Servidores del Plan Divino, ¿quienes son?

5 May 2009

¿Quienes son los Servidores?

No es un secreto hoy para la mente indagadora y observadora que cambios trascendentales e inauditos están transcurriendo dentro del sistema solar y sobre la Tierra a medida que la vieja era de Piscis se rinde a la nueva edad de Acuario. Estamos viviendo en un período de purificación y transformación radical en el cual todo se está movilizando, cambiando y evolucionando. Toda la gente en cada país del mundo está experimentando las primeras ondas de una descarga tremenda de fuerza divina sobre la Tierra. Una metamorfosis global incomparable está ocurriendo ahora la cual está acelerando el desarrollo humano en todo aspecto, trayendo grandes cambios a la vida Terrestre, y pronto elevará a la humanidad hacia una nueva era de experiencia y expresión avanzadas a medida que un Nuevo Mundo nace.

Tal ocasión única está atrayendo el interés y la atención de muchos otros seres dentro de los límites del vasto universo, y puesto que el planeta Tierra sostiene una posición clave en el sistema solar local y en la galaxia como un conjunto, nuestro globo se ha vuelto un núcleo atareado o una intersección para mucho tráfico de otros planetas, mundos y densidades. Miembros de varias confederaciones interestelares – muchas de las cuales tienen sus representantes en encarnación física sobre la Tierra en este momento – se han acercado a nuestro planeta para asistir con la ya inminente Gran Transición, la cual afectará positivamente a toda la vida en nuestro mundo. El llanto de la humanidad ha sido recibido, y el apoyo amoroso se dirige hacia donde es requerido o sinceramente solicitado.

El término «densidad» denota una frecuencia vibratoria de conciencia o plano de existencia. La estructura oculta de la parte inferior del universo en que residimos – el Plano Físico Cósmico – es muy a menudo descrito utilizando un modelo septenario, p.e., siete niveles ascendiendo desde el más denso o más material en el nivel más bajo hasta el menos denso o de vibración acelerada en la cima. Cada nivel o plano mayor puede entonces ser nuevamente dividido en siete sub-niveles. Sin embargo, tales divisiones claramente definidas son sólo para conveniencia conceptual, porque, en verdad, un nivel no puede ser realmente distinguido del próximo debido a que el espectro completo de frecuencias vibratorias cambia en gradaciones extremadamente sutiles. El nivel más prevaleciente de conciencia entre los seres humanos en la Tierra hoy – utilizando el modelo septenario – es aquel de tercera densidad aproximándose a la cuarta.

Aquéllos a los que hemos anunciado como los Servidores emanan de otros sistemas sumamente evolucionados donde el desarrollo espiritual general ha alcanzado tal nivel que el amor incondicional y la hermandad son conocidos y expresados espontáneamente. Muchos de estos Servidores son miembros de civilizaciones avanzadas que han logrado y mantenido una alineación muchísimo mayor con la Voluntad divina que la humanidad y así han realizado un grado mucho mayor de relación con el Propósito Universal, así como una unidad de pensamiento y actividad entre ellos. Con el fin de honrar su compromiso voluntario con la humanidad hecho hace tiempo, algunos de estos seres avanzados han estado tomando cuerpos humanos en la Tierra por millones de años; otros ya han ofrecido su servicio a la humanidad en encarnación por primera vez; aún otros han optado por no utilizar cuerpos físicos del todo y permanecer residiendo dentro de mundos ocultos, pero acompañando íntimamente a nuestro planeta, trabajando, velando, aguardando y respondiendo a llamados de asistencia emitidos por aquellos encarnados en la Tierra que invocan su auxilio de manera desinteresada y con propósito inteligente.

