PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO El perdón…… Si alguna vez hemos perjudicado a alguien, tarde o temprano alguien nos va a perjudicar

31 marzo 2010

El sexto Principio metafísico es uno de los más difundidos y dice textualmente: «Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la Ley; la suerte no es más que el nombre que
se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad pero nada
escapa a la Ley»

Absolutamente todo lo que estamos viviendo en el presente ha sido generado en
algún momento, lo hemos creado ya sea consciente o inconscientemente en esta o
en otra vida. Cuando decimos que algo nos sucede «por casualidad»,
sólo estamos refiriéndonos a una ley que desconocemos, pero en realidad era un
evento que nos tocaba vivir porque lo habíamos generado de alguna manera.
Es agradable pensar que todo lo bueno que nos ocurre es el producto de nuestras
buenas acciones; pero por el contrario, nos cuesta aceptar que las situaciones
negativas que se nos presentan también las hemos creado. Se nos hace difícil
llegar a entender ¿por qué y cuándo generamos lo negativo? Este principio nos
da la respuesta al explicarnos que son muchos los planos de causación; algunos
de ellos provienen desde muy atrás en el tiempo y están dormidos en la memoria,
son eventos que pudieron darse tanto en la infancia como en vidas anteriores.
Además, genéticamente recibimos la «influencia» de… nuestros
padres, a eso le agregamos la influencia de cuatro abuelos y, si seguimos,
vemos que también recibimos la influencia de ocho bisabuelos. Así, esta cadena
continúa infinitamente. También recibimos las influencias de la sociedad en la
que crecemos, la religión que practicamos, las instituciones de enseñanza a las
que asistimos, los lugares de trabajo, los clubes, los amigos que nos rodean, y
demás. Estos son sólo algunos ejemplos para indicar que existen muchos planos
de causación y nosotros somos el resultado de la suma de dichos planos.
Llamamos «planos de causación» a los lugares, personas y eventos que
nos han enseñado un «patrón mental o creencia » que tomamos como
verdaderos.
Cada estudiante de metafísica debe analizar el conjunto de información que ha
recibido a lo largo de su vida; conscientemente debe seleccionar aquello que
desea mantener en su mente y lo que debe desechar. En este proceso se debe
reconocer lo que pensaba… nuestro padre, nuestra madre, nuestros abuelos, y
qué es lo que elegimos pensar nosotros. También es conveniente recordar lo que
uno acostumbraba pensar tiempo atrás y lo que elige pensar ahora. Siempre
tenemos la libertad de poder elegir en el presente, que es el único momento que
existe. Recuerda que lo llamamos «libre albedrío» no es más que la
oportunidad que se nos da de elegir nuestros pensamientos. En esto radica
nuestro verdadero poder y es así como tomamos las riendas de nuestra vida.
En este proceso de selección de pensamientos debemos ser responsables y evitar
en todo momento caer en el papel de víctima. Para la mayoría, es más fácil
culpar a alguien o a algo por la infelicidad y, por lo tanto, se deja de lado
la posibilidad de «cambiar y crecer». Hay personas que culpan al
gobierno, la situación económica, su pareja, su familia, sus hijos, jefes, y
además, algunos llegan a culpar al clima (humedad, calor, frío) por su
insatisfacción.
Tal como aprendimos al estudiar el Principio de Correspondencia, debemos
recordar que «todo lo que ocurre por fuera está reflejando nuestro estado
interno». Cuando algo externo nos produce insatisfacción o dolor, eso sólo
nos está recordando que tenemos una herida que sanar; de otra manera, no nos
alteraríamos.
Es muy recomendable investigar el origen de las situaciones presentes. Si estás
viviendo un momento de soledad, no se debe a que tienes «mala suerte»
y no encuentras a nadie adecuado para tí. Esa soledad tiene un significado en
tu vida; es una lección que debes aprender. La manera más rápida de encontrar
respuestas a los conflictos que vivimos es formulando la pregunta a nuestro Yo
Superior o Dios Interno. Esto se debe hacer preferiblemente en estado de
meditación. Las respuestas que uno recibe siempre son claras y concretas; por
lo general, se resumen en pocas palabras o en una sensación.
Si tienes la costumbre de rezar u orar frecuentemente, recuerda que eso es sólo
una parte de tu diálogo con Dios. Cuando estás rezando es como si le estuvieras
hablando a Dios. Pero cuando estás meditando… estás escuchando Su respuesta.
Si sólo rezas, estás produciendo un monólogo en el cual no estás escuchando a
la otra parte. Esta es la razón por la cual mucha gente religiosa se
desconcierta y se queja de que Dios «no contesta sus pedidos». Es
imposible que eso ocurra. Dios siempre contesta y en forma inmediata. La
solución es permanecer en silencio unos minutos después de rezar, y prestar
atención a lo que recibimos internamente. ¿Cómo sabrás cuándo es Dios quien
contesta tus inquietudes y no tu propio ego? Hay una clave para reconocerlo:
las respuestas de Dios son siempre una forma de paz y armonía para todos los
concernidos.
Las aparentes injusticias que vemos en la vida diaria encuentran su fundamento
en este principio. A lo largo de numerosas vidas anteriores hemos ido generando
causas, que determinan nuestra situación presente. Hay personas que han hecho
mucho bien en el pasado y ahora les toca vivir su recompensa. A estas personas
las percibimos como «afortunadas». Por otra parte, hay otros que han
cometido muchos errores, han quebrado ciertas leyes universales y ahora se
encuentran atrapados en problemas y dificultades. Por eso es que nace gente
pobre, enferma o con «mala suerte», mientras que otros nacen
saludables, en un hogar confortable y con buenas oportunidades. Sin embargo,
sin importar ¿cuál es la apariencia o situación que nos toca vivir?, todos
venimos al planeta con la única función de sanarnos a nosotros mismos. Por tal
motivo, los problemas desaparecen cuando terminamos de aprender nuestra
lección. Así vemos que todo lo malo que vivimos no es más que la oportunidad de
abrir nuestra Conciencia a un conocimiento nuevo.
Se llama «karma» a la deuda que tenemos con nuestro destino y
«dharma» a la recompensa que recibimos por nuestras buenas obras del
pasado. Por ejemplo, una persona puede estar atravesando una crisis y, en el
momento menos esperado, aparece alguien que la ayuda desinteresadamente. Ese
«alguien» quizá sea una persona a la cual ha beneficiado antes. Todo
el bien que hacemos a los demás vuelve en algún momento a nosotros
multiplicado. Ocurre lo mismo con todo lo malo.

Si alguna vez hemos perjudicado a alguien, tarde o temprano alguien nos va a
perjudicar. Esto es lo que la Biblia explica como la «Ley del
Tallón», que dice textualmente: «Ojo por ojo, diente por
diente»
. Esta ley ha sido mal interpretada y muchos la entienden
como la ley de la venganza; sin embargo, lo que afirma no es más que la ley de
causa y efecto: si le quitas un ojo a alguien, te tocará perder un ojo tuyo, ni
uno más ni uno menos.
El karma y el dharma pueden entenderse como actividades en dos bancos
diferentes. Al primero le debemos dinero y nos perseguirá hasta que le
paguemos. Por el contrario, el segundo nos paga intereses por lo que hemos
depositado. Estos bancos no tienen conexión entre sí; es decir que por más
buenas obras que hagamos en el presente, igual tendremos que saldar nuestras
deudas con el destino.
La cadena del karma puede llegar a ser eterna: una persona quizá sea víctima de
alguien en una vida y luego se vuelva vengadora en la siguiente, para luego
volver a ser la víctima y así sucesivamente… La cadena se corta cuando una de
las partes involucradas decide perdonar. El karma se disuelve por completo
gracias a la práctica del perdón.
Perdonar no es tan fácil como uno cree. Muchas personas que dicen haber
perdonado sólo hacen un juego intelectual; cuando vuelven a tener otro problema
con la persona «perdonada», el resentimiento y los reproches aparecen
instantáneamente. Esto es lo que conocemos como «perdono pero no
olvido», lo que sólo nos indica que el perdón no ha tenido lugar aún. El
verdadero perdón otorga paz.
Básicamente, hay dos maneras de cortar el karma. Para entender cómo funcionan
estas dos maneras, vamos a imaginarnos una relación entre un hombre y una mujer
en la cual el primero ha perjudicado a la segunda. En esta vida, ella sentirá
un gran deseo de vengarse y perjudicarlo pero como se ha elevado
espiritualmente y conoce la Ley de Causa y Efecto elige perdonarlo y NO
responde al impulso negativo. El karma ha sido interrumpido gracias a su
decisión de perdonar.
Imaginemos ahora el mismo caso pero, en esa oportunidad, con la diferencia que
la mujer no está tan iluminada y elige perjudicar al hombre. Es ahora él quien
acepta la responsabilidad de lo que le ocurre porque conoce la Ley e Causa y
Efecto, y entonces elige perdonarla. El Karma ha sido interrumpido nuevamente.
En pocas palabras, sólo hace falta que una de las partes involucradas tenga la
buena voluntad de elegir el perdón como solución al conflicto.
La mayoría de las personas que no perdonan actúan así porque sienten que
alguien tiene que pagar por lo que les ha sucedido; existe en ellas una sed de
justicia que, en apariencia, no se da en este plano.
Cada estudiante de metafísica debe saber que la Justicia Divina opera a través
de la Ley de Causa y Efecto. En consecuencia, debemos aprender a ser
conscientes de nuestros actos. Cada pensamiento o acción que iniciamos es una
causa que, indefectiblemente, tendrá su efecto. Si peleamos y discutimos con la
gente a nuestro alrededor (causa), el resultado será un gran conflicto
(efecto). Sin embargo, si hacemos favores y ayudamos a otros (causa), también
recibiremos lo mismo en algún momento (efecto) aunque quizá los favores nunca
provengan de las personas a quienes hemos ayudado. Por eso es que todas las
religiones del mundo enseñan a hacer el bien. La única manera de vivir bien es
generando buenas acciones.

6. PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO (2da. parte)
El perdón

¿POR QUÉ LE OCURREN COSAS MALAS A LA GENTE BUENA?

La Ley de Causa y Efecto opera en forma permanente manifestando aquello que de
alguna manera hemos generado. De esto deducimos que haciendo el bien
obtendremos el bien, lo cual es correcto Sin embargo, habrás encontrado que aún
haciendo buenas obras se te presentan problemas y entonces surge la pregunta:
¿Por qué le ocurren cosas malas a la gente buena? La respuesta es muy sencilla:
por karma: Aunque una persona sea buena en esta vida, quizás arrastre deudas de
su pasado.
El karma une a las personas y las mantiene conectadas a través de las distintas
vidas. Esto quiere decir que reencarnamos en grupos en los cuales vamos
intercambiando roles. Es probable que una mujer haya sido madre en una vida y
en la siguiente sea la hija. Por eso es que algunos hijos tienen una actitud
muy autoritaria hacia sus padres, como si los roles estuvieran cambiados. En
realidad, esto ocurre cuando el recuerdo de la vida anterior aún está vigente
en el cuerpo emocional. Hay amigos que parecen hermanos porque efectivamente lo
fueron antes, mientras que hay hermanos que parecen extraños en la familia
porque es la primera vez que les toca estar juntos. También hay parientes que
parecen ser rivales o enemigos; cuando esto ocurre, el Universo los lleva a
nacer bajo la misma sangre como un intento de conciliar sus almas.
No solamente intercambiamos roles cuando reencarnamos, sino que también
cambiamos de sexo. Si en esta vida eres hombre, en la próxima serás mujer y
viceversa. Además, nacemos dos veces bajo el mismo signo astrológico y, de esta
manera, nuestra alma recoge la experiencia completa.
Nos reencontramos con las mismas personas a lo largo de numerosas vidas. En
síntesis, si perjudicamos a una persona, es muy probable que en la próxima vida
nos toque ser perjudicados por ella. Si como padre has sido muy severo,
entonces en el futuro te tocará vivir como hijo el sometimiento de un padre
igualmente severo. De esta manera aprendemos y reconocemos lo que hemos hecho
antes.
En el mundo existen millones de personas; sin embargo, nos movemos en grupos
reducidos y nos encontramos permanentemente con las mismas personas. Podemos ir
a un país lejano y, con gran sorpresa, un día nos encontramos con alguien
conocido. En mi experiencia personal, una de las sorpresas más grandes que he
tenido fue cuando me mudé de Buenos Aires a Miami. En la primera fiesta a la
que asistí, me encontré con gente que hablaba de astrología. Uno de ellos
comentó tener referencias mías porque yo le había hecho la carta natal a uno de
sus amigos. Para mí. Miami era otro mundo; sin embargo, allí había gente que me
conocía. En este caso, fue una sorpresa agradable porque el amigo en cuestión
había quedado muy conforme con mi trabajo, aunque podría haber sido todo lo
contrario.
En conclusión, siempre digo que hay que portarse bien. Nosotros podemos tener
la habilidad de engañar a otros pero no podemos engañar al Universo. El
Principio de Causa y Efecto está operando permanentemente y nadie puede escapar
a eso. Tarde o temprano tendremos que reparar el daño que hemos ocasionado. Por
el contrario, recibir con alegría el beneficio de haber hecho bien las cosas en
su momento.
A medida que la población del mundo crece, vienen «almas nuevas» a la
Tierra. Estas almas vienen de otros planetas con la misión de ayudarnos a
elevar nuestra conciencia. De la misma manera, nosotros nos moveremos hacia
otro lugar cuando hayamos aprendido todo lo que nos toca aprender aquí. Este es
uno de los motivos por los cuales no hay que apurarse en crecer o evolucionar.
El crecimiento es infinito y debemos disfrutar de cada paso que damos.

CONTRATOS KÁRMICOS

Antes de venir al planeta, elegimos tomar un cuerpo físico y seleccionamos
voluntariamente las experiencias que estamos dispuestos a experimentar. En este
proceso seleccionamos a nuestros padres, hermanos, futuras parejas,
matrimonios, amigos y demás.
Con las personas que nos van a ayudar eficazmente firmamos un «contrato
kármico». Nos ponemos de acuerdo en lo que cada uno le va a hacer al otro
con la intención de enseñar o aprender algo. El proceso de aprendizaje es mutuo
y el contrato kármico se firma de común acuerdo. Cuando llegamos a este plano,
nos olvidamos de lo firmado y vivimos la experiencia elegida.
Las contratos kármicos son voluntarios e irrevocables, no desaparecen hasta que
se cumplen totalmente. Uno los elige con la finalidad de dar un paso adelante
muy importante en la evolución personal.
Por ejemplo, una mujer puede pedirle a su «futuro esposo» que durante
el matrimonio la maltrate; de esta manera, ella reconocerá que tiene muy poco
amor propio y deberá aprender a valorarse como mujer. Por otra parte, él acepta
que ella inicie una demanda legal; de esta manera, tendrá que aprender a
respetarla y a renunciar al materialismo.
Cuando hay un contrato kármico, se percibe una sensación de venganza en una o
en ambas personas involucradas. Nos olvidamos de que nosotros mismos hemos
elegido vivir la «mala experiencia» para aprender la lección y
reparar nuestros errores pasados.
La terapia de vidas anteriores basada en la hipnosis es una herramienta muy
valiosa para entender la red de relaciones generadas en otras vidas. De esta
manera, yo descubrí que mi hermana mayor de esta vida fue mi madre en la
anterior; que mi madre de ahora nunca antes había sido madre de nuestro clan
familiar y que ahora le tocaba vivir esa experiencia. En muchas oportunidades,
mi hermana mayor actuó más como madre que mi propia madre. Esto se debe a que
aún se guarda en la memoria subconsciente el recuerdo de los roles ejercidos
con anterioridad. Aunque estos datos pueden parecer sólo anecdóticos, ayudan a
entender por qué algunas personas reaccionan como lo hacen.

LA ERA DEL AMOR
La creencia en el karma está muy difundida en el mundo a través de algunas
religiones y escuelas esotéricas. Aunque esta idea ha estado por muchos años en
nuestra conciencia -especialmente durante la Era de Piscis, que ya terminó-,
ahora estamos ingresando en la Era de Acuario donde muchas cosas cambiarán;
entre ellas, el karma.
El proceso de «pagar» nuestras deudas está acelerado en esta Nueva
Era. Lo que antes nos llevaba varias vidas entender y saldar, ahora se realiza
en esta misma encarnación. Si hoy perjudico a alguien, es muy probable que me
toque pagarlo mañana mismo, no en la próxima vida ni diez vidas adelante.
Existe un avance muy grande en la conciencia humana y esto elevará el nivel de
comprensión en toda la humanidad. Este proceso de transformación, que ya se ha
iniciado, tardará aún muchos años más en completarse. En este proceso mismo
descubriremos nuestra Unidad, el hecho de que, en realidad, «Todos somos
Uno solo». Dicho de otra forma, el Hijo de Dios es uno solo y todos somos
parte de El. Por eso, es importante ayudarnos mutuamente y perdonarnos. Debemos
ajustarnos a estos cambios cósmicos para ayudar a la evolución planetaria a
despertar amor. Un verdadero metafísico tiene que aplicar todo su conocimiento
para mejorarse a sí mismo y para servir a los demás.
Pero ¿de dónde surgió el karma? Para contestar esta pregunta debemos remontarnos
a los orígenes de la humanidad. El hombre fue creado «a imagen y semejanza
de Dios» y desde que aquél tuvo su poder creador ha inventado un ente
aparentemente separado de su Creador. Esto es lo que llamamos «ego».
Nuestro ego nos hace sentir que estamos separados del resto. Tenemos un nombre
propio, un cuerpo, una estructura social y familiar propia y demás. Nuestro ego
nos dice que somos únicos y especiales, y tratará de probarlo de mil maneras.
En cambio, nuestro Espíritu nos indica que todos Somos Uno solo, que no existe
tal separación.
El efecto de la separación produce un sentimiento de culpa y, como
consecuencia, la culpa busca castigo. Cada vez que nos sentimos culpables de
algo que hemos hecho, nuestra propia mente se encarga de crear el castigo
correspondiente. Este castigo puede ser, por ejemplo, la soledad, la falta de
dinero, una enfermedad, problemas de familia o de pareja.
La culpa no termina en nosotros. La mayoría de las veces, el ego busca
proyectar esta culpa hacia afuera y es así como encontramos a los
«culpables» de nuestra infelicidad. Cuando proyectamos hacia afuera
estamos más lejos de resolver el problema y, de esta manera, perpetuamos la
supremacía de nuestro ego. Las personas que más culpan a los demás son las que
menos crecen.
Cuando el ego no encuentra culpables afuera, puede descargar la culpa en
nosotros mismos generando inmovilización y frustración. Este es el caso de las
personas perfeccionistas, muy ordenadas o estructuradas. Para resolver este
conflicto debemos pensar que, durante nuestro proceso de aprendizaje, todos
cometemos errores, que dichos errores se reparan y que no tenemos por qué ser
condenados a causa de éstos. El perdón no debe practicarse solamente con los
demás, sino primero con nosotros mismos porque yo no puedo dar a otros lo que
no tengo o me resisto a darme, es siempre nuestra elección.

