR formidable para con el Mundo Divino. De ser así, sin que nos tengamos que esforzar, nuestro pensamiento ya está CONCENTRADO, y aunque no queramos, MEDI-TAMOS; nuestro pensamiento es¬tá tan liberado que puede hacer su traba-jo independientemente de nosotros.
Algunos dicen: «Desde hace años trato de meditar, pero mi cere-bro se bloquea y no consigo nada.» ¿Por qué? Porque no han comprendi-do que cada momento de su vida no está aislado, sino que está conectado con todos los momentos que le preceden, con lo que se llama el pasado. No han comprendido que su pasado les entorpece, les estorba, y como quieren meditar a pesar de todo, FUERZAN SU CEREBRO, y entonces éste se BLOQUEA. No hay nada que hacer… No se les ha ocurrido decir-se: «Quiero meditar, así que debo preparar mi cerebro y mi organismo; debo ponerlo todo a punto para tener la posibilidad de trabajar correcta-mente.» Supongamos que hayamos discutido con al¬guien. A la mañana siguiente, cuando queremos MEDITAR, este recuerdo nos persigue, y no dejamos de pensar: «¡Ah! Me ha dicho esto o aquello… si le encuentro, ¡va a pasar un mal rato!» Y éste es el tema alrededor del cual va a girar la meditación. ¡Un barullo un caos!. En vez de elevarse hasta las Regiones Divinas, cada cual remueve todo lo que ha vivido en el pasado, y éste pa-sa una y otra vez… un verdadero cortijo de rostros y de acontecimientos que se van presentando, con lo cual resulta imposible salirse del atollade-ro. La misma historia se repite durante años, y así, evidentemente, no se obtienen resultados positivos. El hombre puede llegar a ser todopodero-so, pero únicamente si sabe un cierto número de cosas y, en particular, que cada momento de la existencia está conectado con los que le pre-ceden. Esto es lo que quería decir JESÚS cuando aconsejaba no preocu-parse por el mañana. Sí, porque si ordenáis vuestra vida hoy, el mañana os encontrará li¬bres: podréis disponer de vosotros cuando queráis y con-centrar vuestro pensamiento en el tema que deseéis, porque lo habréis arreglado todo el día anterior. Mientras que si no habéis arreglado nada, al día siguiente os encontráis con obstáculos, de¬béis afanaros a diestra y sinies-tra para remediar las lagunas y los errores del pasado y no sois libres para trabajar en el presente ni para crear el futuro.
Debemos, pues, prepararnos de antemano, y cuando seamos li-bres en nuestro cuerpo, en nuestros pensamientos y en nuestros senti-mientos, cuando hayamos escapado, por fin, de esta prisión que es la vida cotidiana, empezaremos a elevarnos internamente: Sen¬tiremos que existe una nueva vida, vasta, amplia, profunda; y nos sentiremos tan di¬latados, tan extasiados, que nos elevaremos hasta otra Región… Una Región que, en realidad, está DENTRO DE NOSOTROS: sí, esta Vida Divina FLU-YE dentro de nosotros. Y entonces, por fin, llegamos a vivir, por un momento, la verdadera vida. Así es como el Mundo Divino empieza a despertarse en nosotros, y luego ya no podemos olvidarlo; tenemos la cer-teza de que el Alma es una REALIDAD, de que el Mundo Divino existe y de que está poblado por innumerables criaturas. ¿Por qué esta certeza? Porque habremos logrado desencadenar unas fuerzas todavía desconoci-das, unas fuerzas mucho más poderosas y benéficas, mientras que antes estábamos atrapados en un engranaje de fuerzas hostiles que nos carco-mían hasta aniquilarnos.

“ Esto Es Lo Que Los Iniciados Saben Y Nos Han Enseñado Siempre. La Meditación Es Una Cuestión Psicológica, Filosófica, Espiritual, Un Acto Cósmico De La Mayor Importancia. Y Una Vez Que El Discípulo Ha Pa-ladeado El Sabor De Este Mundo Superior, Su Convicción Se Refuerza Y Siente Que Sus Facultades Empiezan A Obedecerle”.

Diferencia Básica Entre La «Oración» y la «Meditación».

Será útil establecer con claridad la meta definitiva que persigue el hombre culto cuando empieza a practicar la medi¬tación y diferenciar en-tre la meditación y lo que el cristiano llama plegaria. Es esencial tener una idea clara de estos puntos, si queremos progresar en forma práctica, pues la tarea del investi¬gador es ardua; necesita algo más que un entu-siasmo pasajero y un esfuerzo momentáneo, para dominar esta ciencia y aplicar efi¬cazmente su técnica. Vamos a considerar primeramente el últi-mo de los dos puntos mencionados y compararemos los métodos de la plegaria y de la meditación. La oración puede describirse, quizás, con los versos de J. Montgomery:

