Me pregunto qué pasaría si decidiera publicar un libro titulado: «La importancia de Ser Una Persona Agradecida». No me lo digas, creo intuir tu respuesta: ¡sería un rotundo fracaso editorial y comercial! La mayoría de nosotros prefiere
leer materiales que fortalezcan la
autoestima, libros que inspiren a seguir adelante,
escritos que señalen el camino hacia el éxito personal. ¡Y vaya que no son cosas malas! Pero muy pocas veces
detenemos nuestro agitado caminar para cultivar un espíritu agradecido.
¿Te has encontrado alguna vez con personas cínicas y llenas de amargura? Yo sí, una infinidad de veces. Día a día contemplo el triste espectáculo que mucha gente ofrece mediante respuestas
irónicas, quejas frecuentes y malhumor persistente. Sin ir más lejos, la semana pasada me di cuenta que yo
también estaba cayendo
en una suerte de «ingratitud». Me vi a mí mismo esmerándome por tratar gentilmente a un sinnúmero de personas,
pero «olvidándome» de hacer lo
propio con mi familia. Esto me llevó a recomponer mi
actitud y a reflexionar en el hecho que muchas veces nos olvidamos de ser agradecidos con aquellos que integran
el círculo íntimo de nuestras relaciones interpersonales.
En este sentido, varios años atrás me impactó el desafío de un reconocido conferencista internacional. Ante una nutrida audiencia preguntó.
– «¿Eres tú una persona agradecida?» Luego de hacer una pausa, prosiguió:
– «Te desafío a que hoy mismo hagas una lista de todas las personas que alguna vez hicieron algo bueno por ti y te comuniques personalmente con
ellas para expresarles tu gratitud». ¡Increíblemente sencillo pero al
mismo tiempo altamente revolucionario! De más está decir que cuando me puse a
elaborar mi lista me sorprendí encontrando nombres y hechos que estaban
perdidos entre los anaqueles de mi memoria. Más allá de lo común y cotidiano,
la clave del asunto se encuentra en forjar el hábito de un corazón agradecido.
Puede parecer un pensamiento simple, pero la sencillez que representa involucra
un beneficio integral para
nuestra salud emocional y espiritual.
Recuerda y analiza hoy todas las bendiciones que Dios derrama en tu vida cada día… y agradécele! sé agradecido(a) con Quien más te ama, con Quien te perdona tus debilidades, faltas y pecados,
con Quien te considera Su hijo y está allí siempre que lo necesitas.
AFIRMACION POSITIVAS DE GRATITUD:
Yo doy gracias al Creador cada día por todas las bendiciones que recibo. También doy gracias por todas las bendiciones que recibiré. Esta acción de mi parte abre las puertas del infinito y yo recibo aún una mayor Prosperidad.
Cuando niño, se me enseñó a dar las gracias, y continúo esta práctica hoy. Cada persona es un canal por medio del cual fluyen las bendiciones divinas. Más todo bien tiene su origen en Dios. Así que recuerdo decir: «Gracias,
Dios» tanto por las bendiciones que puedo ver como por aquellas que no se
ven.
Si me disgusta el que algo que necesitaba o deseaba no se haya manifestado como yo quería, recuerdo que Dios es Fuente Infinita y Sabia. Siento gratitud por adelantado por las bendiciones que están
por venir, y dejo ir pensamientos de limitación acerca de cómo han de venir o
ser. Dios es mi Fuente, y doy gracias por todo el bien en mi vida.
Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. —Salmo 100:4
AUTOR: DESCONOCIDO…..
¡Bendiciones!