EL DRAMA PERSONAL
Según el Principio de Causa y Efecto, todo lo que vivimos es el resultado de
nuestros propios actos. Contamos con un poder creador, y a veces, debido al mal
uso del mismo, creamos situaciones difíciles o dolorosas, creamos de esta
manera nuestro «drama personal». Según la metafísica, el drama de
toda persona se reduce a la idea de separación de su Fuente.
Podemos comparar el efecto de la separación con el concepto del «pecado
original». En la Biblia, esto se explica con la imagen de la expulsión de
Adán y Eva del Paraíso. La sensación o desconexión de nuestra Verdadera Fuente
es la que genera todos los miedos, las angustias y los problemas mayores. Un ejemplo
de esto es la soledad. La soledad no se resuelve teniendo a una persona al lado
nuestro; en muchos casos, uno puede llegar a sentirse horriblemente solo aún
estando acompañado.
La soledad es un problema personal y tiene que ver con la sensación de estar
desconectado de nuestro Creador. Solamente reparando esa conexión podemos
sentirnos plenos, completos y felices. Curiosamente, muchas iglesias fomentan
la idea de separación y no la de unión. Esto se debe a que se basan en las
leyes del ego y no las del Espíritu. El miedo más grande que existe es el miedo
a Dios, a recibir Su condena o castigo, lo cual es totalmente absurdo.
Como conclusión, la idea del karma, o el ciclo de culpa y castigo, fue creada
por nuestro «ego». Dios NO condena ni castiga porque Él nos ha creado
tal como somos. El sabe que lo que estamos viviendo es como un gran sueño del
cual tenemos que despertar. No hay culpas, ni culpables; no tenemos nada que
pagar ni que hacer pagar a los demás; solamente existe la experiencia.
El proceso de liberación del karma comienza con el reconocimiento de la
proyección que hacemos hacia los demás. Es decir que tenemos que empezar a
reconocer que «no hay culpables fuera de nosotros», sino que, de
alguna manera, uno está proyectando el problema hacia afuera.
Luego, debemos reconocer que tampoco nosotros somos culpables, sino que
solamente hemos cometido algunos errores.
Finalmente, debemos reparar esos errores corrigiendo nuestra percepción de la
vida.
Cuando creamos nuestro ego, cuando surgió la idea de separación, Dios puso en
nuestra mente el instrumento necesario para devolvernos la percepción correcta
de la vida. Este instrumento es lo que llamamos «Yo Superior o Espíritu
Santo». Todo estudiante de metafísica debe aprender a invocar a la Guía de
su Yo Superior, especialmente en los momentos en que se encuentra en conflicto,
para entender lo ¿qué le está ocurriendo?
La Era de Acuario nos enseñará que no somos culpables de nada; tan sólo hemos
cometido errores y los errores se corrigen. La parte más perfecta de nuestra
mente nos ayuda en este proceso. Para poder evolucionar, debemos desarmar
nuestro «drama personal». Con nuestro drama lo único que hacemos es
acaparar la atención de los demás y de su energía. Esto significa que cuantos
más dramas experimentamos, más robamos la energía de los demás. Pero cuando
empezamos a despertar a la vida espiritual, descubrimos que la Fuente de
nuestra energía es otra y que la misma es infinita e inagotable, por lo tanto,
no necesitamos apropiarnos de la energía ajena.
El proceso del «Perdón» consiste en «desarmar» lo que hemos
construido, eliminando las culpas que ponemos en otros y en nosotros mismos. De
esta manera, comenzamos a sentir la sensación de Unidad. Pero mientras exista
una sola persona a la que consideremos culpable, nunca encontraremos paz en
nuestra vida.
El Perdón a uno mismo, es tal vez, uno de los más difíciles de lograr. La
autocondenación se da la mayoría de las veces de una manera muy sutil, y a la
vez, muy intensa. A veces, sentimos la voz de un juez interno que nos recuerda
cuán tontos hemos sido al haber actuado de cierta forma; ese juez no es más que
la voz de nuestro propio ego que debemos aprender a callar.
Perdonar no es sinónimo de debilidad. Muchas personas confunden el perdón con
la permisividad. Perdonar no significa permitirles a los demás que vuelvan a
hacer lo mismo con uno. Perdonar significa «entregar el problema a una
Autoridad Superior» a la nuestra que impondrá Su justicia y no la que
nuestro ego quiere. Perdonar también significa aprender a ponerles límites a
los demás y a defender nuestros derechos.

6. PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO (3ra.y última parte)
El perdón

LA AYUDA A LOS DEMÁS
Nunca hay que ayudar a nadie que no nos lo haya pedido porque la persona puede no estar receptiva a nuestra ayuda. Cuando le hemos hecho un favor a alguien y
luego esa persona no nos agradece o se muestra indiferente, nos está dando la
pauta de que nos hemos equivocado, o bien la persona no necesitaba de nuestra
ayuda o le hemos dado ayuda equivocada. Esto ocurre cuando intervenimos en la
vida de alguien pretendiendo ser su salvador.
Una manera de evitar este error es ofrecer nuestra ayuda a quien pensamos la
necesita y, luego, debemos retroceder para dar lugar a que la persona elija.
Cuando la persona decide aceptar nuestra ayuda, entonces estará receptiva y
sólo así tendremos éxito.
¿Hasta dónde ayudar? Se debe ayudar a los demás hasta el punto en que el
equilibrio de nuestra vida personal no se pierda. Si vas a prestar dinero a
alguien cercano, deberás prestar solamente una cantidad de tu dinero que no
ponga en peligro tu economía personal. De lo contrario, si por prestar dinero
dejas de pagar tus cuentas, sólo estás permitiendo que el problema del otro
contamine tu vida. En esencia, si quieres que tu ayuda sea siempre efectiva, no
deberás perder nunca tu equilibrio personal. Esto nos lleva a la siguiente
conclusión: el sacrificio por los demás no sirven.
En general, los problema que cada uno de nosotros enfrentamos no son más que
errores de conciencia. Existen en nuestra mente ideas equívocas que deben ser
corregidas. Éstas tienen que ver con la falta o aceptación de lo bueno, con
ideas de no merecimiento, con el nivel de la autoestima y con las culpas que
arrastramos. Estas últimas son las más poderosas y generan las principales
barreras para nuestra felicidad personal. Yo creo que cada vez que algún
proyecto mío se demora o las cosas que deseo no se dan es porque todavía tengo
que perdonar a alguien o perdonarme a mí mismo. Las enfermedades físicas tiene
que ver con la falta de perdón, las deudas y la soledad, también. Siguiendo
este concepto, si quieres ayudar a alguien verdaderamente, entonces no sólo
tienes que brindar tu ayuda material, sino también el apoyo moral necesario
para que la persona se libere de sus culpas y mejores su manera de pensar.

EL PROCESO DE PERDÓN
El perdón no es un acto sino un proceso. Cada día perdonamos un poco más y así
nos vamos liberando del pasado. En algunos casos, este proceso puede hacerse de
una sola vez, pero en la mayoría, el perdón requiere tiempo.
Para entender los pasos que hay que dar en el proceso del perdón, debemos
entender primero cómo funciona la proyección que hace nuestro ego, las heridas
emocionales que arrastramos las vemos con más claridad en los demás y no en
nosotros mismos. El ego se niega a aceptar que es uno el que tiene el problema
y lo proyecta hacia afuera encontrando el perfecto «culpable». De
esta manera culpamos a nuestra pareja, nuestro padre, nuestra madre, nuestros
hijos, nuestro jefe, un amigo o a quien sea por nuestra infelicidad. Una
analogía muy válida es la siguiente: cuando vamos al cine pensamos que la
película está en la pantalla; sin embargo no es así, la película que estamos
viendo está en el proyector y lo que vemos no es más que la proyección que hace
la máquina. De la misma manera, la «película de nuestra vida» no es
más que la proyección que surge de nuestra propia mente.
Entonces, el 1er. paso para «perdonar», es reconocer que la culpa no
está afuera. Debemos interrumpir el fenómeno de la proyección y no aceptar como
culpable a alguien o algo externo a nosotros. Debo reconocer que lo de afuera
activó una herida emocional que está en mí y por eso me molesto o me enojo.
El 2do. paso es aceptar que la herida está dentro de uno mismo. Si en este
proceso nos detenemos en este paso, el ego nos hará sentir culpables a nosotros
mismos.
El 3er paso consiste en entregar esa culpa al Espíritu Santo o Yo Superior para
que perdone por nosotros. Debido a que todos nosotros estamos envueltos en el
mismo sistema de pensamiento del ego, necesitamos un elemento externo a este
sistema que nos ayude a recobrar la cordura. El Yo Superior es la parte
perfecta de la mente que nos recuerda permanentemente nuestra naturaleza
espiritual.
En conclusión, nosotros no tenemos la capacidad de perdonar. No podemos
perdonar a nuestros enemigos ni a nosotros mismos. Solamente hacemos un jugo
intelectual que se parece más a una postura arrogante. Creemos que somos los
«buenos» porque perdonamos a los «malos». Por eso
necesitamos la ayuda del Yo Superior. Es en el tercer paso donde procedemos a
poner el problema en las manos de Dios para que Él mismo lo resuelva y sane
aquello que necesita ser sanado.
Cuando se da el verdadero perdón, se siente una gran paz interior. Si pedir
ayuda a tu Yo Superior te resulta extraño, puedes invocar en su lugar a la
entidad espiritual que prefieras según tu religión: Jesús, Buda, Sai-Baba, o a
Dios mismo
La próxima vez que sientas un enojo muy grande hacia alguien deberás poner en
práctica el proceso del perdón. Primero, tendrás que aceptar que esa persona no
es la culpable de tu enojo. En segundo lugar, deberás admitir que en realidad
hay una parte tuya que se enoja por lo que el otro hace. Finalmente, tendrás
que pedir ayuda para que tu Yo Superior pueda perdonar por ti aquello que no
entiendes ni aceptas. Al hacer esto, pones en manos del Universo el proceso del
perdón y así se curan tus propias heridas y las de los demás. Generalmente,
ocurre algo mágico, lo que llamamos «milagro».