“ Plegaria es el sincero deseo del alma, expresado o inexpresado, el movimiento del fuego oculto, que se estremece en el pecho.”
Expone la idea del deseo y del requerimiento; la fuente del deseo es el corazón. Pero debe tenerse en cuenta que el deseo del corazón puede ser la adquisición de algo que la personalidad ambi¬ciona, o las posesiones trascendentales y celestiales que el alma anhela. Sea lo que fuere, la idea básica es demandar lo que se desea, y así entra el factor anticipación, y también algo se adquiere finalmente, si la fe del peticionante es suficien-temente intensa.
La meditación difiere de la oración en que es, ante todo una orientación de la mente, orientación que produce comprensión y recono-cimiento, y se convierte en conocimiento formulado. Exis¬te una gran con-fusión en la mayoría de las personas sobre esta diferencia. Bianco de Sie-na hablaba realmente de meditación, cuando dijo:

«¿Qué es la oración, sino la elevación de la mente
directamente a Dios?».

Las personas polarizadas en su naturaleza de deseos, siendo pre-dominantemente de tendencia mística, demandan lo que nece¬sitan, se es-fuerzan por adquirir en la plegaria virtudes largo tiem¬po anheladas; rue-gan a la Deidad que los escuche y mitigue sus dificultades; interceden por sus seres queridos y quienes los ro¬dean; importunan a los cielos por las posesiones materiales o espirituales, que consideran esenciales para su fe-licidad. Aspiran y ansían cualidades, circunstancias y factores condicio-nantes, que simplifiquen sus vidas o los liberen, para alcanzar lo que creen ser la libertad para una mayor utilidad; agonizan orando, para obte-ner alivio en sus enfermedades y padecimientos, y tratan de que Dios res-ponda a su demanda mediante alguna revelación. Pero este pedir, deman-dar y esperar, son las principales características de la oración, predomi-nando el deseo e implicando el corazón. La naturaleza emocional y la parte sensoria del hombre busca lo que necesita, y el campo de las nece-sidades es grande y real; el acercamiento se hace por medio del corazón.
La meditación lleva el trabajo hasta el reino mental; el deseo cede su lugar al trabajo práctico de preparación para el conoci¬miento di-vino, de manera que el hombre que inició su larga carrera y experiencias de la vida con el deseo como cualidad básica, y alcanzó el estado de ado-ración de la Realidad divina tenuemente percibida, pasa ahora del mun-do místico al del intelecto, al de la razón y de la eventual comprensión.
El hombre que ha llegado a identificarse con el CORAZÓN de la Divinidad es un Verdadero MÍSTICO, este grado dentro de la evolución del ser humano es un estadio INTER¬MEDIO. Si desea seguir evolucio-nando, inevitablemente, ha de convertirse en OCULTISTA o CONOCE-DOR y, no solamente identificarse con el Corazón Divino, sino también como lo hace el OCULTISTA con la MENTE DEL CREADOR y parti-cipar conscientemente en Su Obra. Sin embargo, hay que decir que na¬die puede alcanzar el grado de Ocultista a no ser que haya superado y sinteti-zado en su interior el estadio del Místico. Los dos se expresan de la si-guiente manera:

EL MÍSTICO está polarizado en su naturaleza Emocional Supe-rior (corazón).

EL OCULTISTA se polariza en la CABEZA y utiliza el Corazón de la MENTE.

EL MÍSTICO utiliza la ORACIÓN para su desenvolvimiento, mientras que el OCULTISTA utiliza la MEDITACIÓN CREA-DORA con el propósito de ser un SERVIDOR eficaz en manos de Dios.

EL MÍSTICO puede alcanzar cierto grado de INICIACIÓN, pero a no ser que se transmute en OCULTISTA no podrá llegar a ser un MAESTRO DE SABIDURÍA, ya que éste utiliza tanto el corazón como la mente integrada.

LA MEDITACIÓN EN LA “ NUEVA ERA ”