Existen muchas y diversas clases de Servidores quienes han tomado encarnación humana en la Tierra hoy día y que descienden de planos internos o superiores de varios sistemas estelares. Estos agentes dedicados, obedientes y de buena voluntad se han ofrecido a descender dentro de las esferas más densas de nuestro cuerpo planetario con el fin de conducir a la humanidad en una tarea muy importante. No todos los emisarios son almas ordinarias e individuales. Además del gran número de almas-grupales y jerarquías de enviados divinos quienes necesariamente han dividido sus grados para poder servir en encarnación individualizada, existen también sobre la Tierra elementos cuidadosamente seleccionados de grandes seres multidimensionales, o ultraterrestres, quienes funcionan principal y habitualmente como una mente cósmica única entre una multitud inmensa de entidades colectivas similares que operan a lo largo de varios mundos y densidades abarcando el universo. Como muchas chispas diminutas enviadas desde una gran explosión etérea, tales vidas exaltadas han elegido temporalmente fragmentar su unidad para poder difundir su servicio a lo largo de ciertas frecuencias inferiores de vibración del Cosmos, y para finalmente tomar cuerpos físicos en nuestro planeta. Esto realmente es un gran acto de compasión, no obstante, uno que es considerado por estas inteligencias sublimes tan necesario en esta etapa importante de desarrollo espiritual de la Tierra, y que rendirá consecuencias muy positivas, algo nunca antes presenciado por la humanidad a lo largo de su historia.

Aquellos Servidores que han tomado numerosas encarnaciones anteriores en la Tierra han lidiado repetidamente, en el pasado, con las cargas, los peligros, las penas y el dolor de la vida terrestre cotidiana; al ser confrontados por todas sus pruebas y desafíos peculiares, han combatido y luchado por la justicia en el planeta. Colectivamente, han andado cada paso del camino del sufrimiento, se han sometido a cada experiencia mundana y psíquica, han vencido cada dificultad, y han perdurado. Estos sirvientes de la raza han conocido, muchas veces, la inmolación del ego personal o inferior; son los mártires y santos de años anteriores, y conocen bien, por consiguiente, aquella renuncia completa a todo valor mundano (el repudio incondicional de todas las cosas no esenciales) que también es la prescripción actual de toda alma sinceramente ambiciosa por lo espiritual en la Tierra. No existe adversidad, sacrificio, pérdida amarga personal la cual no hayan, en su momento, experimentado. Han explorado todas las avenidas de conocimiento disponible en la Tierra, han descendido hacia los valles más profundos de la vida y dentro de los abismos más oscuros del infierno. De ahí han escalado hacia la cima de la montaña del logro espiritual y entonces han procedido a trascender ambos: espacio y tiempo, perdiendo toda identificación con el ego individual para volverse apenas puntos enfocados de luz en la Mente Universal; y aquí se encuentran sus calificaciones para servir a la humanidad, porque hoy están de vuelta entre nosotros, para ayudar.

Conociendo, por lo tanto, la quintaesencia del dolor, y comprendiendo a fondo las profundidades posibles de pecado y sufrimiento asequible por la humanidad, los métodos de los Servidores pueden ser perfectamente calibrados según necesidades individuales. Aún al mismo tiempo su realización de la liberación a ser alcanzada durante este período crítico – el fin de un ciclo mundial mayor – y su aprehensión de la gran libertad que es asegurada por medio del rechazo de los modos de vida viejos y anticuados, a cambio del paradigma mundial emergente, es suficiente para darles un entendimiento completo de las necesidades presentes de la raza humana.

Los Servidores que están despertando en el planeta hoy día, se caracterizan generalmente por un amor ferviente y determinado el cual, con respecto al bien del conjunto, es inflexible. Ellos pueden ser identificados por una inteligencia espiritual que ha sido ganada a través de incontables vidas Terrestres y extraterrestres en la cual han laborado su camino desde el fondo de la vida y de la evolución hasta las cercanías de su emancipación de la materia, pronto a ser realizada por algunos de ellos. Deben ser reconocidos por su profunda experiencia, la cual ha sido forjada por el tiempo mismo junto con una multiplicidad de interacciones con numerosas y diversas especies de vida, y por un coraje y compromiso que son el resultado de tal experiencia, y la cual, siendo producida por edades de empeño, fracaso, y empeño renovado, y habiendo a la larga conducido a la victoria, puede nuevamente hoy ser colocada a los pies de la humanidad en servicio mundial.