LOS BENEFICIOS DEL PERDÓN
El «Perdón» depende de tu buena voluntad, de tu deseo, de tu
disposición a querer soltar aquello que te ha hecho daño en algún momento.
Cuando pides ayuda se ponen en marcha todos los mecanismos del Universo para
restaurar la armonía en tu vida.
El proceso del perdón se puede comparar al hecho de tomar conciencia de que en
realidad, nadie nos ha hecho daño ni tampoco nosotros se lo hemos hecho a
otros. El supuesto «pecado» no es más que un error de percepción.
Definitivamente, esto es demasiado simple para que nuestro ego lo pueda
aceptar. El ego siempre tiene todas las razones del mundo para justificar su
posición; en especial, cuando nos enojamos con alguien. Entonces encontramos
las razones lógicas a nuestro enojo que nos llevan a juzgar y condenar. Además,
el ego busca aliados. Tratamos de convencer a todos de nuestras razones. Pero
la verdad es que cuanto más justificamos nuestra posición, más inseguros
estamos en el fondo.
Uno de los motivos por los cuales no existen culpables es porque cada uno de
nosotros siempre está haciendo lo mejor que puede, de acuerdo con su grado de
cultura y Conciencia. Cuando nos equivocamos es porque no sabemos hacer algo
mejor. Si retrocediéramos en el tiempo hasta el momento justo en que cometimos
un gran error diez años atrás, volveríamos a hacer lo mismo, porque ese era
nuestro estado de conciencia. Siempre hacemos lo que creemos que es mejor en
cada momento, aunque estemos totalmente equivocados.
Dios no condena porque sabe que estamos aquí para aprender. El ego es el único
que juzga y condena. Nuestra mente es limitada y nunca captamos todo lo que
está pasando. Tal como lo vimos antes, existen hilos kármicos que contienen
historias secretas para nuestros sentidos. Podemos percibir una situación como
una injusticia, pero en realidad, no sabemos si el injusto sólo le está dando
la oportunidad al otro de reparar su error.
Además, las diferencias culturales hacen que nuestra capacidad de juicio sea
limitada. Por ejemplo, para un esquimal es buena costumbre ofrecer a su mujer
para que duerma con la persona que los visita. Para nosotros, suena como una
locura; sin embargo, para los esquimales es totalmente normal. ¿Quién tiene la
razón? La respuesta es sencilla: ninguno. Cada uno está viviendo su propia
experiencia.
Sin hacer referencia a ningún personaje político en particular, es importante
saber que aquellos personajes «malos» que movilizan grandes masas son
espíritus que tienen la misión de elevar la Conciencia Colectiva de cierta raza
o sociedad. Ellos pueden despertar emociones negativas, pero también ayudan a
desarrollar la actitud de servicio de todo un pueblo o una nación. El odio que
ellos despiertan individualmente no es más que el odio que cada uno tiene que
sanar en sí mismo. Todos los países tienen su karma de grupo. Cada ciudadano
tiene que lidiar en mayor o en menor medida con este tipo de karma. Un ejemplo
notable es el caso de Cuba. De acuerdo con la numerología, la palabra
«Cuba» suma 8, números de karma fuertes pruebas y dolor. No es casualidad
que en Miami la calle de los cubanos sea la calle 8.
Según la Ley de Causa y Efecto, en esencia sólo hacemos dos cosas: damos amor o
pedimos amor. Una forma muy común de pedir amor es la queja. Cuando una persona
se «queja o reclama» a otra su atención, en el fondo sólo le está
pidiendo su amor. Lamentablemente, la queja es un recurso negativo que lleva a
obtener el resultado opuesto.
En la red de relaciones que entablamos, todos aprendemos y enseñamos al mismo
tiempo. Aunque no seamos conscientes de eso, las personas que nos rodean
aprenden algo de nosotros y viceversa, aún cuando la relación sea superficial o
de poco tiempo.
De las grandes crisis aprendemos lecciones mayores, pero haciendo uso de
nuestra facultad de elegir, «Yo le pido al Universo que me enseñe de buena
manera». Básicamente porque no me gusta aprender a través del dolor. La
mayoría de las personas aprenden de ese modo para luego quedar cargadas de
resentimiento o frustraciones. Te sugiero que me imites y pidas que, a partir de
este momento, todo lo que tengas que aprender se te enseñe de buena manera y
así es.

EJERCICIO: RENUNCIAR AL KARMA
Debes afirmar de una manera rotunda tu deseo de no seguir sufriendo. Para
logarlo, tienes que decretar lo siguiente: «Renuncio al karma . En este
instante, renuncio a cualquier forma de carencia, pensamiento de limitación o
error que se aloje en mi Conciencia. A partir de hoy, elijo amor, felicidad,
prosperidad, sanidad (mente+cuerpo) y una vida muy armoniosa».
Cada vez que se nos presenta un problema lo primero que se debe hacer es
renunciar a él. Cualquier afirmación o decreto que se haga en ese momento tiene
que comenzar con la palabra «renuncio». De esta manera, interrumpes
la formación de la crisis.
Por ejemplo, puedes decretar: «Renuncio a seguir sufriendo por este
problema sentimental. Ahora encuentro la solución más armoniosa y positiva para
ambos».
Si el problema es de dinero, entonces puedes decretar. «Renuncio a mis
limitaciones económicas. A partir de hoy el dinero viene fácilmente a mi vida y
en abundancia».

EJERCICIO: CAMBIAR PARA RECIBIR
Todo estudiante metafísico siempre tiene una lista escrita de sus objetivos. De
esta manera, puede ir comprobando poco a poco su dominio de la materia. De
acuerdo con un concepto bíblico, Dios, como Padre Perfecto, nos da todo lo que
pedimos antes de que se lo pidamos. No sólo Él sabe de antemano lo que le vamos
a pedir, sino que también nos lo concede. La pregunta que surge entonces es:
¿Dónde está aquello que estás deseando? ¿Por qué no lo tienes?
La respuesta es la siguiente: Dios nos otorga las cosas que estamos dispuestos
a aceptar internamente. Es probable que conscientemente desees tener una
fortuna; sin embargo, en tu interior no te sientes merecedor de ella. El
diálogo interno es muy poderoso; es el que el Universo escucha y termina por
manifestar.
Una persona puede desear tener una pareja. Pero si en el fondo, no se siente
merecedora de la pareja que está anhelando, ésta podría estar caminando a su
lado y no la vería. La persona abrirá los ojos cuando trabaje en la aceptación
de aquello que desea.
Recuerda que todo lo que has enumerado en tu lista de deseos… ¡Ya está
concedido!. Ahora, deberás trabajar en la «aceptación». Para eso,
tendrás que agregar a cada uno de tus objetivos la fecha para la cual estarás
dispuesto a «aceptarlo». Escribirás el día, mes, año y también la
hora. Siempre es necesario darse un plazo bastante amplio para trabajar la
aceptación. Si eres una persona ansiosa y has elegido que quieres algo para el
mes que viene, debes darte dos meses. En el caso de que se cumpliera el plazo y
no se manifestara tu pedido, tendrás que elegir otra fecha. En este caso, debes
ser cuidadoso de no dar lugar a los pensamientos de frustración. Es útil
prestar atención al mensaje de los pensamientos negativos porque están dando la
pauta de ¿cuál es la barrera interna que tienes que superar?.
Cuando una persona dice «Pero, yo lo quiero ahora mismo», en el fondo
se está mintiendo a sí misma porque si fuera así ya lo tendría.
Según el Principio de Causa y Efecto, debemos aprender a generar las causas
adecuadas para manifestar un efecto determinado. Concretamente, esto significa
que deberás cambiar algo de ti para obtener un resultado diferente en tu vida.
Cuando hacemos las cosas de siempre, obtenemos los resultados de siempre. Si no
estás totalmente conforme con tu vida, quejarte no te llevará a cambiarla. Es
importante «cambiar» y, por lo general, el «cambio comienza por
el pensamiento».
Una vez elegido un objetivo es conveniente realizar una pequeña meditación y
preguntar al Yo Superior: «Qué debo cambiar de mí mismo para poder recibir
esto?»
Algunos piensan que si los demás cambiaran, entonces lograrían su felicidad; o
creen que la realización de su deseo depende de la modificación de una situación
externa, como la política, la economía o el clima.
Un estudiante de metafísica sabe que «lo único que puede cambiar a sí
mismo»; que la única manera de generar un resultado determinado es creando
la causa correcta. En síntesis, sólo generando Amor se logra atraer Amor. Si
quiere vivir un gran romance, tienes que empezar por amarte mucho a ti mismo y
luego manifestar tu amor a los demás.
Recuerda siempre que la primera causa, la que origina todo movimiento en el
Universo, es mental. Esto quiere decir que el primer cambio se da en el
pensamiento. El segundo paso es comenzar a hacer cosas diferentes: por ejemplo,
tienes que visitar nuevos lugares, hablar con gente diferente, leer autores
nuevos, probar otras comidas. Elige cambiar tu ritmo normal de vida y eleva al
máximo tu Fe en la Fuente… en tu «Maestro y Guía Interior». De este
modo, verás manifestarse toda clase de milagros en tu vida.

Tomado de:

http://www.formarse.com.ar/metaf%EDsica/principio6.htm


La Importancia De Saber Escuchar*** saber escuchar a los demás es fundamental para crecer como personas****

31 marzo 2010

«Se necesita coraje para pararse y hablar. Pero mucho más para sentarse y escuchar». Winston Churchill

GENERALIDADES

¿Es usted una persona tolerante, paciente? ¿Sabe escuchar a las personas? ¿Qué se lo impide? ¿Qué está haciendo al respecto? ¿Que conflictos le ha originado el no saber escuchar? , son algunas preguntas
que requieren de respuestas y evaluar cómo está su rol ante el saber escuchar.
Cuando se cultiva la tolerancia, paciencia y se sabe escuchar, se obtendrán en
las relaciones humanas grandes beneficios. No todos lo han logrado, y ello
muchas veces da paso a conflictos, intolerancia y no permitir a que el otro
exponga sus ideas, inquietudes.