La meditación de la Nueva Era es una flecha que vuela hacia el Cosmos. En el pasado, la meditación era adoración, deseo, aspi¬ración y devoción. En la Nueva Era, será pensamiento, síntesis, ale¬gría, bienaven-turanza, trabajo y sacrificio, planteando la cuestión a la luz de nuestra más alta tensión intelectual y extrayendo la respuesta, la solución de nues-tras necesidades, de las profundi¬dades de nuestra Alma.
El tema de nuestra meditación no será personal sino global, un tema que pertenezca a toda la humanidad, o incluso a todos los reinos del globo, y cada cuestión personal nuestra será conside¬rada desde el punto de vista de la necesidad global, de la respues¬ta global. En el pasado, éra-mos egoístas. Alzábamos muros entre hom¬bre y hombre, entre nación y nación, entre raza y raza. Creábamos contaminación en nuestros mundos físico, emocional y mental. En la Nueva Era estamos obligados a eliminar estos muros y esta con¬taminación en el sendero de nuestra supervivencia y liberación.
En la historia de la humanidad, sólo ahora sentimos el hecho de que el hombre, los grupos, las naciones no son islas sino células del enorme cuerpo de la humanidad, y que es condición de la hu¬manidad que decida el destino de cada célula. He aquí por qué en la Nueva Era, las al-mas de la nueva Era meditarán sobre cuestiones universales, sobre pro-blemas universales, para eliminar si es posi¬ble la miseria que nos acarreá-ramos. A veces, la gente piensa que los de la nueva Era son los jóve¬nes, o los niños del mundo, porque presumen que cada nueva era produce su propia cosecha. Esto no es así. En el pasado, tuvimos gente que estaba 3000 años delante de nosotros en su pensar. Ser de la Nueva Era nada tiene que ver con la edad de una persona sino con la actitud mental y la comprensión. Ser joven no significa que usted pertenezca a la Nueva Era. No es la edad del cuerpo la que decide el tipo, sino la consciencia. Si la conciencia actúa en armonía con el Plan; si su vida en conjunto refleja su conciencia; si usted piensa y actúa en términos de una sola humanidad, de un solo mundo; Si us¬ted siente que no pertenece a sí mismo sino a la humanidad; si usted desarrolla y extiende sus facultades intelectuales y a ello iguala sus cualidades del corazón, su amor y compasión por la vida como un todo; si usted trata de transfigurar su personalidad a través del recto vivir, del recto sentir, del recto pensar y del recto discriminar; si us-ted ahorra su tiempo, su energía y su dinero para consagrarlos al bienestar de la humanidad; si usted disipa el temor, el odio, los celos y el crimen a través de su propia vida y sus propios pensamientos; si usted construye puentes entre hombre y hombre, entre nación y nación, y piensa en el bien supremo para la humanidad; si usted expande su horizonte hacia el Cosmos, y ahonda su humildad a la luz del Cosmos; si usted está agrade-cido a la Existencia como un todo, y puede entender a las flores, a los ár-boles, a los pájaros, a los seres humanos en su amor… entonces usted es un hombre de la Nueva Era, un hijo de la Nueva Era, y está en el Sendero hacia el Cosmos. Usted es una antorcha llameante que conduce a la humanidad de la oscuridad a la luz, de lo irreal a lo real, de la muerte a la inmortalidad, del caos a la belleza.

Existe un llamado, un llamado en pos de más luz, de más amor y de más belleza. Quienes oyen este llamado, y responden, entran en el sendero del esfuerzo, en el sendero del servicio, y en el sen¬dero de la ale-gría. El sendero de la meditación es el sendero del esfuerzo, del servicio y de la alegría. Este gran llamado es el llamado de nues¬tra esencia más recóndita. Es un llamado de liberación, de libertad, de remisión. El fuego creador que está dentro de nosotros quiere dominar a sus vehículos, con-ducirlos hacia la transfiguración, de modo que su gloria brille en el mun-do como gran belleza, como gran amor y alegría, y luego extienda su be-lleza, su amor y alegría hacia toda la humanidad, hacia todo el sistema so-lar… hacia el Cosmos, a través de una vida de sacrificio y servicio.
Todos los que respondieron a este llamado se convirtieron en fuentes de belleza, amor y alegría. Lo mejor que tenemos en nues¬tra cul-tura es el regalo de tales hombres. Ellos se convirtieron en un «sendero por el cual el hombre puede triunfar». Sus visiones supremas están aún vivas en el gran espacio materno como forma¬ciones magnéticas y radiac-tivas, como grandes ideas, como grandes formasdepensamiento. En cual-quier tiempo en que el hombre eleve su conciencia a través de la medita-ción y se sintonice con estas grandes visiones, empieza a impresionar su cerebro, crean¬do grandes bellezas y visiones similares para el gran avance y em¬peño hacia la perfección. Detrás de este llamado está también la tota-lidad del Plan de los grandes Iluminados. Quienes están en el Sendero de la evolución cósmica como ardientes pilares de luz, como doradas puertas de la libertad.

Es la Voz del corazón del Sol místico, que llama a Sus chispas dispersas para que vuelvan a Casa ”.

La meditación es una de las ciencias máximas que pueden salvar a nuestro planeta de la destrucción total y convertirlo en una estación de la hermosura a través de la cual el hombre puede tomar contacto con la hermosura del Cosmos. Es la ciencia de la manipulación de la energía, de acuerdo con la Voluntad de la Vida Cósmica. Los pensamientos reales son formulaciones de esta Voluntad, en el hombre, en el planeta, en el sistema solar y más allá. Son de naturaleza eléctrica, y tienen un efecto tremendo sobre los elementos y los reinos de nuestro globo. Sólo a través del USO CORRECTO de las potentes energías de la mente podremos im-pedir la destrucción total y entrar en la puerta de la Nueva Era.
La meditación, en la Nueva Era, será un trabajo para revelar las leyes de la supervivencia para toda la humanidad, para crear un mundo en el que el hombre florezca hasta su más alta poten¬cialidad. En el pasado, la meditación se efectuaba para la salva¬ción personal, para la satisfacción personal. En la Nueva Era, es para toda la humanidad, para todos los re-inos. La meditación en la Nueva Era es pensamiento creador a través de la luz de la intuición y de conformidad con el Plan Divino. En la Nueva Era, la meditación implicará no sólo los esfuerzos mís¬ticos de la humani-dad, sino que también implicará los campos político, educativo, filosófi-co, artístico, científico, religioso y econó¬mico; creará armonía dentro y entre todos estos campos bajo el ritmo del Plan Divino, de la Voluntad Divina. Así, la meditación será no sólo ganar discriminación, tomar con-tacto con grandes poderes, tener inspiración y alegría, sino también hacerlos bajar a la vida práctica, transformar nuestra vida en todos los ni-veles, curando las heridas de la humanidad, construyendo puentes y reve-lando la uni¬dad, la síntesis detrás de toda creación.