Aquellos Servidores particulares quienes se han familiarizado bien con la vida en la Tierra, han cultivado una habilidad para persistir aunque parezca que hayan padecido un sufrimiento más que suficiente, y conocen una determinación que triunfa sobre todos los retrocesos, porque es fundada sobre una paciencia largamente cultivada, una experiencia extensa y el Propósito divino. Ellos pueden, por lo tanto, también ser reconocidos por su dedicación bien enfocada, que es iluminada, inteligente y co-operativa, ajustándose a los requerimientos inmediatos de la raza humana, y de esta manera encajando con los diseños actuales del Plan Divino para la Tierra.

Uno pudiera comprensiblemente preguntar: ¿Si ciertamente existe tanta lucha, penurias y sufrimiento involucrado con las actividades del Servidor en el plano físico, entonces porqué no se abstienen de encarnar en la Tierra del todo, y simplemente ayudan al mundo de los planos más sutiles ‘trabajando desde casa’ como fuese? Hay dos razones principales para la presencia física de los Servidores en el planeta. En primer lugar, y el más importante, encarnan en el mundo físico para que ideas arquetípicas – cuidadosamente formuladas dentro de la Mente Divina – puedan ser vividas por ellos en el plano de la materia, y así traerlas a su manifestación dentro de la conciencia humana. Una vez que estas ideas arquetípicas han sido introducidas a la conciencia de la raza al ser realizadas y vividas por personas que forman parte de tal conciencia, son comprendidas por la humanidad y se vuelven una parte integral de su conciencia colectiva y paradigma de vida.

En segundo lugar, los Servidores encarnados físicamente son capaces de ofrecer ciertas formas de asistencia que guías espirituales incorpóreos en los planos internos no podrían dar. Por ejemplo, y debido a su existencia física, los Servidores en cuerpo Terrenal poseen una habilidad para contactar a la humanidad externamente. Consecuentemente, es mucho más probable que su auxilio sea recibido por aquéllos que son incapaces de ser contactados por los ayudantes invisibles de la raza en el lado interno u oculto de la vida; su ayuda puede ser aceptada por aquéllos que permanecen escépticos a los mundos sutiles. Debe entenderse, no obstante, que tal asistencia dada individualmente es apenas una pequeña parte del deber global de los Servidores, y dentro de poco la gran misión colectiva se desarrollará, a medida que los resultados derivados de la Gran Obra de la Edades empiece a manifestarse en la Tierra.

Muchos Servidores que han encarnado principalmente para auxiliar en la transición de la humanidad en estos tiempos están justamente ahora, hoy día, volviéndose conscientes de la asistencia cercana de un vasto conjunto de Inteligencias Cósmicas las cuales permanecen ocultas para muchos, a cuyos elevados rangos ellos innatamente pertenecen. A medida que sentidos vagos pero familiares empiezan a formarse dentro de sus mentes de acuerdo con un proceso predeterminado y revolucionario de recuperación de memoria que está acelerándose por todo el mundo, estos Servidores están comenzando a sentir conscientemente un sentido de propósito enorme y urgencia en sus vidas. Su velo del olvido necesariamente impuesto está siendo levantado hoy día por manos invisibles, y sus recuerdos y facultades elevadas espirituales están retornando a ellos.

Los Servidores están despertando de nuevo en preparación para la ejecución de una obra grande y noble, las ramificaciones que llevan significación universal. Están comenzando a recobrar el propósito de su deber a la humanidad y al planeta Tierra, y están recordando una parte esencial de un esfuerzo vasto y colectivo y una tarea tremendamente importante, cuyo alcance se extiende millones de años atrás y una miríada de encarnaciones pasadas en la Tierra y en otros lados, todo sincronizado hacia la gloria ahora inminente y concluyente. En su recuperación de memoria parcial hasta ahora, los Servidores están percibiendo con gran felicidad que están a punto de realizar la gran consumación de una fase vital del Plan Divino para la Tierra, el Sistema Solar y el más allá, cuyo resultado originará repercusiones de mejoramiento de vida por todo el universo.