(llibreriaona.com)…. nos comenta sobre ello, que saber escuchar a los demás es fundamental para crecer como personas, es el primer paso hacia el conocimiento mutuo. Y aunque todos queremos explicar cosas, es
maravilloso encontrarse con alguien que sabe escuchar, porque sin saber cómo,
queremos estar con él el mayor tiempo posible. El libro del doctor Francesc
Torralba es una guía exacta para desarrollar el arte de saber escuchar, ayudar
a desprendernos del ego algo que tanto nos atenaza y en definitiva saber
comprender a los que amamos

(enplenitud.com)…. nos relata que escuchar activamente es una manera especial de responder, en la cual quien pretende ayudar comunica un entendimiento general de los pensamientos y los sentimientos expresados.
Hace falta tratar de escuchar qué se está diciendo situándose en el punto de
vista de la otra persona.

Alexis Codina sobre el tema nos indica, que Según Robertson, todos pensamos que escuchar es importante, pero, ¿cuántos de nosotros lo hacemos bien? Me permito informar que sería raro encontrar uno
entre cien altos ejecutivos que fuese, de verdad, un buen oyente. Mucha gente
centra su atención en lo que va a decir después de que termine de hablar la
otra persona. Ni siquiera intentan comprobar lo que creen haber oído, y mucho
menos reconocer el tono o los matices emotivos. Se trata de errores
fundamentales a la hora de emplear esta habilidad básica. Con independencia de
los estudios que haya cursado o de su experiencia, usted debe aprender a
escuchar.

En sus investigaciones sobre la Inteligencia Emocional, Goleman identificó El arte de saber escuchar entre las principales habilidades de las personas con altos
niveles de inteligencia emocional. La considera como la primera de las
aptitudes que determinan el manejo de las relaciones, lo que posibilita
comprender a los demás, en lo que se incluye percibir sentimientos y
perspectivas ajenas, e interesarse activamente por sus preocupaciones.

CONSEJOS UTILES

Nos proporciona ….enplenitud.com… Consejos útiles para escuchar a los que lo necesitan
Lo mejor es ingresar en silencio al mundo privado del otro y dejarlo que sea él
mismo.

NO ESTAMOS escuchando cuando:
* Decimos que entendemos una situación aunque nunca la hayamos vivido.
* Decimos tener una respuesta para el problema sin dejar que la otra persona
termine de expresarlo.
* Interrumpimos a la otra persona antes de que termine de hablar o le
completamos sus oraciones.
* Estamos impacientes por tener la palabra nosotros en vez de dejar hablar al
otro.
* Contamos nuestra experiencia con lujo de detalles, haciendo que la otra
persona sienta que su problema no tiene importancia.
* Hablamos al mismo tiempo con más de una persona.
* Rechazamos el agradecimiento de la otra persona afirmando que no hicimos nada
para merecerlo.

ESTAMOS escuchando cuando:
• Realmente tratamos de entender lo que dice la otra persona, aunque se exprese con dificultad e hilvanando frases que parecen no tener demasiado sentido.
* Entendemos el punto de vista del otro aún cuando vaya en contra de nuestras
más sinceras convicciones.
* Nos damos cuenta de que el tiempo que le dedicamos a los problemas del otro
nos ha desgastado también a nosotros.
* Dejamos que el otro tome sus propias decisiones con dignidad, aún cuando
pensemos que puede estar equivocado.
* No le sacamos el problema de las espaldas a la otra persona, pero sí la
dejamos que lo resuelva de la manera que prefiera.
* No le ofrecemos un consuelo religioso a la otra persona porque nos damos
cuenta que no está lista o no es eso lo que busca.
* Le damos a la otra persona el espacio suficiente para que se dé cuenta por sí
misma qué es lo que anda mal.
* Aceptamos la gratitud de la otra persona y le decimos cuánto bien nos hace
saber que la pudimos ayudar cuando lo necesitaba.

APORTES
Saber escuchar comenta Renny Yagosesky es una muestra de cortesía que nos gana amigos, y nos permite prevenir y anticipar la manera más adecuada de tratar con
personas conflictivas y complicadas.
Al sentirse escuchadas, las personas se relajan se abren y nos muestran su
mundo interior, sus creencias y valores. Cuando les prestamos atención sincera,
les damos una oportunidad de acercarse, de desahogare y de crear o ampliar un
vínculo franco y duradero.
Tener la paciencia de escuchar sin interrumpir, posibilita que el conversador
atento escoja con cuidado sus palabras, ideas y planteamientos.
Lamentablemente, no somos tan buenos oyentes como podríamos serlo, pues pocas
veces valoramos con justicia la importancia de saber escuchar, y no estamos
entrenados en esta habilidad.

Algunos de nuestros errores conversacionales más frecuentes, son:

a) brindamos poca atención a nuestros interlocutores.

b) interrumpimos repetidamente la conversación.

c) reaccionamos impulsivamente ante cualquier discrepancia.

d) tratamos temas delicados y polémicos que pueden crear enemistad.

e) desviamos la conversación hacia donde deseamos, ignorando el interés del otro.

f) mostramos con nuestro tono de voz, apatía o agresividad.

g) criticamos a gente ausente o rechazamos sin tacto las opiniones que no compartimos.
Para convertirse en un buen comunicador basándonos en el poder de escuchar,
podemos implementar algunas medidas inteligentes basadas en el respeto y el
sentido común, nos indica Renny Yagosesky tales como:
– Valorar la capacidad de escuchar como una cualidad importante.
– Conversar de manera consciente.
– Respetar los estilos de relación individuales, y no juzgarlos o contradecirlos
si no es estrictamente necesario;
– Practicar la autolimitación verbal (hablar lo necesario) para acostumbrarse a
escuchar
– Controlar el impulso de interrumpir, desmentir o aconsejar.
– Prestar atención a los valores y emociones de los otros, pues nos indican las
causas de sus conductas.- Mirar a su interlocutor, aunque con intermitencia
para no asustarlo.
– responda a sus preguntas o afirmaciones, usando palabras, expresiones cortas
(«ah», «entiendo», «claro») o pequeños gestos o
movimientos de cabeza o manos.

Carlos Mora Vanegas

TOMADO DE:

http://www.articuloz.com/autosuperacion-articulos/la-importancia-de-saber-escuchar-354810.html


¿?¿PARA QUE SIRVE UN MINUTO?¿?

30 marzo 2010

Un minuto sirve para sonreír: sonreír para el otro, para ti y para la vida.

Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.

Se requiere apenas de un minuto para evaluar la inmensidad del infinito, aunque sin poder entenderlo.

Un minuto apenas para escuchar el canto de los pájaros. Un minuto sirve para oír el silencio, o comenzar una canción.

Es en un minuto en que uno dice el «sí» o el «no» que cambiará toda su vida.

Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo.

Un minuto para sentir la responsabilidad pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la
decepción, la alegría de la victoria…

En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser…

En un simple minuto se puede salvar una vida. Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.

Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar o de una vida.

Basta un minuto de atención para hacer feliz a un hijo…

un padre, un amigo, un alumno, un profesor, un semejante…

Sólo un minuto para entender que la eternidad está hecha de minutos…

De todos los minutos bien vividos…

Un minuto…Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta…pero también cuántas veces traemos a nuestras vidas los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y también
de tristezas…

Decimos «un minuto» y nos parece nada…

Pero como se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestros trabajos, como se espera ese
minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, como nos llena de emoción
ese minuto en que nos entregan a nuestro hijo al nacer, y cómo también deseamos
que la vida le otorgue más minutos a quien la muerte separará físicamente de
nosotros y no veremos más.

Un minuto…parece increíble…parece tan poquito y sin embargo puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida.

Lo importante es no vivir la vida porque sí, dejando pasar el tiempo.

Alguien alguna vez dijo: «Vive cada minuto como si fuera el último»…

Si todos recordarnos esa frase a diario aprenderíamos a vivir la vida intensamente. Aprenderíamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que «si no es hoy será
mañana»…

Tu tiempo es ahora…el futuro es incierto… Vive cada minuto intensamente. La vida es Hoy… Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.


Autor Desconocido


TOMADO DE:


ALIVIE LA DEPRESION…… Dar el enfoque adecuado a los acontecimientos hará abismales diferencias.

29 marzo 2010

En el tema de las tragedias y de la vida posterior a la muerte, no hay nada científicamente comprobado.

Todo lo que sabemos es por fe y solo existen dos posturas que podemos asumir: -O los seres humanos somos víctimas del caos y debemos cuidarnos de las desgracias que pululan alrededor

-O existe un Ser supremo infinitamente poderoso, que controla todo el universo y nos da una misión para nuestro crecimiento espiritual, que a veces incluye tragedias o situaciones
incomprensibles.

Los seres humanos estamos diseñados, para no sentir dolor después de cierto límite.

Cuando el padecimiento físico o emocional llega a ese punto máximo, ocurre un bloqueo… Eso significa que el dolor, cualquiera que éste sea, es soportable para nuestras fuerzas.

El dolor eleva o destruye a la persona.

Un prisionero puede estar en su celda, mirar por la rendija, admirar el cielo, las estrellas y llenarse de ilusión.

Otro, en el calabozo de al lado, puede observar por la ranura el lodo y llenarse de furia.

Alguien puede tener una rosa en sus manos y exclamar: ¡Qué desastre, esta flor está llena de horribles espinas! Mientras otro dirá: ¿no es increíble que entre estas espinas, haya crecido una
bella flor?

Dar el enfoque adecuado a los acontecimientos hará abismales diferencias.

Estamos llamados a ser almas superiores.

Nuestros problemas de hoy, serán nuestros testimonios de mañana.

Somos una obra de arte sin terminar en las manos del Creador. Estamos en un proceso. Nadie en la Tierra es un ser perfecto.