“La Finalidad De La Meditación Es Aniquilar Los Obstáculos
En El Sendero De Esta Expansión, Y Volvernos Más Conscientes De Nues¬tras Relaciones Cósmicas Y De Nuestro Destino Cósmico”.

La medita¬ción nos introduce en la libertad, y en vez de ser escla-vos de nues¬tros puntos de vista y deseos egocéntricos, nos convertimos en parte o incluso en uno solo con el punto de vista cósmico. Así ayuda-mos a poner fin a la miseria de todas las civilizaciones anteriores, civili-zaciones que brotaron de las lágrimas, del sufrimiento, del dolor y de la sangre humanos.
La meditación es un proceso de florecimiento interior, un pro¬ceso de carga de nuestros vehículos con energía espiritual. Esta energía rege-nera nuestro cuerpo, limpia el vehículo emocional, y pu¬rifica nuestra mente, y como resultado nuestro cuerpo físico aparece más joven y se vuelve radiactivo, nuestro corazón entra en la paz, y nuestra mente se agudiza y vuelve más inclusiva. Es un hecho que las emociones negativas desgastan nuestro cuerpo y que las preocupaciones, el pensamiento sepa-rativo y egoís¬ta nublan nuestras mentes. La meditación libera luz sobre estos tres niveles y empezamos a regenerar nuestros vehículos e irradiar vita¬lidad, paz y serenidad. La meditación nos capacita más en nuestros deberes y trabajos diarios, porque acrecienta nuestro recto juicio, agudiza nuestro poder de observación, aumenta nuestro control sobre el cuerpo, apresura nuestras acciones y las vuelve más precisas.

El Peligro De Las Fórmulas Equivocadas.

Existe por doquier toda una gran variedad de ejercicios, fórmulas y meditaciones que aunque en apariencia prometen favorables beneficios en realidad entorpecen mucho al aspirante en el Sendero, y es por ello y a la gran complejidad del tema, que se ha de saber, reconocer y distinguir entre el grano y la paja (esotéricamente hablando). Lo que puede ser bue-no para uno, no precisamente lo es para otro. Hay factores de cultura, de constitución y de grado de evolución que condicionan a la hora de ejerci-tarse en cualquier práctica. Hace falta, verdaderamente, una CULTURA ESOTÉRICA para que vayamos poco a poco comprendiendo cuales son nuestras principales necesidades. Y en la medida en que vayamos avan-zando y, comprendiendo los cuatro pilares básicos de la evolución espiri-tual, todo lo demás se desenvolverá naturalmente. A continuación vamos a dar algunos CONSEJOS o sugerencias que deberemos tener presentes a la hora de enfrentar algunas prácticas ocultistas. Estos consejos están des-tinados a algunas fórmulas que no son convenientes y que deberíamos evitar para el correcto desarrollo en el avance espiritual. Algunas de estas fórmulas que deberíamos evitar son:

A Debemos evitar todos los ejercicios que nos hagan mentalmente pasivos, como podrían ser la MEDIUNIDAD, o el intentar afanosamente dejar la mente vacía o en blanco. De esta manera imprudente de obrar matamos la mente y el hombre ya no puede ser utilizado por su Alma pa-ra realizarse. Debemos aprender a controlar la mente e incluso subyugarla pero ordenadamente y de una forma positiva. Se ha de orientar correc-tamente a la mente, como a un río, pero nunca detenerla.

B Debemos evitar las prácticas de meditaciones que estimulen di-rectamente los CENTROS o CHAKRAS inferiores, ya que es muy peli-groso e incluso anormal. Todo verdadero Ocultista se ocupa de los CEN-TROS situados desde el cardíaco hacia arriba, y muy especialmente del Chakra Ajna (entrecejo).

