Los 12 principios de un vasallo de la hermandad Balorum.

2 septiembre 2008

Los 12 principios de un vasallo de la hermandad Balorum.

1º El juramento.

Albê:

Estoy completamente conciente de lo que sé y de lo que no sé. Conozco mi centro, pero no conozco mi lugar en el universo, pido al alto Señor Justo y Verdadero que me permita tener a un maestro para mi instrucción, obedeceré con humildad, aprenderé con paciencia y devoción todo lo que el crea que soy digno de aprender. Así como lo ha hecho la hermandad desde los días que antecedieron al alba de los tiempos.

Izamrâthil:

Agradezco al alto concilio de maestros, de seres espirituales y de luz este gran reconocimiento. Ofrezco mis experiencias al universo y al alto Señor para que sea más grande y fuerte, si con mi vida o con mi muerte puedo servirle que así sea.

Munâth:

Tomo el camino del (caballero o del erudito) para fortalecer a mi muy amada hermandad, que Sea el Señor Justo y Verdadero quien disponga de mi cuerpo así como de mis acciones, juro ante todos los maestros, ante todos los seres de luz y espíritus consagrados, vivir de tal forma que me haga digno del gran regalo que es la vida.

2º Los votos.

1. Un vasallo de la sagrada hermandad balorum acatará las órdenes de sus superiores.

2. Hablará solo cuando le sea pedido, y no podrá quedarse callado o negar lo que sabe.

3. Aprenderá la lengua universal de los hombres y de los ángeles.

4. Será la promesa de Dios a la hermandad.

5. Será humilde para que así pueda aprender.

6. Aprenderá del amor a cualquier costo.

7. Aprenderá a soportar todo el dolor que se le sea infringido y agradecerá por ello.

8. Enojarse le está permitido, más no sentir ira de nada.

9. Aprenderá a disfrutar de la vida, para que no tema a la muerte.

10. Y dará gracias a Dios por cada día que viva bajo el cuidado de la orden.

3º El servicio.

Servirá con honor y respeto a su maestro así como a los caballeros de la orden, en toda tarea, en toda empresa, sin quejarse jamás de ello. Y si puede ayudar incuso cuando no se le pida, deberá hacerlo.

4º La guerra.

· Un vasallo será ajeno a la guerra, y no peleará hasta que esté preparado.

· Un vasallo no deseará la guerra sino la paz.

· Amará la paz antes que la guerra.

· Verá en la guerra el odio y la crueldad, y en la paz la dicha y la felicidad.

5º La enseñanza.

Un vasallo solo responderá a los que sabe de aquellos que no saben y desean aprender. Jamás enseñará algo que no sepa, a riesgo de confundir a aquellos que quieran saber.

6º La hermandad.

Acatará con obediencia, y humildad todo trabajo que se le pida en la orden, lo bendecirá y lo ensalzará por el tiempo que lo llevé a cabo. Verá en él un gozo y la alegría, sin importar lo grotesco y fuerte que sea ya que todo balorum antes que el lo hizo para que él pudiera vivir.

7º Las virtudes.

· Paciencia.

· Templanza.

· Fuerza.

· Humildad.

· Prudencia.

· Alegría.

· Amor.

8º Sus enemigos

· La impaciencia.

· La Exageración.

· La Debilidad.

· La Vanidad.

· La Imprudencia.

· La Tristeza.

· El Odio.

9º Sus conocimientos.

El conocimiento lo buscará de su maestro, de sus iguales y en si mismo.

10º Su Fuerza.

Su fuerza es lo que sepa, la que tenga física, mental y espiritual. La fuerza que tenga al trabajar en equipo, o solo, esa es su fuerza.

11º Compromiso.

Se compromete consigo mismo, y se exigirá a si mismo cumplir con todas las metas que se proponga en el tiempo que crea necesario. Avanzará lo antes posible y se convertirá en el reflejo de sus mayores para servir en la guerra o en la paz.

12º El descanso.

No habrá descanso para un Vasallo, hasta su muerte.