Si alguno de ustedes contratara a un gran artista del pincel para que pintara un mural, lo observaría el primer día plasmar rayas y manchas sobre la pared. El segundo y tercero, seguiría viendo
trazos sin sentido ni color. Si se desesperara, tal vez cuestionaría al artista
diciéndole: ¿Es esta la obra de arte, que iba usted a pintar? ¿Dónde está el
hermoso mural que me prometió?

Entonces, el autor quizá se voltearía para mirarlo de frente y le diría: ¡Espere a que termine! ¿Quiere?

Llevando esta analogía a nuestra existencia, quizá nos sintamos a veces con deseos de reclamarle a Dios y decirle:

¿Por qué murió aquel familiar, por qué permitiste esa enfermedad en mi hogar, ese quebranto económico, esa ruptura, esa pérdida? ¿Por qué solo rayas, manchas, y trazos sin sentido en mi
vida? Entonces tal vez Dios se gire para mirarnos de frente y nos diga: ¡Espera
a que termine!

Somos una obra de arte en sus manos… barro en el torno del alfarero… un mural a medio dibujar.

En ocasiones el Artista decide borrar una línea de nuestra vida y saltamos con enfado reclamándole: ¿por qué lo hiciste? Era mía, yo estaba encariñado con ella!!!

Pero no entendemos que era solo una raya guía y que Él necesitaba borrarla, para trazar otra mucho más hermosa y definida en ese lugar…

Cuando ocurren tragedias lo mejor es asumir por fe, la filosofía cristiana de la trascendencia: hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, con el cometido de aprender y madurar, la
misión de dejar una huella de amor y servicio, la convicción de que esta vida
terrenal es solo un microfragmentó de nuestra existencia eterna y todo cuanto
nos ocurre, bueno o malo, a la larga sirve para nuestro crecimiento y
edificación.

tomado de: http://www.mensajespositivos.net/meditaciones/alivie-su-depresion.html


COMO SER UNA EXCELENTE PERSONA EN CORTO TIEMPO

28 marzo 2010

Mensaje del Autor: Por mis estudios y Docencia Universitarios, las experiencias vividas como vendedor exitoso de seguros, de finca raíz y de viajes, las enseñanzas adquiridas en esos campos quiero aportar lo que no se
aprende en las aulas de educación tradicional, pero que son de gran utilidad en
el de las relaciones interpersonales. Son recomendaciones muy fáciles de leer,
estudiar, visualizar y practicar, con resultados en muy corto tiempo, enfatizo
el hecho de que no se quede en la SOLA LECTURA, porque le sucede como a todo lo
que leemos, LO OLVIDAMOS, y esa no es mi intención, sino que lo aprenda y lo
aplique para cambiar radicalmente.

1. Cambie la actitud de buscar en las personas el qué le pueden dar por el qué les puede ofrecer. Abórdelas con una sonrisa, así entra usted ofreciendo simpatía y, por reciprocidad, recibe
simpatía. ¿Usted no sabe sonreír sinceramente?…..

2. Haga este ejercicio:

  • · 1.Provéase de un espejo manual y busque un lugar solitario dónde aislarse.
  • · 2. Siéntese cómodamente, cierre los ojos y respire contando hasta diez, acompasadamente.
  • · 3. Traiga a su recuerdo alguna palabra, frase, chiste o situación jocosa por la cual se haya
    reído, últimamente o antes.
  • · 4. Abra los ojos y mírese al espejo, le gusta lo que ve?.
  • · 5. Tórnese serio y vuelva a mirarse, cuál de las expresiones le gusta más?, la primera,
    ¿cierto?.
  • · 6. Practique el ejercicio entre serio y sonriente hasta que pueda evocar la sonrisa fácil, casi
    que refleja, cuando está con otra persona. Ensaye y verá que se siente menos
    tímido para encontrarse con las personas, sobre todo si son extrañas.
  • · 7. ¿Cómo se da cuenta usted de qué cara está viendo su interlocutor?, obsérvelo a él,
    normalmente el interlocutor pone la cara que uno le muestre, seria o sonriente.

Practique con un familiar.

Empiece a notar cómo aumenta el éxito con lo que usted quiere lograr de las personas: venderles, solicitar favores, servicios o información o simplemente relacionarse. ¿Sabía usted que el 88% de
los factores de éxito de una persona radica en su capacidad de relacionarse con
los demás?…. Lo que aplique con los demás para mejorar sus relaciones hágalo
en su casa con su pareja, sus hijos y demás familiares, observe cómo cambian
ellos también.

Si a lo anterior le agrega una buena presentación, lectura permanente de libros y revistas interesantes para “llenar” su disco duro (su mente) de temas que le permitan aprender,
intercambiar, enseñar y ser un buen conversador, va a terminar adquiriendo una
gran personalidad, apreciado por todos, que en últimas es una fuente de felicidad.

3. Investigue de antemano el nombre de la persona con la que quiere hablar, no el apellido, eso está bien para los cuarteles, no para las buenas relaciones, y le facilita el acercamiento, con
más familiaridad, puesto que la música más agradable al oído de una persona es
oír pronunciar su nombre, sobre todo a los extraños.

5. En el intercambio de la comunicación tenga en cuenta escuchar con atención, más que hablar, será considerado un excelente conversador cuando usted habla un 40% y escucha un 60%., sin cortar la
comunicación, pero con interés.

6. Interésese realmente en las personas, estimulándolas para que hablen de sí mismas, en vez de usted hablar de usted, este factor predispone a las personas a aceptar sus propuestas o solicitudes,
todo esto hay que hacerlo con tacto y naturalidad, al comienzo se hace
conscientemente, después se adquiere el hábito y entra a hacer parte de sus
actos reflejos, lo hace ya sin pensarlo.

7. Cultive una voz agradable, de buen volumen y claridad pero controlada, ojalá matizando los tonos para evitar la monotonía, para esto haga algunos ejercicios sencillos:

  • · Adquiera el hábito de la caminada u otro ejercicio diario, de mínimo 30 minutos, atendiendo
    la respiración profunda para oxigenar suficientemente el cerebro, mientras
    camine pronuncie lummmmmm, limmmmmm, empezando en tono bajo y va subiendo el
    tono siquiera 5 niveles, luego se va devolviendo hasta el tono inicial. Haga lo
    mismo con la escala musical: do-re-mi-fa-sol-la-si-do… y devuélvase, como en el
    caso anterior. Sea constante y persistente y notará su progreso en la voz,
    factor determinante en las relaciones.

8. Mientras va haciendo el ejercicio, no vaya pensando en ninguna otra cosa (deudas, diligencias pendientes, conflictos, inculpaciones, rencores, venganzas, etc.), sino en lo que está sucediendo en su
organismo: el corazón agitado está bombeando la sangre oxigenada, llena de
nutrientes y defensas, a las arterias, a las arteriolas y a los vasos
capilares, los cuales la llevan a todas las células de las partes duras y
blandas de su organismo, al mismo tiempo otros vasos van recogiendo las toxinas
para llevarlas a los centros de purificación, este ciclo se está repitiendo a
cada instante. Como resultado de estos pensamientos, de lo que está sucediendo
en su organismo, está obteniendo una gran salud que mejora diariamente. (¿Sabía
usted que el organismo es capaz de producir todo lo que necesita para curarse a
sí mismo?. Lea “Cuerpos sin Edad, Mentes sin Tiempo” de Deepak Chopra).

Una voz cultivada se torna agradable y es capaz de opacar cualquier defecto que tengamos en nuestra apariencia física.

9. Aprenda a saludar, tanto de actitud como de mano. Cuando su interlocutor hace contacto con su mano, al saludar, así no sea un psicólogo, se da cuenta de muchos aspectos de su personalidad: cultura,
seguridad, firmeza, educación. La mano se da completa que hagan contacto las
palmas, apretando moderadamente, pero sin exagerar, que la otra persona sienta
cuando usted le dice “mucho gusto”, espere que él(ella) le dé el nombre y luego
se lo da usted. Si no le entiende el nombre, vuélvaselo a preguntar y
gráveselo, durante la conversación pronuncie su nombre cada que pueda, así se
grava y acerca mucho.

10. Prepárese muy bien sobre lo que quiere hablar con su interlocutor, esto le da seguridad y dominio en la conversación, ayudándole a vencer la timidez, si usted la sufre, auxiliándose de material de
sustentación que refuerce sus palabras, ayuda mucho para el convencimiento de
lo que usted quiere lograr.

11. Vístase adecuadamente de acuerdo con la ocasión, el interlocutor o grupo y el impacto que quiere producir, asesórese.

12. Siempre que vaya a hacer o emprender algo desconocido para usted, busque la ayuda de personas que ya lo hayan hecho o de entidades que sepan del tema, pero nunca le consulte a otro, así sea familiar,
que no conozca sobre el tópico o no haya hecho nunca nada, porque su ineptitud
se la va a contagiar a usted que también está dudando, y en vez de apoyo va a
encontrar desánimo y diez o más razones por las cuales usted no debe “ni
intentar” lo que se propone.

Eduardo Victoria

Tomado de:

http://www.mensajespositivos.net/especial/como-ser-una-excelente-persona.html


¡¡¡»… EL AMOR DE LA MUJER …»!!!

27 marzo 2010

(COMO JESÚS FUE LLAMADO A MENUDO EN LA INDIA Y TÍBET).

DURANTE LOS AÑOS DE APROXIMADAMENTE 13 A 30, JESÚS VIAJÓ A LA INDIA Y EL TÍBET. ÉL APRENDIÓ Y ENSEÑÓ MUCHO DURANTE ESTOS AÑOS ANTES DE SU REGRESO A JERUSALÉN. EN LA INDIA, ERA CONOCIDO COMO ISSA O SAN ISSA. LA ENSEÑANZA QUE SIGUE ES UNA MARAVILLOSA ENSEÑANZA QUE DIO EL «EL AMOR DE LA MUJER.»