C Cualquier ejercicio que intente despertar algún «poder oculto» también debe ser encarecidamente evitado. Los PODERES latentes del hombre superior son activados plenamente por el Alma cuando el hombre está preparado. Primero busquemos el Reino de Dios y todo lo demás se nos dará por añadidura.
D Olvidémonos plenamente la idea equivocada de DESPERTAR a la Energía KUNDALINI por nuestra propia voluntad. Esa tremenda FUERZA se actualizará en la medida en que el hombre sea capaz de ac-tuar como transmisor del propósito divino, ya que el verdadero Ocultista nada tiene que ver con Ella, por muy atractiva que ésta se presente para los estudiantes ansiosos de experimentar

E Evitemos trabajar con la MAGIA INFERIOR, como pueden ser Invocaciones o llamamientos a entidades de escasa evolución como los ELEMENTALES de la NATURA¬LEZA. (El Mago Blanco se ocupa de Entidades que se encuentran precisamente en un Escalón más elevado que estos ELEMENTALES, como son los «DEVAS o ÁNGELES).

F Debemos evitar todas aquellas seudomeditaciones que sólo traten de estimular nuestro cuerpo emocional, por muy placentero que sea. La meditación es una Ciencia de encuentro con el Alma, para que ésta pueda expresarse a través del cerebro físico, y no para quedarnos “embobados” en las nubes de emoción suprema.

El Poder Del Pensamiento

En su Libro «LA CIENCIA DE LA MEDITACIÓN», H. Sarayda-rian en la introducción, nos expone un ejemplo de su propia historia per-sonal al mostrarnos un maravilloso acontecimiento que tuvo lugar en su juventud, y que expresa magistralmente de lo que es capaz el poder del pensamiento. Él describe lo siguiente:

“… Recuerdo que siendo yo niño, mi padre me llevó a una cueva que se extendía bajo tierra cerca de una milla. Mi padre blandía una gran antorcha y yo le seguía con cuidado, al tiempo que mi¬raba las grandes sombras en las paredes y escuchaba los ecos de nuestras palabras.
Al final, nos detuvimos junto a algunas rocas. Mi padre me mostró una con forma de lengua, de unos dos pies de espesor, que se proyec-taba desde una capa horizontal de la roca, en la caverna. También me mostró en lo alto una roca que parecía un dedo, de la que caían gotas rítmicamente. Después que vi estas rocas, me dijo: «Tengo una pregunta para ti. Viste la gota que cae del techo, ¿pero viste de dónde venía?» Me miró, y sostuvo en alto la antorcha para verme mejor. Advertí que las go-tas estaban cayendo sobre la roca y la atravesaban. Era curioso porque la roca era muy gruesa. Me arrastré bajo la roca para ver qué sucedía. Vi que tenía una perforación de una pulgada de diámetro y que las gotas atravesa¬ban directamente un orificio que parecía un tubo y caían en el piso. ¿Sabes cómo ocurrió? No. ¡ Piensa! Las gotas percutieron la roca durante siglos y la perforaron. ¡Sí! Te traje para que vieras este hecho y aprendieras una lección. Un pensamiento concentrado en cualquier di-rección, si es continuo puede hacer cosas que parecen imposibles.
Cuando acabábamos de salir de la cueva, mi padre me miró de nuevo en los ojos y me dijo: El poder del pensamiento y el secreto de cómo pensar, éstas son las llaves para todas las cerra¬duras. No lo olvi-des. Lo más débil es una gota, pero puede per¬forar una roca. Entonces saltó sobre su caballo y me alzó frente a él. Estába¬mos atravesando las altas montañas hacía la sinfonía del ocaso”.

El verdadero DISCÍPULO es un ser convencido de que el PEN-SAMIENTO es una realidad y de que todos los poderes están en el pen-samiento. Sabiéndolo, incluso en las circunstancias más desfavorables de la vida en las que los demás se sienten desdichados, engañados, el discí-pulo puede actuar mediante el PENSAMIENTO; nunca pierde el tiempo y nadie puede limitarle: es libre, y por encima de todo, es un CREADOR de su Destino. Los que no están acostumbrados a trabajar con su MENTE se lamentan continuamente de que les falta algo, de que están oprimidos, atados; siempre encuentran un motivo para sentirse desgraciados y es que no se han dado cuenta de que DIOS ha dado al ser humano todas las PO-SIBILIDADES, pero sólo en el campo MENTAL: El día en que sepan aprovecharse de todas las circunstancias de la vida para mantenerse en las ALTURAS, gracias al PENSAMIENTO, lo dominarán todo. Ésa es una CLAVE FUNDAMENTAL, y la MEDITACIÓN se encarga de desarro-llar armoniosamente dicho potencial.

Que Hace La Meditación

La meditación es el resultado inevitable del proceso de evolu¬ción, del impulso hacia la perfección. Un ser humano no puede vivir y crecer sin respirar. La respiración es vida para el cuerpo. La me¬ditación es un género de respiración, y es imposible vivir el Sen¬dero del discipulado y de la iniciación sin la meditación. Cuando el hombre promedio entra en el Sendero siente un gran impulso, un gran ímpetu para meditar; la bellota humana siente en sí las fuerzas de la naturaleza y quiere destruir todas las limitacio¬nes, volverse liberada, y encontrar su camino hacia la luz, el amor y el poder del mundo interior. Los aspirantes degeneran y mueren espiritualmente sin medita¬ción apropiada, pero florecen e irradian más vida cuando meditan. La meditación es la respuesta a un llamado interior, al llamado del futuro. Algún gran imán libera y evoca en ti la luz oculta y te convoca, una etapa tras otra, hasta que encuentras dentro de ti al pri¬mer gran imán, tu Alma.
Se nos dice que el Ángel Solar o “Alma Divina” dentro de noso-tros está en meditación continua y que su meditación se dirige dentro de ambos mundos: el mundo objetivo y el mundo subjetivo, o el mundo de la personalidad y el mundo del espíritu. El Alma se em¬peña en penetrar en los misterios de la Mónada “espíritu” y, entre tanto, de lla¬mar hacia arriba al peregrino que puede haber perdido su Sendero en el laberinto fí-sico, emocional y mental. Cuando se responde al llamado del Alma, el ser humano en evolución empieza a ponderar, a reflexionar, a aspirar y a meditar. Primero, su meditación es muy corta, pero gradual¬mente se torna cada vez más larga, hasta que toda la vida se convierta en un modo de meditación.

La Meditación Es El Proceso Del Despertar A La Realidad Del Ha¬bitante Interior. Es La Ciencia De Entrar En Contacto Con El Pensa¬dor Interior.

Efectos Concretos y Globales De La Meditación:

A través de la meditación, la mente y su contraparte física, el ce-rebro, son puestos bajo el control del Hombre Interior. Así, la medi-tación crea armonía y comunicación en los tres vehículos del hombre. Actúan como una sola unidad, bajo el comando de la inspiración interior.

La meditación revela la síntesis que yace detrás de la aparente inco-herencia de la forma. Una vez que se revela esto, el hombre se convierte en un sanador en todos los niveles de la personalidad. Irradia energía cu-rativa, amor, sabidu¬ría y vida. Esta síntesis se revela cuando las nubes y nieblas de sus hechizos e ilusiones han desaparecido, y se esta¬blece una comunicación verdadera entre los vehículos y la fuente de la síntesis. Tal comunicación es el secreto de todas las curas.

La Meditación Purifica El Espacio. El espacio está lleno de formasde-pensamientos que vagan entre la luz y la oscuridad, el amor y el odio, la be-lleza y la fealdad. En nuestra atmósfera no sólo tenemos niebla, bruma, pol¬vo, smog y nubes de varias clases, sino también oscurecedoras acumulacio-nes proyectadas por cerebros extraviados que en¬venenan la atmósfera y condicionan las mentes de las personas y de sus relaciones. Estas formasde-pensamientos, como una epidemia, esparcen su influencia en cualquier tiempo, en cual¬quier lugar, si encuentran las condiciones apropiadas y los me¬canismos apropiados de expresión. Estas formasdepensamiento están, en su mayoría, construidas con sustancia mental de bajo nivel y son la fuente de muchas ilusiones.

La Meditación Conduce Al Servicio. Y una vida de servicio abre los propios centros etéricos y convierte a uno en un hombre de poder, luz y amor. Hay una falsa técnica o medio que se usa para abrir los centros eté-ricos. Usa géneros especiales de meditación, drogas, ejercicios respirato-rios y mantrams que estimulan mecáni¬camente los centros etéricos. El hombre empieza a tener expe¬riencias inusuales, oye voces, ve Visiones, siente diferentes sensaciones en su cuerpo, etc., pero eventualmente pier-de su salud, su cordura y cae en un modo de vida miserable. El mejor método para abrir los centros es una Vida de dedicado servicio, que es el resultado de la meditación. El hombre empieza a servir cuando entra en contacto con su Al¬ma. La meditación es la ciencia a través de la cual el hombre eventualmente entra en contacto con el Señor Interior y se vuelve radiactivo. Esta radiactividad se expresa como servicio. Cuando la vida de servicio continúa y las cualidades del Alma se expresan así, los centros empiezan a abrirse y desarrollarse e inundar el mecanismo con energías poderosas.

La Meditación Construye Puentes Y Tiende Líneas De Comunica¬ción Entre Varios Puntos. A través de la meditación se empieza a cons-truir una esta¬ción transmisora y receptora en la mente superior. Se toma de arriba y se da abajo. Pueden recibirse impresiones de la propia Alma, del propio Maestro, de la Jerarquía, e incluso del «Centro donde se cono-ce la Voluntad de Dios». Entonces, uno transmite gran amor, gran armo-nía, gran belleza y comprensión hacia el mundo de los hombres.

LOS PELIGROS DE LA MEDITACIÓN

«Una vida limpia, una mente abierta, un corazón puro, un intelecto ávido, una percepción espiritual sin velos, una hermandad hacia el propio con-discípulo; una presteza para dar y recibir consejo e instrucción… una vo-luntaria obediencia a los mandatos de la Ver¬dad… un valeroso sufrimien-to de la injusticia personal, una valiente declaración de principios, una brava de¬fensa de quienes son injustamente atacados, y un ojo constante sobre el ideal del progreso y la perfección humanas que la ciencia secreta describe; estas son las escaleras doradas por cuyos escalones el estu¬diante puede ascender al Templo de la Sabiduría Divina.» H.P. Blavasky.