«EN ESTA COYUNTURA, UNA ANCIANA QUE SE HABÍA ACERCADO AL GRUPO, PARA ESCUCHAR MEJOR ISSA, FUE DEJADA DE LADO POR UNO DE LOS ESPÍAS, QUE SE COLOCÓ DELANTE DE ELLA.

ENTONCES ISSA DISERTÓ: «NO ES JUSTO QUE UN HIJO DEBE DEJAR DE LADO SU MADRE, OCUPANDO SU LUGAR. QUIEN NO RESPECTETH SU MADRE, EL SER MÁS SAGRADO DESPUÉS DE SU DIOS, ES INDIGNO DEL HIJO DE NOMBRE.

ESCUCHA, PUES, A LO QUE YO OS DIGO: EL RESPETO DE LA MUJER, PORQUE ELLA ES LA MADRE DEL UNIVERSO, Y TODA LA VERDAD DE LA CREACIÓN DIVINA SE ENCUENTRA EN ELLA.

ELLA ES LA BASE DE TODO LO QUE ES BUENO Y BELLO, COMO LO ES TAMBIÉN EL GERMEN DE LA VIDA Y LA MUERTE. DE ELLA DEPENDE TODA LA EXISTENCIA DEL HOMBRE, PORQUE ELLA ES SU APOYO NATURAL Y MORAL.

ELLA DA A LUZ EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO. CON EL SUDOR DE SU FRENTE SE ASOMA USTED, Y HASTA SU MUERTE QUE CAUSA LA MÁS GRAVE DE SU ANSIEDAD. DIOS LA BENDIGA Y LA ADORACIÓN, PORQUE ELLA ES SU AMIGO, SU APOYO INDIVIDUAL DE LA TIERRA.

EL RESPETO DE ELLA, MANTENER ELLA. ACTUANDO ASÍ, USTED VA A GANAR SU AMOR Y SU CORAZÓN. VA A ENCONTRAR GRACIA EN LOS OJOS DE DIOS Y MUCHOS PECADOS SERÁN PERDONADOS.

DE LA MISMA MANERA, AMAD A VUESTRAS MUJERES Y EL RESPETO DE ELLAS, PORQUE ELLAS SERÁN MADRES MAÑANA Y CADA TARDE, LA ANTEPASADA DE UNA CARRERA.

SER INDULGENTE HACIA LA MUJER. SU AMOR ENNOBLECE AL HOMBRE, SUAVIZA SU CORAZÓN ENDURECIDO, DOMA A LA BESTIA EN ÉL, Y HACE DE ÉL UN CORDERO.

EL AMOR DE LA MUJER..pdf


BAJO LA LLUVIA “…..Si Dios permite que nos empapemos, puede ser que Él sepa que necesitamos una lavadita»

26 marzo 2010

Había pasado todo el día con su mamá, en un gran almacén. Esa bella pelirroja, con cara pecosa, clara imagen de la inocencia, no debe de haber tenido más de 6 años.

Cuando se disponían a abandonar el almacén, llovía a cántaros. Aquella clase de lluvia que, cuando cae tan fuerte desde las nubes, no logras distinguir la distancia entre una gota y otra… ni siquiera las ves
golpear el suelo…

Todos nos quedamos frente a la puerta, resguardados de la lluvia. Esperábamos, algunos con paciencia, y otros irritados porque la naturaleza les estaba estropeando su prisa rutinaria.

Siempre me ha encantado la lluvia. Me pierdo ante la vista de los cielos, lavando la suciedad y el polvo de este mundo. Al mismo tiempo, los recuerdos de mi infancia, corriendo bajo la lluvia, son bienvenidos
como una forma de aliviar todas mis preocupaciones.

La voz de esta chiquita era muy dulce, y rompió mi trance hipnótico con esta inocente frase:

«Mamá, corramos a través de la lluvia».

«Mamá, corramos a través de la lluvia».

«Sí, mamá… Corramos a través de la lluvia».

«No, mi amor… Esperemos a que baje la lluvia», contestó la mamá pacientemente…

La niña esperó otro minuto, y repitió:

“Mamá, corramos a través de la lluvia»

Y la mamá le dijo:

: «Pero si lo hacemos, nos empaparemos…»

«No, mamá, no nos mojaremos. Eso no fue lo que le dijiste esta mañana a papá…»

Tal fue la respuesta de la niña, mientras hablaba del brazo de su madre…

«¿Esta mañana? ¿Cuándo dije que podemos correr a través de la lluvia, y no mojarnos?»

«¿Ya no lo recuerdas? Cuando hablabas con papá acerca de su cáncer, le dijiste que si Dios nos hace pasar a través de esto, puede hacernos pasar a través de cualquier cosa».

Todos nos quedamos en absoluto silencio. Juro que no se escuchaba más que la lluvia. Todos nos quedamos parados, silenciosamente. Nadie entró ni salió del almacén en los siguientes minutos. La
mamá se detuvo a pensar por un momento acerca de lo que debería responder. Este
era un momento crucial en la vida de esta joven criatura, un momento en el que
la inocencia y la confianza podían ser motivadas, de manera que algún día
florecieran en una inquebrantable fe…

«Amor, tienes toda la razón. Corramos a través de la lluvia. Y si Dios permite que nos empapemos, puede ser que Él sepa que necesitamos una lavadita». Y salieron corriendo…

Todos nos quedamos viéndolas, riéndonos mientras corrían por el estacionamiento, pisando todos los charcos.

Por supuesto que se empaparon, pero no fueron las únicas… Las siguieron unos cuantos que reían como niños mientras corrían hacia sus carros. Sí, es cierto, yo también corrí. Y sí, también me empapé…
seguro Dios pensó que necesitaba una lavadita. Las circunstancias o las
personas pueden quitarnos nuestras posesiones materiales, pueden llevarse
nuestro dinero, y pueden llevarse nuestra salud. Pero nada ni nadie puede
quitarnos nuestras más valiosas posesiones: Nuestros Recuerdos.

Así que no olvides tomarte el tiempo y la oportunidad de llenarte de recuerdos cada día. Un amigo me envió esto para recordarme precisamente eso: Cada memoria es un ladrillo que construye mi vida. Espero
que, de vez en cuando, te tomes tú tiempo para correr a través de la lluvia:

¡TÓMATE TU TIEMPO PARA VIVIR!…..

Y nunca olvides:

A veces Dios quiere que te des una “empapadita”.

Pero jamás te dejará sólo bajo la lluvia.

Y si te ha permitido pasar por tormentas en tu vida……

También pasará ésta, y la otra y la que sigue… Y después de cada una de ellas, verás nuevamente su amor y sus promesas en cada arco iris.

Autor Desconocido……


EL JARDIN DE LAS ALMAS…… ****Vale la pena seguir viviendo si te atreves a mejorar un poquito nada más.****

25 marzo 2010

Hay personas que conocen el arte de cultivar flores en su jardín, logrando muchas veces maravillas de color: rosas abundantes y frescas, tulipanes risueños, buganvilias y jacarandas en flor.

En el jardín del alma se pueden cultivar otras flores como: el amor, la esperanza y el optimismo. Las flores de tu jardín alegran tu vida. Planta flores, planta amor, esperanza y optimismo. Verás como en tu alma brilla una
perenne primavera. Si aquí descubres algunas flores para tu jardín, córtalas;
son tuyas.

Estoy convencido de que el favor más grande que podemos hacer a millones de seres humanos consiste en convencerlos de que pueden ser mejores de lo que son, subir más arriba, salir del hoyo,
convencerlos de que pueden cambiar.

Quiero decir y gritar a todos los que pueda – aunque no sea yo un gran maestro – que sí pueden leer, escribir y cantar, que son capaces de aprender matemáticas, física y química, que pueden mejorar en la
vida, cambiar y ser buenos. Y sé que miles de hombres lo agradecerán
eternamente.

El día primero del año es un buen día para hacer un propósito:

“Voy a ser mejor, comenzaré una nueva vida”.

Vale la pena seguir viviendo si te atreves a mejorar un poquito nada más. No se vale seguir igual, seguir arropado con el mismo egoísmo, con idéntica soberbia. Sentir al menos una hora las ganas de ser
bueno, de rezar a Dios, de dar una limosna, de decir una palabra de aliento al
caminante triste. Recuperar la inocencia de un niño durante una hora; alargar
esa hora a un día, alargar el día 365 veces hasta completar un año. Un año de
bondad puede comenzar con una hora de amor.

No pienses en amar y ser bueno todo el año, porque te asustas. Pero sí haz el esfuerzo de amar mucho y ser bueno el primer día y sueña que puedes ser bueno todos los días del año y todos los años del
resto de tu vida.

Autor desconocido….


LOS CEDROS

24 marzo 2010

En una ocasión, cuando ya retornábamos a Novosibirsk, di instrucciones de atracar el buque de mando a la orilla de un minúsculo poblado compuesto por varias casas pequeñas, pequeña aldea situada a decenas de kilómetros de los grandes poblados. La estancia fue planificada para tres horas a fin de que la tripulación del buque pudiera andar un poco por tierra, los habitantes del lugar adquiriesen nuestras mercancías y productos, y nosotros les comprásemos a ellos, a precios bien baratos, hierbas silvestres de la taiga y pescado.