1. El Maestro Tibetano, hablando sobre los peligros de la medita-ción, dice: «La meditación es peligrosa e improvechosa para el hom¬bre que entra en ella sin la base del buen carácter y de la vida limpia. Enton-ces, la meditación se convierte sólo en un medio para introducir energías que sólo sirven para estimular los aspectos indeseables de su vida, tal como la fertilización de un jardín lleno de hierbas producirá una cosecha estupenda de éstas, y de ese modo destruirá a las flores débiles y minús-culas. La meditación es peli¬grosa cuando hay un motivo equivocado, co-mo un deseo de creci¬miento personal y de poderes espirituales, pues pro-duce, bajo estas condiciones, sólo un fortalecimiento de las sombras en el valle de la ilusión y aporta el pleno crecimiento de la serpiente del orgu-llo, que acecha en el valle del deseo egoísta. La meditación es peligrosa donde falta el deseo de servir. El servicio es otra palabra a utilizar por la fuerza del alma para bien del grupo. Donde falta este impulso, la energía puede derramarse dentro de los cuerpos, pero a falta de uso y al no hallar salida, tenderá a sobreestimular a los centros, y producirá condiciones desastrosas al neófito. La asi¬milación y la eliminación son leyes de la vida del alma al igual que de la vida física, y cuando esta ley simple se descuida sobrevie¬nen consecuencias graves tan inevitablemente como en el cuerpo físico.»

2. Los peligros del astralismo. Este es el peligro en que caen mu-chos aspirantes bienintencio¬nados. Debido a falta de alineación y a bajos desarrollos psíquicos pasados, el aspirante, en el tiempo de la meditación, se desliza den¬tro del mundo astral y a través de sus sentidos astrales oye, toca, ve, gusta y huele en el mundo astral, según su inclinación. El mun-do astral es una esfera de fuerzas que actúan y cons¬truyen formas sobre los «prototipos» de los deseos. El alcance de los deseos nuestros y del mundo es ilimitado. Pueden mezclarse con sombras positivas y negativas, egoístas y desinteresadas, con amor y odio, con belleza y fealdad, con miedo y valentía. El mundo astral es un mundo turbulento de movimien-to, color, forma, gusto y olor, y quienquiera caiga en esa esfera de fuerzas y formas ilusorias y no se libre de aquélla, pierde su cordura y salud. En los misterios egipcios, el mundo astral era simbolizado por un río oscuro, y el alma del difunto era protegida en una barca y dirigida al otro mundo, sin permitirle caer en las ilusiones del mundo astral. El mismo misterio se repite en la historia de Ulises y en El Libro Tibetano de los Muertos, e in-cluso en el libro décimo de La República, de Platón.
El plano astral no es un principio; es creado por nuestros de¬seos y hechizos. Cuando nuestros hechizos y deseos astrales desaparecen, no po-seemos más cuerpos astrales y no somos influidos por el mundo astral. Cuando el cuerpo astral se purifica de todos los hechizos, se convierte en una extensión del plano Búdico y sirve como un vehículo puro de sensi-bilidad. Ningún hombre puede trabajar en cualquier plano sutil si en su consciencia física no desarrolló su consciencia hasta un grado que cons-cientemente pueda hacer fun¬cionar en ese plano mientras está en la en-carnación física. El Maestro Tibetano dice: «Cuando la mente se desarro-lla indebidamente y cesa de unirse a lo superior y a lo inferior, forma una esfera propia. Este es el máximo desastre que puede alcanzar una unidad humana”.

3. El peligro de dejar la Mente en Blanco. La meta de la medita-ción no es crear una mente dormida sino crear una mente purificada, ex-tremadamente bien organizada, sen¬sitiva y bien entrenada de modo que un hombre pueda usarla como un faro y como un transmisor de impresio-nes superiores al mundo de los hombres. La mente no deberá ser puesta en inactividad o en blanco. Esto lleva a una inhibición de las ondas o formas del pensamiento que circulan en la atmósfera mental. Se conge-lan, por así decirlo, y se corta del cerebro el fluido circulante de energía vital. Esto causa gran fatiga, que se expresa en debilitamiento de la me-moria y de una vida creadora. La mente no se controla a través de la inhibición sino mediante la transmutación y la transformación. A tra-vés de la meditación correcta, el contenido de la atmósfera mental se sub-lima y atraviesa un proceso en fusión en el que las viejas formas cambian en sustancia energética que se usará para construir formas más avanzadas que sirven a ideas mayores, pensamientos mayores y metas mayores.
Aquietar la mente en la meditación no significa tirar de las rien¬das del caballo (las actividades mentales), y hacerlas quedarse quietas. Por el contrario, aquietar la mente significa elevar su vibración tan alto que ninguna corriente de pensamiento inferior o impresiones emocionales y físicas la alcance; pero sólo las ideas, impresiones y formasdepensa-mientos de orden altísimo son registradas por ella, debido a su extrema polarización hacia los mundos superiores.