Durante la parada se acercaron a mí, como jefe de la expedición, dos ancianos
lugareños, según los juzgué entonces, quienes me hicieron una petición que me resultó bastante extraña. Uno de los ancianos era de edad más avanzada y el otro algo más joven. El de mayor edad, un viejo con una larga barba blanca, se mantenía todo el tiempo en silencio, dejando hablar al más joven. Trataba de convencerme para que pusiera a su disposición unos cincuenta hombres (la tripulación del barco estaba compuesta por un total de 65) para llevarlos a un punto de la taiga, distante unos veinticinco kilómetros del lugar donde nos encontrábamos. El objetivo de internarse en las profundidades de la taiga era cortar un árbol al que calificaba como Cedro5 Resonante. El cedro, que según dijo, había alcanzado una altura de 40 metros, debía ser seccionado en partes pequeñas que pudieran ser transportadas a mano hasta el barco.
Debíamos llevarnos, según decía, absolutamente todo.El anciano sugería cortar cada parte en trozos bien diminutos. Cada uno de nosotros debía tomar uno y regalar los restantes a parientes, amigos, conocidos y a todo aquel
que deseara recibirlos como regalo. El viejo decía que aquel cedro era algo
extraordinario. Que se debía llevar un trocito en un cordón, colgado sobre el pecho y además, que había que ponérselo estando descalzo sobre la hierba y apretarlo con la palma de la mano izquierda sobre el pecho descubierto. Afirmaba que pasado un minuto, se sentiría un calor agradable irradiado por el cedro y luego se experimentaría un ligero escalofrío recorriendo todo el cuerpo. De vez en cuando, cuando surgiera el deseo, se debía pulir suavemente, con las yemas de los dedos, la parte del trocito de cedro que no está en contacto con el cuerpo, apoyando el otro extremo con los dedos pulgares de las manos. El anciano aseveraba, plenamente convencido, que ya a los tres meses, la persona que llevara en su pecho el trocito de Cedro Resonante experimentaría un mejoramiento sustancial de su estado de salud y de ánimo y se habría curado de muchas enfermedades.
—¿Incluso del SIDA? ―pregunté, habiéndole dado antes una breve explicación sobre esta enfermedad, según lo que yo conocía a través de la prensa. Y él respondió con firmeza:
—¡De cualquier enfermedad!
Pero esto, en su opinión, era una tarea fácil. Lo más importante consistía en que la
persona que poseyera este pedazo de cedro se haría más bondadosa, sería más
afortunada y tendría más talento.
Yo ya sabía algo sobre las propiedades curativas del cedro de nuestra taiga, pero de ahí a que éste pudiera influir en los sentimientos y en las capacidades de las personas, en aquel momento me pareció algo completamente inverosímil. Pensé que lo que estos ancianos querían de mí, era dinero a cambio de ese cedro que ellos consideraban extraordinario. Y comencé a explicarles que ahí fuera, “en el gran mundo”, las mujeres están acostumbradas a llevar joyas de oro y de plata y que no iban a pagar ni un rublo por un simple trozo de madera, por lo que yo no estaba dispuesto a incurrir en ningún tipo de gasto por algo así.
—Las llevan por desconocimiento —se escuchó como respuesta del anciano—. El
oro es polvo en comparación con un trozo de este cedro. Mas no queremos dinero
alguno. Podemos daros setas secas también, pero nosotros no necesitamos nada…Sin entrar en discusión por respeto a sus años, dije:
—Bueno, es posible que alguien se ponga uno de sus colgantes de cedro… Lo harían si un gran maestro del tallado quisiera poner sus manos en él y creara algo
extraordinariamente bello…
A lo que el viejo respondió:
—Si, se podría tallar, pero es mejor pulirlo. Resultará mucho mejor si lo pule uno
mismo con sus dedos, en el momento en que su alma se lo pida, entonces el cedro tendrá también un aspecto bello.
En ese momento, el viejo que era “más joven”, se desabrochó rápidamente la vieja
cazadora, luego la camisa, y mostró lo que llevaba en el pecho. Lo que vi era un óvalo o círculo combado. Sus colores –violeta, frambuesa, rojizo…– configuraban un dibujo indefinido donde las vetas del árbol semejaban riachuelos. No soy un gran conocedor de obras de arte, aunque de vez en cuando he tenido la ocasión de visitar galerías de pintura. Los mejores artistas del mundo no solían despertar emociones especiales en mí, pero aquello que colgaba del pecho del anciano suscitó muchos más sentimientos y emociones que una visita a la Galería Tretyakov6. Y le pregunté:
—¿Y cuántos años lleva usted puliendo su trozo de cedro?
—Noventa y tres —contestó el viejo.
—¿Y qué edad tiene usted?
—Ciento diecinueve.
En aquel momento no le creí, pues el anciano aparentaba tener unos setenta y cinco años. Sin advertir mis dudas, o sin prestarles atención, el viejo, algo inquieto, trataba de convencerme de que un trozo de cedro, pulido únicamente por los dedos de la propia persona, también luciría bello en sólo tres años. Y después, cada día que pasara se vería aún mejor, particularmente el que usan las mujeres. El cuerpo de su dueño desprenderá un aroma sumamente grato y beneficioso, que nunca podrá compararse con ningún perfume producido artificialmente por el ser humano.
De hecho, de los dos ancianos emanaba, ciertamente, un olor muy agradable. Me
percaté de ello a pesar de que fumo, y, seguramente, como todos los fumadores, tengo elsentido del olfato un poco atrofiado.
Otra cosa me resultaba también extraña… Comencé a notar en su disertación, frases y conclusiones que no eran propias de los habitantes de esta zona del norte tan apartada.
Todavía hoy puedo recordar algunas de ellas, incluso con la entonación que le daba.

El viejo me dijo cosas como:

—Dios creó el cedro como acumulador de la energía proveniente del Cosmos…

—Cuando una persona se encuentra en estado de amor, desprende una irradiación que,en fracciones de segundo, es reflejada en los astros que están sobre nosotros, rebota nuevamente a la Tierra y da vitalidad a todos los seres vivientes…

—El Sol es uno de esos astros, pero tan sólo refleja una pequeña fracción de esta
irradiación…

—De las irradiaciones emitidas por el ser humano en la Tierra, sólo las luminosas
pueden elevarse hacia el Cosmos. Y a su vez, sólo rayos beneficiosos retornan del Cosmos a la Tierra…

—Cuando una persona se encuentra en un estado de sentimientos malévolos, emite una irradiación oscura. Esta irradiación oscura no puede elevarse a las alturas y va a parar a las profundidades de la Tierra, y después de rebotar contra el subsuelo, regresa a la superficie en forma de erupciones volcánicas, terremotos, guerras…

—El logro culminante de esa irradiación oscura es la influencia de esos rayos, que
exacerban los sentimientos malignos en la persona que los originó

—El cedro vive quinientos cincuenta años. Con sus millones de agujas, capta y
acumula en sí, noche y día, energía luminosa en todo su espectro7. Durante la vida de un cedro pasan sobre él todos los cuerpos celestes que reflejan la energía luminosa…

—Hasta el trocito más pequeño de cedro, tiene más energía beneficiosa para el
hombre, que todas las instalaciones energéticas de la Tierra, creadas por su mano,juntas.

—El cedro recoge la energía que, procedente del Hombre, emite el Cosmos, la
conserva y, en el momento necesario, la entrega; precisamente cuando ésta resulta insuficiente en el Cosmos, o lo que es lo mismo, en el ser humano, en todo organismo que vive y crece en la Tierra…

—Muy raras veces se encuentran cedros que absorban y no entreguen la energía
acumulada. Al transcurrir quinientos años de vida, éstos comienzan a resonar. De esta forma, hablan con su sonido silencioso, transmitiendo su señal a las personas, para que la gente los tome, los corte y utilice su energía acumulada en la Tierra. Es así como el cedro pide con su sonido… Durante tres años pide… y si durante ese período no es contactado por ninguna persona viva, privado de la posibilidad de entregar dicha energía, acumulada a través del cosmos, pierde la capacidad de brindarla directamente.

Cuento LOS CEDROS RESONANTES sacada del libro Anastasia de Vladimir Iulegre.


¿Cómo detengo mis pensamientos negativos?

23 marzo 2010

“¿Cómo detengo mis pensamientos negativos?’ es una pregunta que me han hecho muchas veces. Si alguna vez usted hizo esa pregunta puede sentir un enorme alivio al conocer la respuesta, ya que es muy sencilla. ¿Cómo puede detener sus pensamientos negativos? ¡Sembrando buenos pensamientos!

Cuando trata de detener los pensamientos negativos, se está enfocando en aquello que no desea – los pensamientos negativos – y los atraerá abundantemente. Jamás lograrán desaparecer si se enfoca en ellos. La parte de ‘detenerlos’ es irrelevante puesto que está enfocado/a en los pensamientos negativos. No importa si trata de detener, controlar o apartar los pensamientos negativos, el resultado será siempre el mismo. Está enfocado/a en los pensamientos negativos y, de acuerdo con la ley de atracción, está invitando a su vida un gran número de ellos.

La verdad es siempre muy sencilla y fácil. Para detener los pensamientos negativos, ¡simplemente siembre pensamientos positivos! ¡Siembre buenos pensamientos deliberadamente! Está sembrando buenos pensamientos cuando practica diariamente el aprecio por todas las cosas que se presentan en su diario vivir. Aprecie su salud, su automóvil, su hogar, su familia, su trabajo, sus amistades, su entorno, sus comidas, sus mascotas y la magnífica belleza del día. Alabe, elogie y agradezca todas las cosas. ¡Cada vez que da ‘Gracias’ está generando un buen pensamiento! A medida que vaya sembrando más y más pensamientos buenos, los negativos irán desapareciendo. ¿Por qué? Porque se estará enfocando en los buenos pensamientos y uno atrae aquello en lo que se enfoca.

Por eso, no debe prestar atención alguna a los pensamientos negativos. No se preocupe por ellos. Si llega alguno, genere la luz con ellos, no les dé importancia, y permita que sirvan para recordarle que debe tener más pensamientos buenos en ese mismo instante.

Cuantos más pensamientos buenos pueda sembrar en un día, tanto más rápidamente se irán transformando en cosas buenas. Si pasa todo el día hablando de las cosas buenas y dando ‘Gracias’ en todo momento, no podrán creer lo que les espera en el día de mañana. Tener buenos pensamientos con deliberación se asemeja a la siembra de semillas. Al tener buenos pensamientos, usted siembra buenas semillas en su interior y el Universo transformará esas semillas en un jardín del paraíso