4. Los peligros del bajo psiquismo. Algunas personas usan la me-ditación para desarrollar poderes psíquicos. Este es uno de los máximos peligros. Los verdaderos poderes psíquicos son el resultado natural de la iluminación, de la expansión de consciencia, de mayor conocimiento, y de una vida de servicio dedicado.
Los maestros ocultistas nos aconsejan no jugar con los centros etéricos usando ejercicios respiratorios, entonando mantrams, o con¬centrándonos en el fuego de Kundalini para elevarla por la columna ver-tebral al intentar desarrollar poderes psíquicos. Hay dos clases de psi-quismo, el inferior y el superior. El psi¬quismo inferior es el resultado de un alma humana en desarrollo que está llena de maya, de hechizo y de ilusión. ¡No es una señal de espiritualidad!. El psiquismo inferior entra en la existencia usualmente cuando el alma humana en evolución se expresa a través de la parte inferior del centro del plexo solar, que está conectada inmediatamente con el mundo astral.
El psiquismo superior es el poder del Ángel Solar. La meta del alma humana es desarrollarse hasta un grado tal que se funda con el Án-gel Solar a través de un matrimonio místico. Los pasos que conducen a este matrimonio comprenden la ciencia de la medita¬ción. Antes que el alma pueda comprender y recordar, deberá unirse con el Orador Silen-cioso, «tal como la forma a la que se amolda la arcilla primero se une con la mente del alfarero». Cuando procede la fusión del alma humana con la luz interior, el psiquismo inferior desaparece y empieza el psiquismo su-perior.

LA MEDITACIÓN EN GRUPO

La meditación individual deberá conducir eventualmente a la meditación en grupo. El grupo deberá estar compuesto sólo por aquellos que realmente se esforzaron en realizar la meditación indi¬vidual y que tu-vieron un buen éxito real. La meditación en grupo es un proceso de for-mación de un canal unido para recibir luz, amor y poder, y para irradiarlo hacia todos los niveles en los que se hallan los miembros del grupo. La meditación en grupo y el servicio en grupo son como una sinfonía; es el resultado más fino de muchos instrumentos, puestos a tono y armoniza-dos entre sí en la conciencia de grupo. En la meditación en grupo, el fue-go del corazón palpita, irradia y abraza los corazones de los miembros del grupo, y crea un centro subjetivo del corazón que es un centro real de amor verdadero. El amor verdadero, un amor que realmente emana del centro del corazón del grupo, se experimenta sólo en la meditación en grupo y en el servicio en grupo.
La meditación en grupo acrecienta tremendamente nuestra luz in-dividual y nuestro poder de voluntad. Uno puede alcanzar algún grado de iluminación a través de la meditación individual, pero es imposible invo-car el amor verdadero y la energía de la voluntad sin la meditación en grupo y el servicio en grupo. Las energías superiores podrán tocarse, libe-rarse y compartirse seguramente, y usarse constructivamente en la forma-ción en grupo. La meditación en grupo puede ajustar y reparar muchos mecanismos individuales que estaban deformados o dañados. La máxima protección en el Sendero es el aura de grupo, la radiación de grupo. Y es-te aura y esta radiación son creadas sola¬mente a través de la meditación en grupo y el servicio en grupo. Los pequeños son atrapados en un gran poder de aspiración. Su fe y visión se fortalecen. Su voluntad de servir se ahonda y su sentido de la realidad se aclara a través de la meditación uni-ficada en grupo. En la meditación en grupo se degusta el sentido de uni-dad, se experimenta el sentido de hermandad. La meditación en grupo crea un pozo de energía, amor y luz, y los miembros del grupo podrán sa-car de aquél su propia necesidad en cualquier condición, en cualquier tiempo.
La meditación en grupo nos ayuda también a controlar y corre¬gir nuestros motivos de meditación. La mayoría de nosotros realiza la medi-tación para nuestro propio progreso, para nuestra propia liberación, para el aumento de nuestra propia luz, amor y poder, en principio no está mal, pero hay que subir en la espiral de la evolución. La meditación en grupo elimina esta actitud egoísta de nuestras mentes, y vemos lentamente que hay sólo una meta para la medi¬tación: servir a la humanidad en la luz de la Jerarquía Espiritual y cargarse con el poder de la voluntad divina
NOTA: “En la actual era de Acuario ciertamente urge si cabe, la forma-ción de grupos de MEDITACIÓN GRUPAL DE SERVICIO, es realmen-te importante y necesario. Es, posiblemente, el mejor Trabajo de RE-DENCIÓN MUNDIAL, y a la vez, la forma de evolución personal más rápida conocida.” Sencilla en su apariencia, pero profundamente eficaz….

La MEDITACIÓN es un estado en el que el esfuerzo desaparece y queda sólo la EXISTENCIA, la experimentación continua de la EXISTENCIA DEL SER.